El refer¨¦ndum, una injerencia en los asuntos internos
Pues s¨ª, a pesar de tanto escepticismo, tenemos, por fin, refer¨¦ndum, casi ya con fecha y todo, y las dudas de anta?o se convierten en perplejidad de hoga?o. ?Por qu¨¦ ha decidido finalmente Felipe Gonz¨¢lez lanzarse a tal aventura? ?Por honradez? ?Por tozudez?Aunque sea repetir cosas ya dichas, es muy cierto que no convence el argumento de que el refer¨¦ndum figuraba en el programa electoral del PSOE. Y no convence, primero, porque de ese programa se ha incumplido m¨¢s de un punto, y segundo, porque lo que se promet¨ªa era una consulta para salir de la OTAN -en ese caso justificada-, pero no para seguir en ella.
Como el refer¨¦ndum va camino de convertirse casi en unas elecciones generales anticipadas y en un plebiscito al actual presidente del Gobierno -por m¨¢s que Gonz¨¢lez y el PSOE no quieran una cosa ni otra-, lo que hay que preguntarse es el porqu¨¦ de esa prueba de fuerza, que a primera vista parece innecesaria.
Yo s¨®lo encuentro tres respuestas. O bien el refer¨¦ndum es una muestra de la honradez de Felipe Gonz¨¢lez -lo que ser¨ªa ¨¦ticamente admirable y pol¨ªticamente discutible-, o bien responde a una intuici¨®n suya -genial o disparatada, eso ya se ver¨¢ a toro pasado-, o bien obedece a argumentos m¨¢s racionales que hasta el momento ignoramos la gente del com¨²n.
Desde luego, no se trata de un envite sencillo. Para empezar, Gonz¨¢lez se juega a cara y cruz su prestigio internacional, as¨ª como suena. Imaginemos que gana el refer¨¦ndum. Inmediatamente, las canciller¨ªas occidentales se har¨ªan lenguas del gran estadista que no s¨®lo supo dar pruebas de realismo y rectificar a tiempo, sino que, en plena oleada pacifista, fue capaz de convencer a su pueblo de que hab¨ªa que seguir en la Alianza Atl¨¢ntica. Si hubiera un Premio Nobel de pol¨ªtica, sin lugar a dudas que, de cumplirse esa hip¨®tesis, se lo daban a nuestro presidente de Gobierno.
Pero ?y si lo pierde? Con igual prontitud, los pol¨ªticos todos de los pa¨ªses de la OTAN dir¨¢n que a ning¨²n gobernante avisado y prudente se le ocurrir¨ªa el desatino de semejante consulta y que ya dec¨ªan ellos que al joven presidente espa?ol le sobraba suficiencia y le faltaba experiencia... Con la papeleta que les dejar¨ªa -pues los movimientos pacifistas europeos recibir¨ªan una inyecci¨®n de energ¨ªa si los espa?oles, tan belicosos de ordinario, dij¨¦ramos que no quer¨ªamos estar en ning¨²n bloque militar-, no iba a ser precisamente Felipe Gonz¨¢lez el personaje del a?o en los c¨ªrculos atlantistas.
Una aventura arriesgada
En pol¨ªtica interior, el PSOE, seg¨²n todos los sondeos, sigue con la mayor¨ªa absoluta o roz¨¢ndola. ?Por qu¨¦ arriesgarla entonces? ?Tendr¨¢ el Gobierno otras encuestas que demuestren lo contrario? Parece dif¨ªcil creerlo, pues no hace falta ser un experto en sociolog¨ªa electoral para intuir que los socialistas est¨¢n perdiendo, sin duda, votos, pero que los dem¨¢s dif¨ªcilmente los ganan, con lo que lo m¨¢s probable es que las cosas, tras los pr¨®ximos comicios, sigan m¨¢s o menos como est¨¢n ahora.Si el PSOE y su secretario general atravesaran una crisis de confianza popular, se explicar¨ªa que quisieran robustecer su posici¨®n apostando fuerte a una carta. Pero no parece que sea ¨¦se el caso, y si se me permite otro s¨ªmil tra¨ªdo de los naipes, hasta el jugador de mus m¨¢s principiante sabe que cuando se va ganando por mucho nunca se echa un ¨®rdago.
Claro que si gana el refer¨¦ndum, el PSOE ya puede cantar victoria, y grande, para las elecciones generales (lo cual, por cierto, explica que ninguna otra fuerza pol¨ªtica apoye en el empe?o a los socialistas; ?de verdad se esperaba otra cosa?). El carisma de Gonz¨¢lez subir¨¢ como la espuma, y pobres los que, dentro o fuera de su partido, se atrevan a contrariarle.
Pero aqu¨ª tambi¨¦n hay que volverse a preguntar: ?y si lo pierde? En primer lugar, el Gobierno y el partido socialista se encontrar¨¢n ante un dificil¨ªsimo dilema. ?Har¨¢n suyo el resultado de la consulta? ?Tendr¨¢n fuerza moral para ello? ?Resultar¨ªa serio que en cuatro a?os el PSOE decidiera sucesivamente no estar en la OTAN, estar y no estar? ?Ser¨ªa capaz de verdad el Gobierno de sacarnos de la Organizaci¨®n del Atl¨¢ntico Norte? O, muy al contrario, ?se mantendr¨ªa en el programa electoral socialista el continuar en ella? ?No restar¨ªa autom¨¢ticamente tal cosa los votos de quienes dijeron no en el refer¨¦ndum, que en este supuesto ser¨ªa, l¨®gicamente, la mayor¨ªa de la izquierda?
