Mitterrand y Thatcher anuncian hoy el tipo de t¨²nel que atravesar¨¢ el canal de la Mancha
SOLEDAD GALLEGO-D?AZ, El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, y la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, anunciar¨¢n hoy, en Lille, el tipo de t¨²nel que atravesar¨¢ el canal de la Mancha y unir¨¢ de forma permanente los dos pa¨ªses. Los Gobiernos de Par¨ªs y Londres han examinado cuatro proyectos diferentes, pero la Prensa brit¨¢nica estimaba ayer que ha triunfado el que prev¨¦ la perforaci¨®n de un t¨²nel exclusivamente ferroviario, tal como defend¨ªa Par¨ªs.
La decisi¨®n fue adoptada el pasado d¨ªa 16, tras prolongados estudios y discusiones entre los ministros de Transportes de los dos pa¨ªses, Nicholas Ridley y Jean Auroux, respectivamente, pero se ha mantenido en el m¨¢s absoluto secreto para permitir que sean los m¨¢ximos dirigentes pol¨ªticos quienes hagan el anuncio oficial.La idea de unir Francia y el Reino Unido por un t¨²nel surgi¨® a principios del siglo XIX, pero ha necesitado m¨¢s de 180 a?os para traducirse en un proyecto concreto, apoyado por los Gobiernos de los dos pa¨ªses. El t¨²nel tendr¨¢ como m¨ªnimo 35 kil¨®metros de largo y costar¨¢ (seg¨²n el modelo) entre 3.000 millones y 5.000 millones de d¨®lares (entre 460.000 millones y 770.000 millones de pesetas).
Hace algo m¨¢s de un a?o, Mitterrand y Thatcher dieron luz verde a las empresas de ambos pa¨ªses para que presentaran proyectos. En abril del pasado a?o, los respectivos ministerios de Transportes hicieron p¨²blicas las l¨ªneas maestras a que deber¨ªan ajustarse y los plazos de realizaci¨®n de las obras, que deben comenzar en 1987, de forma que en 1992 exista ya al menos un servicio parcial.
El t¨²nel de la Mancha ha contado siempre con m¨¢s adeptos en Francia que en el Reino Unido. En esta ocasi¨®n la disposici¨®n francesa es todav¨ªa mayor, porque esta gran obra de construcci¨®n e ingenier¨ªa puede ayudar a crear, s¨®lo en Francia, m¨¢s de 30.000 empleos. Mitterrand se apuntar¨¢ hoy un buen tanto, precisamente cuando m¨¢s lo necesita, en plena campa?a electoral ya s¨®lo 10 semanas de unas comprometidas elecciones legislativas en las que los sondeos predicen una victoria conservadora. El t¨²nel ser¨¢ tambi¨¦n decisivo para una de las regiones m¨¢s deprimidas econ¨®micamente de Francia, el Nord-Pas de Calais, donde el ¨ªndice de paro, con un 16%, se sit¨²a a cinco puntos por encima de la media nacional. Las obras permitir¨ªan compensar en parte los empleos en los astilleros de Dunquerque o en la industria sider¨²rgica de la zona.
Seg¨²n fuentes brit¨¢nicas, el Gobierno franc¨¦s se ha mostrado "conciliador" a lo largo de todas las negociaciones. Los debates entre los expertos de los dos pa¨ªses, que en ocasiones se prolongaron hasta altas horas de la madrugada, demostraron que no hab¨ªa "posturas irreconciliables", asegura, por su parte, un portavoz franc¨¦s.
El primer tema de discusi¨®n fue el econ¨®mico. Los socialistas franceses plantearon la posibilidad de que el proyecto contara con alg¨²n tipo de financiaci¨®n estatal, pero pronto aceptaron la postura de Margaret Thatcher, para quien el dinero deber¨¢ proceder, exclusivamente, del sector privado.
Par¨ªs apoy¨® firmemente, sin embargo, el proyecto presentado por el grupo Channel Tunnel-France Manche, consorcio anglo-franc¨¦s que agrupa a buen n¨²mero de sociedades y bancos galos y que propone la perforaci¨®n de dos t¨²neles destinados ¨²nicamente al ferrocarril. El Gobierno franc¨¦s no oculta que una de las condiciones b¨¢sicas del proyecto debe ser la utilizaci¨®n del llamado tren de alta velocidad (TGV), un ferrocarril superr¨¢pido fabricado con alta tecnolog¨ªa francesa que Par¨ªs pretende vender en todo el mundo.
La conexi¨®n por TGV entre Francia y el Reino Unido dar¨ªa tambi¨¦n un impulso a la construcci¨®n de la l¨ªnea Par¨ªs- Bruselas-Colonia, que se discute actualmente con B¨¦lgica y la Rep¨²blica Federal de Alemania. Los defensores del proyecto resaltaban tambi¨¦n su bajo coste (unos 3.000 millones de d¨®lares, es decir, no m¨¢s de lo que supondr¨ªa una nueva l¨ªnea de metro en Londres o Par¨ªs) y el hecho de que obviar¨ªa todos los problemas psicol¨®gicos que se puede plantear a los conductores de autom¨®viles que atraviesen un t¨²nel tan largo bajo el mar.
Los brit¨¢nicos, por su parte, parec¨ªan m¨¢s inclinados a un proyecto del grupo Expressway, que adem¨¢s de las dos v¨ªas de ferrocarril inclu¨ªa una autopista para veh¨ªculos motorizados. Thatcher tem¨ªa que un t¨²nel destinado exclusivamente al tren diera demasiado poder a los sindicatos, que podr¨ªan interrumpir en cualquier momento el tr¨¢fico desde cualquiera de los dos pa¨ªses. Expressway busc¨® en los ¨²ltimos meses acuerdos con compa?¨ªas francesas y, poco tiempo despu¨¦s, empezaron a circular rumores de que Par¨ªs estaba de acuerdo con una colaboraci¨®n entre los dos consorcios. Los rumores fueron desmentidos indirectamente desde el El¨ªseo. Finalmente parece haber prosperado el proyecto Channel Tunnel, aunque el presidente del grupo, sir Nicholas Henderson, antiguo embajador brit¨¢nico en Par¨ªs, no descarta ahora la posibilidad de estudiar en el futuro la construcci¨®n de una carretera submarina.
Francia ha sido siempre partidaria de una uni¨®n fija con el Reino Unido, hasta el extremo de que no existe pugna entre los partidos pol¨ªticos al respecto, "pese a que estamos en campa?a electoral", explica un diplom¨¢tico galo. "Los problemas pol¨ªticos pueden llegar por el lado brit¨¢nico, donde la posibilidad de suprimir la barrera del mar tiene un indudable impacto psicol¨®gico. Estam convencidos, sin embargo, de que esta vez, y casi dos siglos despu¨¦s de que el ingeniero franc¨¦s Mathieu Favier tuviera la primera idea, el t¨²nel ser¨¢ una realidad", asegura.
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