Periodista apaleada
Los comentarios de los medios de comunicaci¨®n sobre un lamentable incidente de apaleamiento por la polic¨ªa en una manifestaci¨®n, con pedrea para una periodista, reavivan en m¨ª un efecto retorsi¨®n contra lo que parece un status social privilegiado de estos ciudadanos.Entiendo que lo condenable es que se den palos, resultando anecd¨®tico que el paciente sea periodista, manifestante activo o despistado sorprendido en el fregado. Sin embargo, parece que para los medios de comunicaci¨®n lo irritante y repugnable es la circunstancia de que de los palos repartidos a diestra y siniestra encuentre alguno el colega.
Al periodista no se le puede pegar porque est¨¢ cumpliendo con su obligaci¨®n. Pues bien, para m¨ª, el manifestante, el paseante y cualquiera que all¨ª se encuentre, vaya por obligaci¨®n, por devoci¨®n o no sepa qu¨¦ hace all¨ª, es, por lo menos, tan sagrado como el periodista.
Parece que cuando la porra inmisericorde tund¨ªa a la indefensa, un colega de ¨¦sta interpuso ante el flagelador el escudo de m¨¢xima protecci¨®n: "?No la puede usted pegar, es periodista!".
Todo un mensaje de amenaza fundada. Precisamente, en un intento por evitar la represalia, las autoridades se interesar¨¢n por la periodista apaleada, los polic¨ªas la enviar¨¢n ramos de flores (los dem¨¢s apaleados ya se lamer¨¢n por s¨ª mismos). Para los medios de comunicaci¨®n, los dem¨¢s tal vez pueden ser v¨ªctimas; el colega es el m¨¢rtir.
Hace alg¨²n tiempo hubo otro ejemplo a¨²n m¨¢s llamativo: el caso Vinader. Este se?or fue condenado a tenor de una ley vigente, huy¨® de la justicia, y a la vuelta fue recibido bajo palio.
Cualquier ciudadano tiene el derecho y la obligaci¨®n de denunciar las leyes e instituciones que no consider¨¦ justas y decentes, aunque con ello est¨¦ repudiando la Constituci¨®n o la instituci¨®n m¨¢s alta (en mi opini¨®n, esas denuncias son dignas de aplauso, tanto m¨¢s cuanto menos eco social encuentren). Sin embargo, las excepciones personales en la aplicaci¨®n de las leyes no son de recibo, ll¨¢mense las personas Vinader, Tejero, el Vaquilla o Pepito.-
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