Multitudinaria despedida del pueblo de Zaragoza al fallecido Sainz de Varanda

El pueblo de Zaragoza tribut¨® ayer una sentida y multitudinaria despedida a su alcalde, el socialista Ram¨®n Sainz de Varanda, de 61 a?os de edad, fallecido el pasado viernes tras una larga enfermedad, que le mantuvo hospitalizado los ¨²ltimos cuatro meses. Los m¨¦dicos que le atendieron fueron autorizados por la familia para que revelaran la causa ¨²ltima de su muerte, un tumor en la cabeza del que ¨¦l se cre¨ªa curado y que desencaden¨® m¨²ltiples complicaciones org¨¢nicas que le ocasionaron el fallecimiento.

El vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, y los ministros de Presidencia, Javier Moscoso, y Administraci¨®n Territorial, F¨¦lix Pons, asistieron al entierro en representaci¨®n del Gobierno central. Estuvieron tambi¨¦n presentes, Ram¨®n Rubial y Txiki Benegas, presidente y secretario de organizaci¨®n, respectivamente del PSOE, y los alcaldes de Barcelona, Valencia, Ir¨²n, San Sebasti¨¢n, Vitoria, Las Palmas, Huesca Teruel y el de Valladolid, Tom¨¢s Rodr¨ªguez Bola?os, a su vez presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias. Hubo asimismo representaciones municipales de Madrid y Sevilla.El solemne funeral se celebr¨® en la bas¨ªlica del Pilar, que se encontraba repleta de p¨²blico y de autoridades y representaciones, entre ellas el Gobierno regional en pleno, con su presidente, Santiago Marraco, a la cabeza; las Cortes regionales, alcaldes de la mayor¨ªa de los pueblos de Arag¨®n, las tres diputaciones provinciales, parlamentarios y l¨ªderes de partidos pol¨ªticos y sindicales. El f¨¦retro fue trasladado por miembros de la corporaci¨®n desde el Ayuntamiento, donde se hab¨ªa instalado la capilla ardiente, que fue visitada por miles de zaragozanos durante toda la noche, hasta la catedral del Pilar.

Las honras f¨²nebres fueron oficiadas por el arzobispo El¨ªas Yanes y m¨¢s de 30 sacerdotes en lat¨ªn, en cumplimiento del deseo que formul¨® en su d¨ªa Sainz de Varanda.

Silencio y aplausos

Terminada la ceremonia religiosa, la comitiva f¨²nebre inici¨® el lento traslado de los restos mortales del alcalde hasta el cementerio de Torrero, donde fueron inhumados en el pante¨®n familiar.A lo largo del recorrido por diversas calles c¨¦ntricas de la ciudad, numeroso p¨²blico se concentr¨® a ambos lados para dar el ¨²ltimo adi¨®s a su alcalde, en medio de un profundo silencio interrumpido a veces por los aplausos.

Las reacciones tras la muerte de Sainz de Varanda han sido m¨²ltiples elogiando su figura pol¨ªtica y humana, as¨ª como su gesti¨®n al frente del Ayuntamiento. Alfonso Guerra se limit¨® a decir que fue "un buen alcalde, un gran compa?ero y mejor amigo".