Espa?a, Estados Unidos y la OTAN
El Departamento de Estado norteamericano est¨¢ enfocando con tranquilidad, con excesiva tranquilidad, el pr¨®ximo refer¨¦ndum espa?ol sobre la permanencia en la OTAN. Washington cree que Espa?a continuar¨¢ en la OTAN y est¨¢ seguro de que el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez encontrar¨¢ un modo de lograrlo sin importarle cu¨¢l sea el resultado del refer¨¦ndum, que se espera celebrar en marzo o abril.La confianza norteamericana de que todo saldr¨¢ bien se basa no s¨®lo en la seguridad de Washington de que el Gobierno de Gonz¨¢lez quiere firmemente el compromiso con la OTAN, sino en la conv¨ªcci n de que la alianza con Estados Unidos y la pertenencia a la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte son manifiestamente lo mejor para Espa?a y de que los responsables espa?oles as¨ª lo reconocer¨¢n. Se asume, por citar un estudio recientemente publicado en Washington por Richard Rubottom y J. Carter Murphy, que "el destino uni¨® a Espa?a y Estados Unidos". La evidencia de las encuestas de opini¨®n p¨²blica sugiere que muchos espa?oles, quiz¨¢ la mayor¨ªa de ellos, piensan de otra manera.
El antiamericanismo es en gran parte una secuela. La OTAN, concebida como una alianza de seguridad europea, no preocupar¨ªa a los espa?oles. Sin embargo, lo que ellos ven en la OTAN es la perpetuaci¨®n de una relaci¨®n pol¨ªticomilitar con Estados Unidos que comenz¨® en 1953, sin ninguna consulta a los espa?oles ( ... )
Espa?a ha querido unirse a la Comunidad Europea porque es una naci¨®n europea y necesita que se reafirme que lo es. Desea formar parte de la econom¨ªa comercial e industrial de Europa. El Gobierno ha querido pertenecer a la OTAN porque ¨¦sta tambi¨¦n supone una apertura hacia un mundo m¨¢s amplio, y espec¨ªficamente porque proporciona al Ej¨¦rcito espa?ol unidades de oficiales con un trabajo constructivo y una imagen compatible con la democracia. El Gobierno socialista tiene mucho inter¨¦s en estar en la OTAN; pero el refer¨¦ndum con el que est¨¢ comprometido puede decir otra cos
Un intento de alterar ese resultado podr¨ªa ser peor para las relaciones hispano-estadounidenses que la retirada espa?ola de la Alianza. Hay que recordar que no es necesario pertenecer a la OTAN para ser una democracia occidental. Lo que en realidad cuenta es simplemente ser una democracia occidental.
8 de enero
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