No es eso, se?ora Falc¨®n

Las mujeres claro que no "somos vacas reproductoras ni probetas de experimentos"; somos, como Lidia Falc¨®n bien afirma en su art¨ªculo publicado por EL PAIS (25 de noviembre), seres humanos. Esto nada tiene de nuevo, pero lo que realmente extra?a es que lo diga. Voy a contar por qu¨¦. En las tesis program¨¢ticas del Partido Feminista de Espa?a, que dirige la se?ora Falc¨®n, se recoge lo siguiente: "La mujer es la ¨²nica que puede fabricar un ser humano; mas sin que las mujeres inviertan nueve meses de transformaci¨®n f¨ªsica, de su gasto de energ¨ªa transformando minerales, vitaminas, prote¨ªnas, alcaloides ( ... ) y amamanten y cuiden posteriormente las cr¨ªas, no existir¨ªa ninguna sociedad humana". Pues bien, seg¨²n esto, o bien se ha olvidado de las tesis program¨¢ticas que ella mismo escribi¨® o bien ha cambiado de opini¨®n (que dicho sea de paso, ?alabado sea el Se?or!). Lo que apunta lo hacen no s¨®lo las vacas, sino tambi¨¦n todos los mam¨ªferos; parir, amamantar las cr¨ªas, cuidarlas... es condici¨®n sine qua non para que exista tal o cual especie animal. De,todas las maneras, ya se sabe que nunca es tarde si la dicha es buena. Porque eso de producir seres humanos suena precisamente a una especie de probeta reproductora o de Dow Chemical, en donde, mediante reacciones qu¨ªmicas solamente, salen las criaturas como churros. Este materialismo grosero reduce lo real a mera evocaci¨®n: "Con equis a?os de vida es un ser m¨¢s apreciable que ¨¦ste...", refiri¨¦ndose al feto. Que no, se?ora Falc¨®n, que la diferencia no radica en el tama?o, que no es eso.Otro aspecto interesante de su art¨ªculo es el t¨¦rmino peque?oburguesas. No creo que el adjetivo pequet¨ªo tenga la propiedad ling¨¹¨ªstica de convertir en cient¨ªfico todo lo que toca. ?Una especie de rey Midas, vamos! Recuerde que usted, que se reclama del marxismo en sus tesis, indica: "( ... ) el criterio con el que un gran sector de marxistas clasifica a algunas mujeres como burguesas resulta acient¨ªfico". Y no se olvide que para usted est¨¢ la clase social de los hombres y la clase social de las mujeres. Que no es eso, se?ora Falc¨®n, que no es eso.

Por confundir, confunde la voluntad de las 3.000 mujeres que nos autoinculpamos con la existencia de "grup¨²sculos de ultraizquierda" (?de qu¨¦ me suena a m¨ª esto?). Si por grup¨²sculo entiende aquellos partidos sin representaci¨®n parlamentaria, ?quiere decirme en qu¨¦ Parlamento est¨¢ su partido? (claro que no por falta de ganas). Si, por el contrario, entiende como grup¨²sculos aquellos partidos con una influencia social limitada, ?acaso el suyo es de masas? Claro que puede ser que las masas acudan al Club de Vindicaci¨®n Feminista. Que no es eso, se?ora Falc¨®n, que no es eso.

Para terminar, quiero decirle que malos augurios le deparar¨ªa el futuro al movimiento feminista si, siguiendo las directrices de un partido fuerte, el suyo, asumi¨¦semos como causa material de nuestra opresi¨®n (seg¨²n las tesis de su partido, explotaci¨®n) nuestra diferencia fisiol¨®gica. Dicho de otra manera, el hecho de parir. No creo que ni las elitistas, ni las radicales, ni las mujeres de a pie -yo con eso ando- estemos dispuestas a renunciar a esa diferencia ni tampoco a creer que el hecho de parir sea la causa de la opresi¨®n sexual. Si pens¨¢semos eso, se?ora Falc¨®n, estar¨ªamos condenadas, como usted misma muy bien se?ala en su art¨ªculo, "a aislamos de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n y condenamos al repudio social y al rid¨ªculo".-