Pasionaria
( ... ) Sin duda, la edad ha curvado su espalda y arrugado los rasgos de su rostro. Dos operaciones de coraz¨®n y una fractura de clav¨ªcula en julio ¨²ltimo la han debilitado. Pero qu¨¦ importa. Dolores, en v¨ªsperas de sus 90 a?os, est¨¢ siempre en la brecha y no hay reuni¨®n importante del partido comunista que no cuente con su presencia; con el rostro cansado, observa silenciosa a los jovenzuelos de esta formaci¨®n a la que ha dedicado su vida mientras la dividen y desgarran.Noventa a?os, en efecto, y para festejarlo, el 9 de diciembre, el PCE ha organizado una gran conmemoraci¨®n. Por un d¨ªa, los hermanos enemigos de la familia comunista, los oficiales de Gerardo Iglesias, los prosovi¨¦ticos de Ignacio Gallego y el mismo Santiago Carrillo, el hijo maldito, estar¨¢n ah¨ª todos para rendir homenaje a la madre, a esta dama de negro que constituye sin duda uno de sus ¨²ltimos denominadores comunes. Por un d¨ªa, olvidar¨¢n, al festejarla, que su partido est¨¢ hoy d¨ªa exang¨¹e, y revivir¨¢n durante el espacio de un instante esos a?os de lucha que fueron tambi¨¦n los de gloria.
Ella simboliza las luchas del pasado para la izquierda espa?ola: Dolores Ib¨¢rruri, esta m¨ªtica Pasionaria, esta Ant¨ªgona alz¨¢ndose orgullosamente frente a las tropas del general Mola cuando avanzaban sobre Madrid. De todos los dirigentes del Frente Popular, ninguno ha suscitado a la vez tanto fervor y tanta aversi¨®n, tanta admiraci¨®n y tanto odio. Dolores es el s¨ªmbolo de una Espa?a que se subleva con coraje contra el golpe de fuerza de la otra, s¨ªmbolo tal vez inc¨®modo de ahora en adelante, cuando todos piensan en la ¨¦poca de las dos Espa?as en lucha. ( ... )
"No pasar¨¢n". Estas dos palabras har¨¢n c¨¦lebre para siempre a Pasionaria. Estamos en el 19 de julio de 1936, y la v¨ªspera se ha sublevado el general Franco, saliendo de Canarias para tomar el mando de las tropas de Marruecos. En Madrid, Dolores Ib¨¢rruri lanza por las ondas una proclama inflamada: cada antifascista debe considerarse como un soldado en armas, afirma, puntuando cada frase de su llamamiento a la resistencia con este leitmotiv: "No pasar¨¢n".
Ha nacido el mito y los republicanos han encontrado su llama. Pasionaria tiene el arte del gesto: en Madrid se la ve atravesar las trincheras de la Ciudad Universitaria, a algunos metros apenas de las l¨ªneas enemigas. ( ... ) La Espa?a republicana vibra y se moviliza al son de su ret¨®rica apasionada e inflamada. ( ... ) Desde su regreso a Espa?a, el 13 de mayo de 1977 (fue uno de los ¨²ltimos dirigentes del PCE en obtener el pasaporte), Dolores se ha refugiado en el silencio. Sus ¨²nicas intervenciones en la interminable crisis que sacude al partido comunista espa?ol tend¨ªan a convencer a sus camaradas de que olvidasen sus luchas internas para salvar un partido amenazado por la desintegraci¨®n. Exhortaciones que no parecen haber tenido consecuencias; en su ¨²ltimo combate, la gran oradora no ha logrado esta vez persuadir a su auditorio.
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