Y Felipe Gonz¨¢lez, ?c¨®mo quedar¨ªa? Quiz¨¢ su derrota no fuese tanta como para irse a su casa, como ya han dicho algunos, pero indudablemente su figura quedar¨ªa menoscabada.
As¨ª est¨¢n las cosas, y al final, aunque nadie lo quiera, lo que se va a votar en tan peculiar consulta es si se desea que el se?or Gonz¨¢lez nos siga gobernando tal y como lo est¨¢ haciendo, o bien si se prefiere otra cosa, que no se sabe muy bien lo que ser¨ªa. Tal vez que Felipe Gonz¨¢lez gobernase m¨¢s a la izquierda, o que el PSOE gobernase sin Gonz¨¢lez, o que gobernasen otros. Hip¨®tesis, todas ellas, hay que reconocerlo, sumamente dif¨ªciles de materializarse. Pero esto ocurre siempre con los Gobiernos muy presidencialistas. Tienen ventajas, tienen inconvenientes, pero sobre todo resultan dif¨ªciles de cambiar y, sin embargo, tarde o temprano cambian.
Un asunto de pol¨ªtica interna
Lo que s¨ª est¨¢ claro es la dimensi¨®n interna del refer¨¦ndum, muy por encima de su aparente vertiente exterior. Cuando se leen los apasionados ataques y defensas respecto de lo que supone para la paz o para la tensi¨®n internacional el que Espa?a est¨¦ o no est¨¦ en la OTAN, algunos quedamos un tanto confusos, porque parece que, salvo dar buen o mal ejemplo -y aqu¨ª lo bueno y lo malo resulta, claro est¨¢, harto subjetivo-, nuestro pa¨ªs y nuestras modestas Fuerzas Armadas poco van a decidir en este cap¨ªtulo.No, lo que se nos va a consultar tiene su importancia, pero m¨¢s por lo que ata?e a nuestro porvenir pol¨ªtico inmediato que por lo que se refiere a la OTAN, cuyo futuro, y con ¨¦l el de la paz mundial, depender¨¢ de lo que decidan las dos superpotencias, y no de lo que, con refer¨¦ndum o sin ¨¦l, digan los dem¨¢s, sobre todo si, como en nuestro caso, se trata de una potencia militar de tercer orden.
Visto as¨ª el asunto, ?que va a ocurrir? 0 mejor dicho, ?qu¨¦ pueden hacer el PSOE y el Gobierno para salir con bien de tan riguroso trance? Decidida irrevocablemente, a lo que parece, la celebraci¨®n del refer¨¦ndum, y aunque nadie me los ha pedido, he aqu¨ª tres consejos. El primero es que los dirigentes socialistas, por una vez, tendr¨ªan que ser humildes, pedir disculpas por cambiar de opini¨®n y no decir que quien vote no en la consulta es un ingenuo, un prosovi¨¦tico o un enemigo jurado del partido en el poder. Despu¨¦s de todo, puede ser gente honrada que se limita a opinar sobre el particular lo mismo que opinaban los socialistas hasta hace poco...
Puesto que ser¨¢n los votantes de izquierda los que van a decidir el resultado -si la derecha se abstiene, como parece-, mi segunda recomendaci¨®n es que convendr¨ªa explicar desde una ¨®ptica de izquierdas las ventajas de una mayor integraci¨®n en Occidente, integraci¨®n que, obviamente, hace muy dif¨ªcil salirse de la OTAN. Para ello hay que reconocer -lo que, por mor del triunfalismo vigente, no se ha hecho hasta ahora- que nos hallamos todav¨ªa lejos del bienestar y de la justicia social de los pa¨ªses europeos m¨¢s avanzados y que no estamos acortando distancias. En teor¨ªa, pueden existir otras v¨ªas, pero en la pr¨¢ctica, acercarnos a esos pa¨ªses es el ¨²nico camino para tener m¨¢s riqueza y -eso s¨ª, habr¨ªa que insistir en ello, lo que supondr¨ªa una novedad- para repartirla mejor. En cambio, valdr¨ªa m¨¢s no repetir que nuestra presencia en la alianza supone una importante contribuci¨®n a la paz, porque es una afirmaci¨®n que puede suscitar dudas hasta en el apparatchik m¨¢s entusiasta.
El tercer consejo es el m¨¢s delicado. Felipe Gonz¨¢lez debe poner toda la carne en el asador e incluso pensarse el decir que si pierde el refer¨¦ndum arroja la toalla. Es un lance peligroso, pero es ¨¦l quien se lo ha buscado, y adem¨¢s puede ser la ¨²nica manera de inclinar el fiel de la balanza. Porque las posibilidades de un resultado adverso para el Gobierno son muchas. Si no, al tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- II Legislatura Espa?a
- Refer¨¦ndum OTAN
- Pol¨ªtica nacional
- Felipe Gonz¨¢lez M¨¢rquez
- Refer¨¦ndum
- OTAN
- Campa?as electorales
- Gobierno de Espa?a
- Pol¨ªtica exterior
- Contactos oficiales
- PSOE
- Legislaturas pol¨ªticas
- Gobierno
- Organizaciones internacionales
- Elecciones
- Relaciones exteriores
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica