Placer y trabajo
Los peligros de mezclar mundos incompatibles han sido objeto de muchos filmes. Habitualmente eran las mujeres quienes ced¨ªan en la vertiente profesional y para conservar el amor del marido se transformaban en sumisas amas de hogar. A fin de cuentas, en las comedias ¨¦se era el ¨²nico objetivo sincero de la mujer y, por tanto, pod¨ªa llegar a pintarse como un triunfo.El honor de los Prizzi es una comedia negra que propone unas peque?as variaciones sobre el tema. En esta pel¨ªcula, los dos protagonistas, Jack Nicholson y Kathleen Turner, se conocen en una boda y se enamoran locamente el uno del otro. Pero es una pasi¨®n f¨ªsica, que apenas necesita de palabras, y por eso se ahorran contarse sus respectivos curr¨ªculos profesionales. Sin embargo, la realidad no perdona y las obligaciones de ambos para con sus respectivas empresas hacen acto de presencia. Ambos trabajan en lo mismo, convirti¨¦ndose, pues, en rivales, con el inconveniente a?adido de que su especialidad es ser asesinos a sueldo. En un momento dado intentar¨¢n explotar sus habilidades conjuntamente, pero les resulta muy dificil, y mucho m¨¢s cuando sus jefes respectivos les exigen que se enfrenten.
El honor de los Prizzi
Director: John Huston. Int¨¦rpretes: Jack Nicholson, Kathleen Turner, Robert Loggia, Angelica Huston, John Randolph, William Hickley. Gui¨®n: Richard Condom y Janet Roach, basado en una novela del primero. Fotograria: Andrzej Bartkowiak. M¨²sica: Alex North. Estadounidense, 1985. T¨ªtulo original: Prizzi's honor. Estreno en cines Capitol, Luchana, Carlton, Urquijo, Candilejas, Europa y La Vaguada. Madrid.
Banqueros y funcionarios
El honor de los Prizzi muestra la Mafia como una familia anclada en los m¨¢s rancios valores burgueses, que obliga a sus miembros a someterse a unos principios morales estrictos por los que el honor de la familia -ni una afrenta sin venganza- es mucho m¨¢s importante que el amor. Y el atractivo de este ¨²ltimo Huston radica en que trata a los jefes de la Mafia como distinguidos banqueros que presumen de sus a?os de experiencia, y a los asesinos a sueldo, como probos funcionarios dispuestos a aceptarlo todo con tal de escalar en el escalaf¨®n. Los sentimientos y obligaciones para con la empresa acaban por ser m¨¢s fuertes que los v¨ªnculos matrimoniales o de amor.En tanto que descripci¨®n de una familia tradicional, en la que el crimen es un curro como cualquier otro, El honor de los Prizzi aparece como un bucle final de una carrera iniciada con El halc¨®n malt¨¦s. Aquella obra maestra del cine negro hablaba de unos personajes turbios que ment¨ªan como respiraban, de una Mary Astor capaz de todo, de enamorarse y traicionar a su amor por tal de quedarse con el dinero. S¨®lo Bogart, en la frontera entre la ley y el delito, se reg¨ªa por un c¨®digo moral distinto. Ahora, 44 a?os despu¨¦s, los g¨¢nsteres son funcionarios aburguesados y nadie desempe?a el papel de Bogart, dignidad desaparecida en un contexto en el que ya no hay margen para h¨¦roes perdedores, para marginados duros y rom¨¢nticos, tal y como abundan en la filmograf¨ªa hustoniana. Aqu¨ª, en El honor de los Prizzi, domina la caricatura, el tono casi par¨®dico, y por eso lo mejor es el arranque deslumbrante, aunque permita una pintura de tipos. Luego, el relato, falto de ese personaje por el que el director sienta simpat¨ªa y est¨¦ dispuesto a rescatar del trazo r¨¢pido, pierde altura y adquiere un agradable tono menor.
El honor de los Prizzi es un filme familiar tambi¨¦n en su elaboraci¨®n. Varias de las m¨²sicas que aparecen en la cinta son bromas que Alex North dedica a Huston, de la misma manera que el personaje de la hija formidable, Angelica Huston, mantiene unas relaciones con Jack Nicholson que juegan con las de la vida real. El acabado de la pel¨ªcula es excelente, aunque la fotografla es extra?a a la obra de Huston. No hay el menor inter¨¦s por los efectos especiales o las truculencias sangrientas. El humor negro no necesita salpicaduras de hemoglobina. Los actores, por su parte, resultan todos muy divertidos, aunque algunos -como las dos mujeres- est¨¦n muy ajustados a su papel, mientras que otros -como Nicholson- sobreact¨²an con desmesura.
Babelia
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