La m¨²sica, "la bien amada embrujada" de Paul Klee
Presentada en Par¨ªs una exposicion que recoge la pasi¨®n musical del pintor
Una gran exposici¨®n que re¨²ne la obra del pintor suizo Paul Klee referida a la m¨²sica ha entusiasmado a los parisienses, que la han podido ver hasta esta semana en el Centro Georges Pompidou. La pasi¨®n de Paul Klee por la m¨²sica, que era para ¨¦l como una bien amada embrujada, muestra las ra¨ªces biogr¨¢ficas de uno de los grandes pintores de este siglo de grandes artistas. Un recorrido por su vida le se?ala como un m¨²sico de vocaci¨®n al que las artes pl¨¢sticas no le alejaron de pasiones que le acercaron a Mozart y a Bach, a los que consider¨®, entre otros, sus m¨²sicos preferidos.
"La m¨²sica es para m¨ª como una bien amada embrujada", escribi¨® Paul Klee (1879-1940) a los 19 a?os. Primero en su diario y en sus cartas, luego, m¨¢s tarde, en la ¨¦poca de la Bauhaus, en sus escritos pedag¨®gicos, son constantes las referencias a la m¨²sica. Ning¨²n otro arte ocup¨® tanto espacio, lo que no es demasiado sorprendente puesto que vivi¨® sumergido en su ambiente desde la cuna. Su padre fue profesor de m¨²sica y su madre estudi¨® canto en el conservatorio. A los siete a?os, el peque?o Paul comienza los estudios de viol¨ªn y, en 1890, inicia su vida profesional como m¨²sico en la Orquesta Municipal de Berna y cr¨ªtico musical en el Fredenblatt.
En 1906 se casar¨ªa con una pianista, Lily Stumpf, y durante toda su vida interpretar¨ªa, junto con su esposa y algunos amigos, obras de sus m¨²sicos preferidos, empezando, naturalmente, por Mozart, "la encarnaci¨®n ideal del ser divino y creativo", seguido por Bach y Beethoven, entre otros, y, curiosamente, Offenbach, m¨²sico con el que, adem¨¢s de una mutua pasi¨®n por Mozart, le un¨ªa, sin duda, el gusto por la ambig¨¹edad, propia a la obra de ambos artistas.
La exposici¨®n que el Centro Pompidou ha montado bajo el t¨ªtulo Klee y la m¨²sica -que es como una joya, impecablemente seleccionada y montada- pone de relieve los lazos privilegiados de la obra de Kle¨¦ con la m¨²sica, mediante una trayectoria que va de lo visual-literario-explicativo a lo abstracto sonoro.
Iron¨ªa y comicidad
En primer lugar, pues, el aspecto m¨¢s f¨¢cil y evidente de esta relaci¨®n (com¨²n con otros muchos pintores de todas las ¨¦pocas), obras ilustrativas, representaci¨®n de int¨¦rpretes e instrumentos, cantantes y espectadores. Son dibujos de l¨ªnea, a l¨¢piz o pluma, tratados, en el caso de Klee, con gran iron¨ªa e incluso comicidad, en los que de cuando en cuando aparece tambi¨¦n un sentido cr¨ªtico contra cierto tipo de m¨²sica (El pianista en apuros, 1909, o Instrumento para la nueva m¨²sica, 1914, son dos buenos ejemplos), pues para Klee (inventor y creador en las artes visuales, pero mero int¨¦rprete en las del tiempo) s¨®lo eran v¨¢lidos la m¨²sica cl¨¢sica y los principios cl¨¢sicos de composici¨®n, interes¨¢ndose muy poco por la m¨²sica de sus contempor¨¢neos. En m¨¢s de una ocasi¨®n dir¨ªa que lo que pretend¨ªa era "llevar las artes visuales al nivel que alcanz¨® la m¨²sica del siglo XVIII".En esta iconografia est¨¢ totalmente ausente la imagen del compositor, hecho curioso, puesto que, en realidad, lo que efectivamente le interesaba a Klee de la m¨²sica, en su b¨²squeda de una s¨ªntesis fundamental de las artes, era el rigor y la disciplina de la composici¨®n musical, que es lo propio del creador-compositor y que dinamizaba su sentido de la forma, gui¨¢ndole en sus invenciones formales.
A partir de 1920 (momento en que entra como profesor en la Bauhaus) aparecen en su obra otras referencias musicales diferentes y diversas, similitudes con la notaci¨®n de una partitura (que recuerdan en algunos momentos los principios de notaci¨®n musical desarrollados a partir de los a?os cincuenta), muchos de sus dibujos aparecen atravesados por l¨ªneas paralelas, como un pentagrama, a pesar de que el motivo sea arquitectural (y por ello no muy ajeno a la m¨²sica) o anecd¨®tico o literario.
A medida que desaparece el elemento figurativo en su trabajo, aparecen con mayor frecuencia la organizaci¨®n propia a este arte "no imitativo" y abstracto por excelencia que es la m¨²sica, algo tambi¨¦n com¨²n a muchos otros artistas (Kandinsky, Juipka o Delaunay, por ejemplo, quien afirmaba que la m¨²sica le llev¨® a descubrir el movimiento del color). Lo que no era tan com¨²n era la investigaci¨®n que Klee realiz¨® durante a?os sobre las estructuras del lenguaje musical, con el fin de adaptarlas a la expresi¨®n pl¨¢stica y dotar as¨ª a esta ¨²ltima del sistema y la codificaci¨®n que precisaba a su juicio.
M¨¢s de una vez dijo Klee que la m¨²sica pod¨ªa ser un arte del espacio, y las artes visuales, un arte del tiempo, puesto que "el espacio es ¨¦l mismo una noci¨®n temporal". En su camino para conseguir la integraci¨®n de lo temporal en lo visual, la polifon¨ªa, lineal o colo reada, fue su hilo de Ariana. En las obras de los a?os treinta, las l¨ªneas de los planos se superponen, transparent¨¢ndose, creando as¨ª "una complejidad y una riqueza propiamente musical", equivalente, sin duda, a la que el artista percib¨ªa en una composici¨®n de Mozart o de Bach.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.