Los vivos y los muertos
?Por fin los muertos del ej¨¦rcito de la Rep¨²blica ya son ca¨ªdos! Por fin ha estallado la paz en los cementerios, una paz que ha llegado con casi 50 a?os de retraso.Pero no sucede lo mismo entre los pocos que a¨²n perviven. Para ¨¦stos, no existir¨¢ la paz hasta que ellos, militares del ej¨¦rcito republicano, no se les reconozcan los derechos, los mismos derechos, como m¨ªnimo, que disfrutan el resto de los funcionarios civiles y cuerpos de seguridad que pertenecieron a la administraci¨®n republicana. Mientras este il¨®gico agravio comparativo subsista, puede que los muertos se sientan hermanados, pero para los vivos esta hermandad es imposible.
Los militares republicanos nunca esperaron prebenda alguna del anterior r¨¦gimen, pero conflaban en que una vez restaurada la democracia conseguir¨ªan un digno final de su existencia. El actual Gobierno deber¨ªa recordar que el ministro de Defensa que les indujo a luchar por aquel r¨¦gimen era del PSOE y se llamaba Indalecio Prieto. Del mismo partido era el presidente del Gobierno, Largo Caballero. Los actuales gobernantes carecen de memoria hist¨®rica o de socialistas s¨®lo les queda el nombre.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.