Revoluci¨®n afectiva
Con Falcon Crest, la serie televisiva que se ha vuelto a reponer, estamos ante la ¨²ltima revoluci¨®n de nuestra era, despu¨¦s de la inform¨¢tica, la gen¨¦tica..., y es la afectiva. Si ya de por s¨ª la serie no respeta nada, es pura defecaci¨®n de? buen sentido y de los sentimientos, por debajo de ello late el trastocamiento al que al principio me refer¨ªa: hijos de tres padres (se sustituye a la pareja tradicional), madres enamoradas fervientemente de sus hijos, sin disimularlo (el "cari?o" con el que los alude constantemente), parricidios sin fin, relaciones abuela-nietos que sustituyenla cl¨¢sica o natural madre-hijos. Sin olvidar los volitivos contactos hombre-maduro chica-joven.-
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