El rompecabezas libio
LE MONDE( ... ) La tensi¨®n y el clima de amenazas de estos ¨²ltimos d¨ªas se difuminan, mientras que un n¨²mero creciente de responsables occidentales, pero tambi¨¦n de ¨¢rabes, se encuentran m¨¢s que nunca convencidos de que el r¨¦gimen de Tr¨ªpoli es uno de los principales "santuarios" del terrorismo internacional. La prudencia con la que se plantea un escarmiento obedece a m¨²ltiples razones. Comenzando por la evidencia de que una operaci¨®n de represalias militares contra un Estado soberano del Tercer Mundo, amenazado o apoyado por una de las superpotencias, constituir¨ªa un a cto de extrema gravedad, cualesquiera que sean los motivos. Una operaci¨®n tal de polic¨ªa internacional crear¨ªa un, precedente inquietante para numerosos pa¨ªses amigos de Estados Unidos en el mundo ¨¢rabe: y, en ?frica. De ah¨ª, las declaraciones de apoyo a Libia formuladas -sin excesivo entusiasmo- el s¨¢bado en T¨²nez por una Liga ?rabe en la que muchos de los miembros no esconden, por tanto, ni su hostilidad al coronel Gaddafi ni el temor que les inspira. De Marruecos al Golfo, la prensa ¨¢rabe, como eco de los que detentan el poder, hace hace o¨ªr su campana: nadie desea una intervenci¨®n militar contra Libia. Los dirigentes egipcios, que tienen al l¨ªder libio por su enemigo y han amenazado ya con infligir una "lecci¨®n" al "loco de Tr¨ªpoli", llaman, ellos tambi¨¦n, a la moderaci¨®n. Es dificil para Washington no tener esto en cuenta.
Los Estados Unidos tienen, por otra parte, la preocupaci¨®n, compartida y expresada por numerosos Estados ¨¢rabes, de no hacer del coronel Gaddafi un "m¨¢rtir". Una acci¨®n militar consagrar¨ªa su leyenda de "hombre del no", le convertir¨ªa en un "h¨¦roe solitario de la causa ¨¢rabe y tercermundista cara al mal americano- sionista", por adoptar la ret¨®rica actual de Tr¨ªpoli. ( ... )
Finalmente, Libia no es Granada: dispone de impresionantes equipamientos militares -principalmente en el dominio antia¨¦reo- as¨ª como de la competencia de varios millares de consejeros de pa¨ªses del Este.' Su presencia implica un riesgo de escalada en caso de conflicto. Y adem¨¢s hay que contar con el problema que plantea la presencia en suelo libio de unos mil quientos s¨²bditos americanos que trabajan para compa?¨ªas privadas, incluso si ellos.est¨¢n contra la voluntad de su Gobierno.( ... )
7 de enero
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