La entrada de Espa?a en la CEE

El 31 de diciembre, con la ¨²ltima campanada de medianoche, una Europa nueva ha nacido, que, con la entrada de Espa?a y Portugal, tiene ahora 12 miembros. ( ... )No se puede negar que Espa?a y Portugal tienen desde siempre un sitio dentro de la Comunidad Europea, tanto geogr¨¢fica como hist¨®ricamente. ( ... )

Lo que, en cambio, produce inquietudes es que la ampliaci¨®n de la Comunidad no s¨®lo modifica su dimensi¨®n, sino que trastoca tambi¨¦n su equilibrio, acentuando la separaci¨®n Norte-Sur. ( ... )

La Europa del Norte, la de Alemania, el Reino Unido o los Pa¨ªses Bajos, no est¨¢ ya dispuesta a soportar el aumento de los gastos agr¨ªcolas comunitarios. Ante todo porque asume una parte excesiva a sus ojos, pero tambi¨¦n porque estima que la agricultura desv¨ªa de la investigaci¨®n y de la tecnolog¨ªa los medios que necesita para resistir la competencia americana y japonesa.

La Europa del Sur, sin embargo, pide, como intercambio por los mercados que abre a las exportaciones industriales del Norte, una mayor solidaridad financiera, cuyos beneficiarios ser¨ªan sus agricultores. Su influencia se acrecentar¨¢ dentro de la Comunidad con el ingreso de Espa?a y Portugal. M¨¢s all¨¢ de sus aspectos agr¨ªcolas y financieros, este enfrentamiento pone en liza las orientaciones fundamentales de la Comunidad, por lo que representa un doble desaf¨ªo para Francia y para Europa. Para Francia, porque est¨¢ a medio camino entre la Europa del aceite de oliva y la Europa del ordenador.( ... )

Para Europa, porque deber¨¢ mantener su cohesi¨®n sin perder dinamismo. Lo conseguir¨¢ si sabe combinar los deberes de la solidaridad con el imperativo de la modernizaci¨®n, la agilidad de la geometria variable con la unidad de un gran mercado sin fronteras.

2 de enero