Serra y Guerra
LAS OPINIONES del ministro de Defensa sobre la situaci¨®n de los nueve miembros de la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD) expulsados del Ej¨¦rcito en 1975 por su lucha en favor del restablecimiento de la democracia en Espa?a han suscitado el asombro de los ciudadanos y la justificada r¨¦plica de los afectados. Ya es grave el tono del ministro -para quien el problema ser¨ªa una "absoluta minucia" que no le habr¨ªa quitado "ni una hora de sue?o"- al referirse a esa deuda pendiente de la Espa?a democr¨¢tica. Pero m¨¢s preocupante, resulta la argumentaci¨®n empleada por ¨¦l para negar la conveniencia o poner en duda la necesidad del reingreso en el Ej¨¦rcito de esos nueve oficiales, discriminados por la ley de Amnist¨ªa aprobada en 1977.Seg¨²n el ministro Serra, las actuaciones de la UMD durante los ¨²ltimos a?os de la dictadura no podr¨ªan ser justificadas por el hecho de que el anterior r¨¦gimen no fuera democr¨¢tico. Pues habr¨¢ que explic¨¢rselo ahora a 10 millones de votos socialistas, que tienen que discrepar de esta opini¨®n. Y a otros varios millones de dem¨®cratas conservadores. La actitud de la UMD estaba moral, pol¨ªtica e hist¨®ricamente justificada por el car¨¢cter dictatorial del franquismo, la inexistencia de libertades p¨²blicas durante aquel r¨¦gimen y la conculcaci¨®n permanente y directa que de los derechos humanos se hac¨ªa por el mismo. Decir otra cosa desde un Gobierno democr¨¢tico -sea de izquierdas o de derechas- es simplemente inadmisible. De otra manera, los socialistas que hoy est¨¢n en el poder y lucharon en la clandestinidad contra el franquismo tendr¨ªan que pedir perd¨®n por ese comportamiento y renunciar a los beneficios de la amnist¨ªa de 1977.
Al descansar sobre tan insensatas premisas, era inevitable que los siguientes palos del argumento de Narc¨ªs Serra condujeran a conclusiones disparatadas. En opini¨®n del ministro de Defensa, el reingreso de los nueve oficiales represaliados podr¨ªa implicar el renacimiento de las corrientes pol¨ªticas en el seno de las Fuerzas Armadas, su rehabilitaci¨®n har¨ªa "un mal servicio a Espa?a" y habr¨ªa que preguntarse "si conviene a nadie que vuelvan, empezando por Espa?a y siguiendo por el Ej¨¦rcito y por ellos mismos". Lo que politiza a las Fuerzas Armadas -en un sentido unilateral y antidemocr¨¢tico- es precisamente el mantenimiento de la represalia contra los antiguos dirigentes de la UMD. Y el ministro olvida el hecho p¨²blico y notorio de que la UMD se autodisolvi¨® despu¨¦s de que las primeras elecciones generales pusieran en marcha el sistema democr¨¢tico.
Aparentando creer en la congruencia interna de su propio discurso, el ministro afirma su intenci¨®n de expulsar de las Fuerzas Armadas a los que promovieran organizaciones internas de car¨¢cter pol¨ªtico "aunque fuese con la mejor intenci¨®ndel mundo". Tan loable disposici¨®n no guarda relaci¨®n alguna con la rehabilitaci¨®n de los oficiales de la UMD, a quienes no se puede castigar retroactivamente por el delito de haber luchado a favor de la democracia y de unas Fuerzas Armadas liberadas de una politizaci¨®n peculiar: la que proced¨ªa del resultado de una cruenta guerra civil en la que perdieron la vida miles y miles de socialistas defendiendo los mismos ideales de libertad y democracia que animaban a los militares de la UMD.
La ley de Amnist¨ªa de 1977 no borr¨® las penas accesorias de separaci¨®n del servicio impuestas a los militares condenados en 1975 por su ideario democr¨¢tico. Sin embargo, una ley de Cortes podr¨ªa enmendar sin mayores problemas esa injusticia. El art¨ªculo 213 del C¨®digo de Justicia Militar de 1945 preve¨ªa que los condenados a penas militares de separaci¨®n de servicio y p¨¦rdida de empleo podr¨ªan ser rehabilitados por ley. Tanto el Gobierno como los grupos parlamentarios, tienen la capacidad de iniciativa legislativa precisa para poner en marcha ese tr¨¢mite.
Esperemos por eso que no tenga que verse rectificado ahora el propio vicepresidente, Alfonso Guerra, que narr¨® las causas de que la ley de Amnist¨ªa de 1977 excluyera parcialmente de su ¨¢mbito a los nueve oficiales de la UMD, culp¨® directamente a UCD de esa omisi¨®n y se comprometi¨® p¨²blicamente a saldar esa deuda pendiente antes de que concluyese la actual legislatura. ?Cu¨¢l de los dos miembros del Gobierno -su vicepresidente o el ministro de Defensa- merece mayor cr¨¦dito?. Una aclaraci¨®n del presidente Gonz¨¢lez est¨¢ siendo necesaria.
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