Un montaje de Ingmar Bergman de 'La se?orita Julia' inaugurar¨¢ el pr¨®ximo festival de teatro de Madrid
"Si el teatro ha de ser algo vivo", escribe un cr¨ªtico sueco, "es as¨ª como se debe hacer"
Cr¨ªtica y p¨²blico se muestran un¨¢nimes a la hora de valorar el ¨²ltimo trabajo de Ingmar Bergman. Esta valoraci¨®n puede resumirse en el titular que encabeza el comentario del cr¨ªtico Jurgen Schildt (Aftonbladet): "?Excepcional!". "Si el teatro ha de ser algo vivo", escribe Lars Linder (Dagens Nyheter) en conclusi¨®n a su cr¨ªtica, "es as¨ª c¨®mo se debe hacer'.Elogios harto comprensibles si se tiene en cuenta que no s¨®lo Bergman es adorado por su p¨²blico sino que, en la actualidad, ning¨²n otro director teatral -un director teatral que sea un verdadero creador- posee un conocimiento tan profundo de la obra de Strindberg como el que posee Bergman.
R¨¦plicas tachadas
En realidad, la sombra de August Strindberg le acompa?a desde su adolescencia, desde que con los dineros que le dio una t¨ªa rica se pudo comprar las obras completas del escritor, con gran indignaci¨®n por parte de su padre, pastor protestante. "Strindberg ha sido para m¨ª un compa?ero de viaje a lo largo de mi vida", confiesa Bergman; "a veces me inspiraba una especie de repulsi¨®n y otras me atra¨ªa ( ... ); expresaba unas emociones que yo tambi¨¦n sent¨ªa, pero que era incapaz de formular".El montaje de Inginar Bergman de La se?orita Julia parte de un par de r¨¦plicas que Augusto Strindberg tach¨® del manuscrito original para satisfacer a la que a la saz¨®n era su esposa y que habr¨ªa de convertirse en la primera int¨¦rprete del personaje de la se?orita Julia, Siri von Essen.
Estas dos r¨¦plicas fueron descubiertas por Peter Weiss (el autor de Marat / Sade, escritor alem¨¢n afincado durante muchos a?os en Suecia) cuando preparaba una versi¨®n en idioma alem¨¢n del texto de August Strindberg que Inginar Berginan deb¨ªa montar en M¨²nich durante su exilio fiscal en esta ciudad b¨¢vara; hacen referencia a la escena entre los sirvientes de la casa, de Julia, Jean y Cristina, al comienzo de la obra, cuando el criado le cuenta a Cristina la humillaci¨®n a que la se?orita Julia ha sometido a su novio, haci¨¦ndole saltar como si fuese un perrito y golpe¨¢ndole por dos veces consecutivas con una fusta de montar.
En el texto que conocemos de August Strindberg, el novio le arranca la fusta de las manos, se la rompe y se marcha, qued¨¢ndose la se?orita sin novio. Pero en las r¨¦plicas tachadas por el autor se lee algo muy distinto: el novio coge la fusta y golpea a la se?orita Julia en la mejilla izquierda, dej¨¢ndola una cicatriz, lo que explica la r¨¦plica, tambi¨¦n tachada, de Cristina al escuchar lo que le cuenta Jean: "Claro, por eso se la ve tan blanca". La se?orita oculta con un maquillaje su cicatriz, lo cual horrorizaba a Siri von Essen, temerosa de que la tomasen por un payaso, por una carablanca, despu¨¦s de seis a?os de no pisar un escenario. As¨ª pues, el arranque de la obra -y su enfoque- var¨ªa sustancialmente del que conocemos.
En el montaje de Berginan, la se?orita Julia es, en palabras del director, "un p¨¢jaro herido, que aletea con poca gracia"; una criatura, furiosa y temerosa a la vez, que penetra en un territorio que no es el suyo, la cocina de Cristina, donde va a recibir otra herida, esta vez mortal.
La escenograf¨ªa, como es habitual en Bergman, lleva la firma de Gunilla Palinstierna-Weiss, y los principales int¨¦rpretes son: Marie G¨®ranzon (Julia), Peter Stormare (Jean) y Gerthi Kulle (Cristina). Su trabajo merece la calificaci¨®n -y nadie se la ha negado- de soberbio.
El pasado d¨ªa 10 de diciembre, Javier Estrella, director de la Oficina de Coordinaci¨®n Art¨ªstica, dependiente del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (Ministerio de Cultura); Ariel Goldenberg, del equipo organizador del Festival de Teatro de Madrid, y Andr¨¦s Newmann, representante de Berginan para Italia y Espa?a, coincidieron en el Dramaten de Estocolmo para contratar la presencia del montaje de Bergman en el festival de Madrid y en el de Spoletto.
Valle-Incl¨¢n, en Suecia
El montaje de Bergman, con los mismos int¨¦rpretes, abrir¨¢, en el Espa?ol, el Festival de Teatro de Madrid a finales de febrero pr¨®ximo. Est¨¢n previstas tres funciones, pero es probable que sean cinco. La venida a Madrid de ese montaje supone unos 14 millones de pesetas, algo m¨¢s del 10% del total asignado para este festival, en el que tambi¨¦n estar¨¢n presentes Tadeusz Kantor, con su ¨²ltimo trabajo, Qu'ils cr¨¨vent les artistes! uno de los ¨¦xitos del festival de Avi?¨®n de este a?o; el teatro Gorki de Leningrado, con T¨ªo Vania, de CheJov, en ruso; la compa?¨ªa del japon¨¦s Suzuki Tadashi, con Las troyanas; la compa?¨ªa del teatro San Mart¨ªn de Buenos Aires, con la Mar¨ªa Estuardo de Schiller, y, probablemente, Dario Fo, con su ¨²ltimo espect¨¢culo sobre Arlecchino.El nuevo director del Dramaten, Lars L¨®fgren, en declaraciones a este peri¨®dico, se mostr¨® muy satisfecho por la entrada de ValleIncl¨¢n en el repertorio del teatro Real. Dijo asimismo que hab¨ªa encargado a Mois¨¦s P¨¦rez Coterillo, director de El P¨²blico -revista mensual de teatro editada por el Centro de Documentaci¨®n Teatral-, una selecci¨®n de textos de autores espa?oles vivos con el prop¨®sito de traducir algunos de ellos al sueco y presentarlos en una de las cuatro salas con que cuenta el Dramaten. Dijo tambi¨¦n que aprovechar¨ªa su estancia en Madrid, en la presentaci¨®n del montaje de Bergman, para establecer contactos con vistas a la presencia de alguna compa?¨ªa espa?ola en el Dramaten.
Esa presencia se concretar¨ªa, si fructifican las gestiones, para la temporada 1987-1988, en la que el Dramaten celebra su segundo centenario. Dicha celebraci¨®n contar¨ªa con la actuaci¨®n en el Dramaten de la Com¨¦die Frangaise, en cuya instituci¨®n se inspir¨® el rey Gustavo III al fundar, en 1788, el teatro Real Dram¨¢tico; la presencia del teatro noruego (Enrik Ibsen), dado que Suecia y Noruega, en la fecha de la fundaci¨®n del Dramaten, estaban unidas, y, por ¨²ltimo, con dos grandes ciclos dedicados a August Strindberg, la figura indiscutible del teatro sueco, y a Eugene O'Neill, autor estrechamente vinculado al Drarnaten y que leg¨® sus obras p¨®stumas a dicho teatro con la condici¨®n de que fuesen estrenadas en ¨¦l.
Finalmente, Lars L¨®fgren expres¨® su deseo de que la nueva visita del Dramaten a Espa?a fuese tan bien acogida como lo fue la representaci¨®n en Barcelona, durante el pasado Congr¨¦s Internacional de Teatre, de King Lear, tambi¨¦n bajo la direcci¨®n de Bergman. Deseo que, sin lugar a dudas, ser¨¢ una muy agradable realidad.
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