Terrorismo contra un plan de paz
LOS ATENTADOS salvajes cometidos en los aeropuertos de Roma y de Viena han causado un m¨ªnimo de 17 muertes, y m¨¢s de 100 heridos. Los ataques, dirigidos contra los despachos de la compa?¨ªa israel¨ª de aviaci¨®n civil El Al, han sido monstruosos actos de guerra contra personas inocentes que transitaban pac¨ªficamente por las naves de dichos aeropuertos. Ante unos cr¨ªmenes tan cobardes, inhumanos y salvajes, la sensaci¨®n un¨¢nime en el mundo ha sido de horror y repugnancia.Ser¨ªa tentador atribuir actos tan odiosos a gentes absolutamente trastornadas, sin ning¨²n prop¨®sito pol¨ªtico o ideol¨®gico. Resulta, de otro lado, muy dif¨ªcil imaginar una relaci¨®n l¨®gica entre la muerte de transe¨²ntes en Roma y Viena con la defensa de una causa pol¨ªtica, por descabellada que ¨¦sta sea. Sin embargo, para aceptar tal explicaci¨®n har¨ªa falta prescindir de hechos evidentes. Y no es posible separar los dos atentados de ayer de los sustanciales cambios que se est¨¢n produciendo las ¨²ltimas semanas en la situaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo.
Cabe resumir estos avances de? proceso pacificador en tres puntos: primero, el viaje del Rey Hussein de Jordania a Damasco, para entrevistarse con el presidente Hafez el Asad,, que ha sido durante mucho tiempo, en el seno del mundo ¨¢rabe, el principal enemigo de la pol¨ªtica negociadora del soberano hachem¨ª. Segundo, la preparaci¨®n de un reconocimiento de Israel por parte de la URSS, que ir¨¢ acompa?ado de mayor apertura para las emigraciones de jud¨ªos sovi¨¦ticos, lo que significa que desaparecer¨ªa uno de los obst¨¢culos para la "conferencia internacional" propugnada por Egipto, Jordania y la comunidad europea. El tercer punto es la evoluci¨®n de Yasir Arafat, muy presionado por el rey Hussein y por Mubarak, hacia el reconocimiento de Israel y la aceptaci¨®n de las resoluciones de la ONU. Si adem¨¢s se agrega el acuerdo de paz preparado por Siria para poner fin a la guerra civil en L¨ªbano, salta a la vista que se han dado pasos muy serios, con mayor o menor publicidad, hacia el inicio concreto de la pacificaci¨®n.
Contra ese proceso han disparado los terroristas que han actuado en Roma y en Viena. Y, por tanto, contra todas las partes que se esfuerzan por llevarlo a buen puerto. No parece casual que las dos ciudades escogidas sean precisamente aquellas que, en el conjunto europeo, han defendido una pol¨ªtica m¨¢s resuelta en favor del di¨¢logo con Yasir Arafat. Estos atentados s¨®lo pueden ser ¨²tiles para los extremistas que, tanto entre los palestinos como en el campo israel¨ª, se oponen de modo ciego e implacable a una soluci¨®n pac¨ªfica y que proclaman incluso su voluntad de borrar del mapa, unos al Estado de Israel, otros al pueblo palestino. Aunque todav¨ªa no se disponen de datos bastantes, parece probable, a partir de antecedentes tan terribles y recientes como el del Achille Lauro, que la autor¨ªa corresponde a grupos terroristas palestinos. La existencia de estos individuos fan¨¢ticos, dispuestos incluso al suicidio, es evidente; pero no se han esclarecido a¨²n los hilos que les mueven. La comunidad internacional necesita determinar las responsabilidades y adoptar medidas que paralicen estas acciones.
La Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) ha sido se?alada por el Gobierno de Israel como la responsable de la matanza, y es m¨¢s que probable que un sector de ella est¨¦ implicado en el caso. Pero la divisi¨®n entre los grupos palestinos es muy grande, y el grado de control de Arafat, relativo. De hecho, las siglas OLP se utilizan para defender actitudes radicalmente contrarias, y ser¨ªa lamentable que el horror ante el crimen llevase a olvidar que el objetivo de los atentados de Roma y Viena es precisamente el de interrumpir los avances del proceso de paz. El temor a una pr¨®xima represalia militar israel¨ª no es por lo dem¨¢s gratuito despu¨¦s del bombardeo del cuartel general de la OLP en T¨²nez meses atr¨¢s. La derrota del terrorismo exige sobre todo que los hechos demuestren su inutilidad y que, si los terroristas pueden matar inocentes, no puedan impedir, en cambio, una pr¨®xima y definitiva soluci¨®n dialogada al conflicto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- OLP
- Terrorismo internacional
- Italia
- Pol¨ªtica exterior
- Aeropuertos
- Austria
- Israel
- Atentados terroristas
- Europa occidental
- Oriente pr¨®ximo
- Gobierno
- Relaciones internacionales
- Organizaciones internacionales
- Asia
- Europa
- Administraci¨®n Estado
- Transporte a¨¦reo
- Grupos terroristas
- Relaciones exteriores
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Transporte
- Terrorismo