Un p¨¢rroco italiano rebaja sus servicios en protesta por el aumento de las tarifas religiosas
![Juan Arias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5a86bcd5-e5fc-49ab-b292-f3043b0fbfd4.png?auth=2d48be4f56908c68f3c88d7da3c4bd83b9078e68267346b6bac73e371847252d&width=100&height=100&smart=true)
Lo llaman ya el cura rebajas. Ha armado un zipizape en su parroquia, poco m¨¢s de una aldea, cerca de Tagliacozzo, provincia de Avezzano. Tiene 44 a?os, fue ordenado sacerdote en 1968 y se siente hijo de aquella ¨¦poca en la que los j¨®venes ped¨ªan que la imaginaci¨®n subiera al poder. Ahora, Aldo Antonelli, que as¨ª se llama el cura de las rebajas, ha desempolvado aquellas inyecciones de fantas¨ªa recibidas cuando estaba recientemente estrenado en sus funciones sacerdotales, y no se le ha ocurrido otra cosa que tapizar las paredes de su parroquia con toda una serie de pancartas en las que anuncia rebajas sensacionales, hasta el ciento por ciento, y grandes descuentos en misas, bautismos, funerales, primeras comuniones y dem¨¢s servicios eclesi¨¢sticos.Lo ha hecho como provocaci¨®n, junto con otros p¨¢rrocos lim¨ªtrofes de su feligres¨ªa, contra lo que han llamado "el esc¨¢ndalo de las tarifas eclesi¨¢sticas". Denuncian el hecho de que las misas, de golpe, hayan pasado de 500 a 1.000 pesetas, y que sean necesarias hasta 50.000 pesetas para poder casarse por la Iglesia o para poder morir cristianamente.
Amenazas de la curia
La reacci¨®n de la curia episcopal ha sido inmediata. A Aldo lo ha convocado en seguida su obispo, Biagio Terrinoni, advirti¨¦ndole, paternalmente, que si no desiste de su peregrina idea de "poner en rebajas los sacramentos" se ver¨¢ obligado, con mucha pena, a quitarle la parroquia y hasta a reducirlo al estado laical. Y el obispo ha intentado convencer al fantasioso sacerdote de que una parroquia necesita mucho dinero para sus gastos y que hay incluso que estimular hoy m¨¢s a los fieles a "ser generosos", porque con el nuevo concordato, dentro de poco, se les quitar¨¢ a los sacerdotes italianos el sueldo del Estado y tendr¨¢n que vivir de "limosnas". Pero el p¨¢rroco rebelde le ha respondido a su obispo que eso se soluciona muy bien si cada sacerdote, adem¨¢s de su parroquia, tiene un trabajo para vivir. De hecho, ¨¦l as¨ª lo ha hecho siempre.Y ha pedido, adem¨¢s, que cada parroquia, como hacen ¨¦l y algunos p¨¢rrocos m¨¢s, publique su balance econ¨®mico y que se deje la administraci¨®n de las limosnas a un comit¨¦ de seglares.
Lo que m¨¢s le ha chocado a Aldo es que tiempo atr¨¢s hab¨ªa dado mayores motivos para ser amenazado con la expulsi¨®n, como por ejemplo cuando firm¨® a favor de la ley del divorcio o del aborto, o cuando se hab¨ªa afiliado al partido comunista.
Evidentemente, el pecado de esta vez, ofreciendo rebajas en los precios de los sacramentos, ha sido considerado m¨¢s grave por el obispo. En una de las pancartas, Aldo, para justificar las rebajas de las misas al ciento por ciento, es decir, ofreci¨¦ndolas gratis, hab¨ªa escrito: "Estamos intentando defender el derecho de los consumidores, recordando que ya hace 2.000 a?os el fundador del cristian¨ªsmo prohib¨ªa severamente el comercio de las cosas sagradas consider¨¢ndolo un pecado de simon¨ªa".
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