?Qu¨¦ estanter¨ªa es la del materialismo?
La pel¨ªcula de esta noche, Una cara con ¨¢ngel -o Funny face, en el original-, dirigida por Stanley Donen en 1957, es un musical. Tome usted buena nota de ello y v¨¢yase al cine o cambie de canal si es de esos que deploran o se aburren con la irrupci¨®n de la m¨²sica y la danza en las escenas dialogadas.El musical, hoy no vamos aqu¨ª a descubrir la sopa de ajo ni sopa alguna, cuenta ya con pocos adictos. Y Una cara con ¨¢ngel -doble precauci¨®n- es un musical con todas las consecuencias, de los m¨¢s sofisticados, el m¨¢s elegante, el m¨¢s delicado y el m¨¢s vol¨¢til. Con, por si fuera poco, una buena dosis de mala uva: parodia, o mejor ridiculiza, al intelectual franc¨¦s de los a?os cincuenta contrast¨¢ndolo con el refinado arte de Richard Avedon, las modas nacientes en la est¨¦tica europea y las exquisitas portadas de todas esas revistas de pretendidos altos vuelos.
Magn¨ªfica idea: mientras unos se rompen los cascos intentando desvelar los insondables enigmas de la existencia, otros s¨®lo procuran por vivirla.
La pel¨ªcula Una cara con ¨¢ngel, claro est¨¢, toma partido, y de qu¨¦ manera. Vean esa biblioteca del principio regida por la intelectual Audrey Hepburn -que ser¨¢ redimida por amor de tanta tonter¨ªa- y la guasona distribuci¨®n de materias filos¨®ficas por estanter¨ªas, o vean ese enfaticalismo que se sacan de la manga para resumir todos los existencialismos v¨ªctimas de la s¨¢tira. El lado positivo -?o habr¨ªa que decir positivista?- del asunto nos lo da Fred Astaire encarnando la contrafigura del mismo Avedon, llamado, en la ficci¨®n, Dick Avery.
Con la m¨²sica y canciones de Gershwin en primer t¨¦rmino. Con un Astaire que en ning¨²n momento aparenta los casi 60 a?os que por aquellas fechas ten¨ªa el hombre. Con una Audrey tan adorable como cada mi¨¦rcoles. Y con un dise?o ad hoc, como corresponde al tema tratado de fondo. Ah¨ª es donde Edith Head y Givenchy, en la elecci¨®n de vestuario; el propio Avedon, retratando a la Hepburn, en los cr¨¦ditos, y la fotograf¨ªa de Ray June, consiguen dotar de cuerpo propio a la obra, imprimirle la textura necesaria, sin olvidar la presencia de la extraordinaria veterana Kay Thompson, art¨ªfice de algunos de los mejores y m¨¢s logrados momentos de la funci¨®n de esta noche. En una ¨¦poca de agon¨ªa o declive, Una cara con ¨¢ngel recobr¨® sus fuerzas perdidas del g¨¦nero.
Selecta minor¨ªa
En cambio ahora, como ya se ha dicho, los fans del musical pertenecen a una selecta minor¨ªa y dif¨ªcil ser¨¢ que esta noche aumenten en n¨²mero. Y ser¨¢ as¨ª, entre otras razones porque, si no lo remedian, su formato en cinemascope -y sobre todo sus n¨²meros, entre los que los hay que utilizan la multipantalla- minimizar¨¢ la emoci¨®n que se puede sentir al contemplar el filme.Pese a todo ello, con Donen, Astaire, Gershwin, Thompson, Hepburn, Head, Givenchy, Avedon y el enfaticalismo, se puede decir que la diversi¨®n est¨¢ asegurada. Y no es un caj¨®n de sastre: es el anti-Sartre.
Una cara con ¨¢ngel se emite hoy a las 21.35 por TVE-1.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.