Un d¨ªa en el frente
Uno de los objetivos del periodista que viaja a un pa¨ªs en guerra es visitar el frente; m¨¢s a¨²n en Irak, donde en la actualidad no hay una videncia tangible del conflicto. ?No le da miedo?", pregunta incr¨¦dulo el funcionario de turno ante el que se intentan hacer las gestiones pertinentes. Despu¨¦s de algunos peros, por fin se organiza un viaje a la parte central del frente: a Janequ¨ªn, a 120 kil¨®metros de Bagdad.La noche anterior encontramos sobre la cama un traje militar -Camisa, pantal¨®n y cintur¨®n ancho verde oliva- y una carta que nos cita a las 6.30 en el vest¨ªbulo del hotel. El equipo, made in Jordania, seg¨²n el letrero de la bolsa que lo envuelve, pretende ser el mismo de los soldados iraqu¨ªes.
El color verde y la cara de sue?o a la hora de la cita dan cierta apariencia de uniformidad a la singular tropa: un grupo heterog¨¦neo formado por periodistas, poetas y arabistas asistentes a un festival de poes¨ªa. Tras varias horas de viaje en autob¨²s, llegamos a Yarmuk, el cuartel general del Segundo Cuerpo del Ej¨¦rcito iraqu¨ª, donde el general al mando explica sucintamente la situaci¨®n del conflicto.
A continuaci¨®n, unos jeeps nos conducen, en peque?os grupos de cuatro o cinco personas, a varios puestos de observaci¨®n en la primera l¨ªnea del frente. El lugar parece un escenario de cart¨®n piedra para una pel¨ªcula. S¨®lo unas flores que los soldados cuidan en sus ratos libres rompen esa sensaci¨®n de irrealidad. Por lo dem¨¢s, el paisaje que se divisa desde las trincheras es bastante agreste.
Acodados en unos sacos terreros, los visitantes recibimos del oficial responsable del puesto una improvisada lecci¨®n de estrategia militar. En un momento de la charla se oyen a lo lejos un par de ca?onazos. El oficial contin¨²a hablando sin inmutarse, pero los periodistas trasladamos nuestra atenci¨®n a otro punto.
All¨ª enfrente, a apenas una decena de kil¨®metros, se adivinan las posiciones enemigas. A trav¨¦s de los prism¨¢ticos se puede observar una l¨ªnea blanca que corresponde a la vanguardia. Al otro lado est¨¢n los iran¨ªes, entretenidos tal vez en mostrar sus propias trincheras a otro grupo de curiosos.
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