Palomares no ha olvidado las bombas, 20 a?os despu¨¦s
Esta ma?ana, a las 10. 18, se cumplen los 20 af¨ªos de aquella otra de 1966 en la que Pedro Domingo S¨¢nchez Egea, mientras explicaba a una veintena de escolares las lecciones contenidas en cualquier enciclopedia entonces al uso, observ¨® repentinamente "un apocalipsis, con el cielo totalmente negro". A 60 metros del colegio cay¨® el tren de aterrizaje de uno de los aviones. Unas d¨¦cimas de segundo antes dos aeronaves norteamericanas, un B-52 y un nodriza, hab¨ªan chocado en el cielo de la pedan¨ªa almeriense de Palomares. Comenzaba as¨ª un accidente dram¨¢tico que dej¨® sobre la tierra y el mar siete muertos y cuatro bombas termonucleares. La que cay¨® al mar era 16 veces m¨¢s potente que la que destruy¨® Hiroshima.
Lo que pudo haber sido peor: la posibilidad real de un invierno nuclear de incalculables consecuencias. Un pescador de Aguilas, Francisco Sim¨®, Paco el de la bomba, rescat¨® el artefacto del mar. Veinte a?os despu¨¦s, Antonia Flores, de 26 a?os, alcaldesa de Palomares, socialista, ha entrega do en los ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa una petici¨®n suscrita por varios centenares de vecinos para que el plazo de presentaci¨®n de reivindicaciones por da?os que pudiese ocasionar aquel accidente no prescriba a los 20 a?os, como establece la ley de Energ¨ªa Nuclear promulgada en 1964, justo dos a?os antes del caso Palomares. Otra de las peticiones realizadas por los afectados se centra en que las revisiones y los controles cl¨ªnicos a los que hasta ahora han sido sometidos contin¨²en en el futuro, porque hasta ahora s¨®lo han recibido expedientes, en muchos casos con datos equivocados, y no los historiales cl¨ªnicos.
Para la totalidad de los vecinos los hechos siguen estando plenamente vigentes. El paso del tiempo no ha sido capaz de borrar la experiencia dram¨¢tica de un riesgo real e incalculable ni la imagen archivada en la retina del entonces ministro de Informaci¨®n y Turismo, Manuel Fraga, ba?¨¢ndose en aguas de Palomares -la imagen dio la vuelta al mundo- acompa?ado por el embajador de Estados Unidos en Espa?a, Angier Biddle Duke. "Nos prohibieron comer tomates, y ahora es lo ¨²nico que producimos", manifiesta un agricultor con tono resignado.
Detenidos en el aire
Para el maestro, el accidente no fue una sorpresa. "Llev¨¢bamos bastantes d¨ªas observando a la misma hora a dos aviones que parec¨ªan detenidos en el aire", dice Pedro Domingo S¨¢nchez, que ahora tiene 65 a?os y que en aquella ocasi¨®n compaginaba su puesto de director escolar con el de ayudante t¨¦cnico sanitario. Los cerca de un millar de vecinos de Palomares, pedan¨ªa de Cuevas del Almanzora (Almer¨ªa), dos d¨¦cadas despu¨¦s siguen en la confusi¨®n sobre lo ocurrido."Nos pon¨ªamos en una habitaci¨®n, a oscuras, porque el pueblo qued¨® sin luz, para o¨ªr Radio Pirenaica", dice una anciana de riguroso luto a la salida de misa el domingo por la tarde.
"Los yanquis s¨®lo dejaron una potabilizadora, que lleva todo el tiempo como pieza decorativa", subraya Julio Gonz¨¢lez, de 58 a?os, agricultor, quien a?ade que los aviones le destrozaron su vivienda y un cortijo. Y "s¨®lo me indemnizaron los da?os del bancal, y muy por debajo de lo que ped¨ªa".
Antonia Flores, alcaldesa ped¨¢nea de Palomares, apenas ten¨ªa seis a?os cuando el accidente. Todav¨ªa no ha logrado olvidar la pesadilla de aquel d¨ªa en que jugaba con su hermano. Flores, desde que los socialistas ganaron en las elecciones municipales de 1983 en Cuevas de Almanzora y declararon todo el municipio zona desnuclearizada, se ha desplazado en numerosas ocasiones a Madrid para pelear porque los historiales cl¨ªnicos se entregasen definitivamente a los vecinos por parte de la Junta de Energ¨ªa Nuclear (JEN). Este cap¨ªtulo todav¨ªa sigue abierto.
El Defensor del Pueblo
El defensor del pueblo, Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, recibi¨® a mediados de diciembre a la alcaldesa.Si por aquel entonces era la marquesa de Medina-Sidonia quien pon¨ªa el grito en el cielo, ahora periodistas de todo el mundo volver¨¢n a preguntarse por qu¨¦ tuvo que ocurrir ese accidente que detuvo el tiempo en Palomares hace 20 a?os. El caso Palomares tambi¨¦n ocasion¨® que Estados Unidos, ocho d¨ªas despu¨¦s del accidente, prohibiera que sus aviones con material at¨®mico sobrevolasen cielo espa?ol.
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