Ricardo Mu?oz Suay
Desenga?ado de la militancia pol¨ªtica y del cine, que a su juicio est¨¢ en agon¨ªa, regresa a su Valencia natal 50 a?os despu¨¦s
Ricardo Mu?oz Suay, dirigente comunista desde antes de la guerra civil, topo durante seis a?os, cineasta colaborador de Bu?uel, Berlanga y Ros?, entre otros realizadores, ha abandonado su trabajo de director de producci¨®n y relaciones p¨²blicas en una editorial de Barcelona para volver a Valencia, la ciudad que le vio nacer en 1917. Ahora es asesor personal del conseller de Cultura de la Generalitat valenciana, Cipri¨¢ Ciscar. Opina que el cine "est¨¢ en plena agon¨ªa", y ambiciona crear un museo de la imagen.
"Me he encontrado con una ciudad que no conoc¨ªa", confiesa Ricardo Mu?oz Suay, que ha vivido fuera de Valencia desde hace 50 a?os. Pero la ha encontrado "con ganas enormes de volver a buscar en ella la magdalena de Proust". Su padre, primero del partido de Blasco Ib¨¢?ez y luego presidente en Valencia del Radical Socialista, era muy anticlerical, y ¨¦l mismo nunca fue en absoluto religioso. Por eso confiesa que ahora ha descubierto "la ciudad de las iglesias, con un g¨®tico formidable". La madre de Mu?oz Suay era partidaria de que fuese bautizado, pero su padre estaba en contra. Finalmente transigi¨®, con la condici¨®n de que la ceremonia se celebrase en catal¨¢n y no en lat¨ªn.Se ocup¨® de ello su t¨ªo Emilio Carbonero, de¨¢n de la catedral, de quien dice: "Era bastante putero, debido a lo cual de vez en cuando, como castigo, lo enviaban a Roma, lo que a ¨¦l le encantaba. De ¨¦l recuerdo el olor a perfume de las sotanas de seda, el del cigarrillo rubio y las hebillas de plata que llevaba en los zapatos".
Al final de la guerra civil fue apresado en el puerto de Alicante antes de que pudiese salir de Espa?a y trasladado al campo de concentraci¨®n de Albatera, donde muchos republicanos eran fusilados cada d¨ªa. Unos meses despu¨¦s consigue escapar y un arquitecto del Partido Comunista, Carlos Llorens, le construye una especie de zulo o escondite al que se acced¨ªa desde una alacena, en la cocina de casa de su madre. Alternando el zulo con el resto de la vivienda, pero sin siquiera asomarse al balc¨®n, Mu?oz Suay pas¨® seis a?os de su vida en un primer piso de la calle de P¨¦rez Pujol, de Valencia, sin abandonar el trabajo para el PCE.
Sali¨® de su refugio en 1945 para ir a Madrid con documentaci¨®n falsa. Al a?o fue detenido y condenado a cinco a?os de prisi¨®n, de los que cumpli¨® tres. Su dedicaci¨®n a la organizaci¨®n del PCE fue permanente desde que sali¨® de la c¨¢rcel, altern¨¢ndola con el trabajo en el cine. Fue coproductor y ayudante de direcci¨®n de Berlanga en Bienvenido Mr. Marshall, productor ejecutivo con Bu?uel en Viridiana y tambi¨¦n trabaj¨® con realizadores italianos como Francesco Rosi.
Abandon¨® el PCE en 1962, dos a?os antes que Fernando Claud¨ªn y Jorge Sempr¨²n. "Comenc¨¦ una nueva vida y, despu¨¦s de treinta a?os de hacer el h¨¦roe empec¨¦ a pensar por mi cuenta".
Tambi¨¦n decidi¨® abandonar el cine, aunque eso ocurri¨® muchos a?os despu¨¦s, pues la ¨²ltima pel¨ªcula en la que trabaj¨® fue Carmen, de Francesco Rosi, en 1983.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.