Aparente triunfo de las tesis del cardenal Ratzinger en el debate general del s¨ªnodo
El cardenal Godfried Danneels, arzobispo de Bruselas, relator del s¨ªnodo, designado por Juan Pablo II (que precisamente le recibi¨® el jueves en audiencia privada), present¨® ayer como resumen del debate del s¨ªnodo que se celebra en Roma un cuadro de la situaci¨®n de signo claramente restaurador, a pesar de que en su multitudinaria conferencia de prensa inicial hab¨ªa ironizado con el tema de la "restauraci¨®n" evocado por el cardenal Joseph Ratzinger.
?C¨®mo se explica esto si, seg¨²n los res¨²menes entregados por el Vaticano, de las 150 intervenciones y de las noticias filtradas por diversos episcopados la neta mayor¨ªa de los presentes se hab¨ªa pronunciado de forma renovadora y a veces hasta con una cierta, valiente, irritaci¨®n hacia el excesivo poder central de Roma?. Las hip¨®tesis son varias: o la informaci¨®n que se difundi¨® no respondi¨® a lo que se debat¨ªa o el resumen de Danneels es un intento de escayolar a un s¨ªnodo que, para los m¨¢s conservadores, empezaba a desmadrarse.No s¨®lo el esquema base del resumen de los debates ha significado una neta inversi¨®n de ruta, sino que tampoco se han tenido en cuenta las numerosas intervenciones sobre cuestiones espinosas de muchos presidentes de conferencias episcopales, como las referentes a los divorciados, los anticonceptivos, la ampliaci¨®n de poderes al s¨ªnodo y a las conferencias episcopales y la comuni¨®n comunitaria.
P¨¦rdida de memoria
La explicaci¨®n que se ha dado es que dichas cuestiones ya han sido tratados en otros s¨ªnodos y que, por tanto, son problemas ya zanjados. A este prop¨®sito, el relator brome¨® diciendo que quiz¨¢ el hecho de que muchos padres sinodales tienen que "trabajar de noche" ha hecho a veces que pierdan la memoria.Las l¨ªneas de discusi¨®n del debate del s¨ªnodo, seg¨²n el resumen del relator, fueron los siguientes.
1. Unanimidad en la aceptaci¨®n del Concilio Vaticano II como "leg¨ªtima expresi¨®n de fe", pero tambi¨¦n reconocimiento de su continuidad con la tradici¨®n de la Iglesia: "Con el concilio no hubo nada nuevo, aunque todo se renov¨®".
2. Necesidad de profundizar el Vaticano II a la luz de la tradici¨®n y de los nuevos signos de los tiempos, porque la renovaci¨®n no est¨¢ acabada y los signos de los tiempos son hoy muy distintos de los de entonces.
3. El s¨ªnodo debe inaugurar una nueva etapa de aplicaci¨®n del Concilio a la luz de los signos nuevos de los tiempos actuales que la gente de hoy, sobre todo los j¨®venes, pide a voces una vuelta a lo "sagrado" y a la Iglesia como "misterio". Y que la demostraci¨®n de ello es el pulular en el mundo de las sectas. Y que por eso tantos padres han insistido en la necesidad de intensificar la oraci¨®n, la penitencia y la santidad.
4. El s¨ªnodo ha puesto de relieve la importancia de la "teolog¨ªa de la cruz", puesto que la realidad de la Iglesia es la de ser "sacramento". Por eso no se debe insistir tanto en el problema del "reparto de poderes", ya que dichos poderes han sido otorgados para la evangelizaci¨®n y, por tanto, "no importa qui¨¦n en la Iglesia tiene m¨¢s o menos poder".
5. El hecho de que haya que volver a la "centralidad de la cruz" no debe empujar al pesimismo, sino al "realismo".
6. A la luz de esto, habr¨¢ que distinguir el verdadero del falso "aggiornamento" o "restauraci¨®n". Por eso hay que rechazar una mera y f¨¢cil acomodaci¨®n de la Iglesia a la secularizaci¨®n. Bajo esta ¨®ptica, los valores humanos -dignidad de la persona, paz, libertad, etc¨¦tera- no tienen valor ni plenitud "si no se purifican del pecado y no se elevan a Dios".
7. La "unidad" que se pide a la Iglesia no es "unicidad". La unidad tiene su centro en el ministerio de Pedro. La misma colegialidad no se puede entender olvidando que los obispos, sin el Papa, no son nada ni pueden actuar sin ¨¦l. Y esto vale tanto para el s¨ªnodo como para las conferencias episcopales, las cuales, dijo Danneels, son de "derecho eclesi¨¢stico", que es como decir que no tienen valor "teol¨®gico", como hab¨ªa sostenido el cardenal Ratzinger.
8. La colegialidad es una realidad "sacramental", y no "un mero ejercicio de derecho". Por tanto, una discusi¨®n teol¨®gica sobre la colegialidad no deber¨¢ limitarse al problema de si el s¨ªnodo deber¨¢ tener o no valor consultivo o deliberante. Pero adem¨¢s, sobre este tema de la colegialidad, que ha sido, por otra parte, el caballo de batalla del s¨ªnodo, el relator record¨® que de esto hab¨ªa tratado ya otro s¨ªnodo, como dando a entender que es una cuesti¨®n ya zanjada.
9. Hay que distinguir entre pluralismo y "pluriformidad". Porque mientras esta ¨²ltima es una riqueza y expresa la verdadera catolicidad, el pluralismo, al rev¨¦s, dijo Danneels, "conduce a la oposici¨®n, a la disoluci¨®n, a la destrucci¨®n y a la p¨¦rdida de identidad del hombre". Curiosamente, con ocasi¨®n de una visita de Enrique Berlinguer a Mosc¨², el diario del Partido Comunista de la URSS, Pravda, public¨® "pluriformidad" donde el desaparecido lider comunista italiano hab¨ªa dicho, durante un discurso, "pluralismo".
10. Despu¨¦s del Concilio de Trento fueron los grandes santos quienes lo aplicaron. Y el relator se pregunta: ?D¨®nde est¨¢n los santos del Vaticano Il?.
Un observador afirm¨® ayer que escuchando el resumen de Danneels hay que pensar o que el s¨ªnodo se ha convertido de repente a la teolog¨ªa reformadora Wojtyla-Ratzinger o que el Papa y su bast¨®n teol¨®gico forcejean para imponer su propio cors¨¦ a los padres sinodales.
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