Los ministros de Trabajo europeos no han logrado un acuerdo sobre la reducci¨®n de jornada
RODOLFO SERRANO, La reducci¨®n de jornada, solicitada por los representantes de la CES y la flexibilidad del mercado de trabajo propuesta por los empresarios ir¨¢n Incluidas en la resoluci¨®n final de la III Conferencia de Ministros de Trabajo europeos, pero sin que se haya conseguido acuerdo entre los distintos pa¨ªses. El secretario general del Consejo de Europa, Marcelino Oreja, ha propuesto integrar en los planes de trabajo de esta organizaci¨®n las conclusiones de este encuentro que se clausura hoy en Madrid.
La propuesta de Marcelino Oreja, para que las conclusiones del encuentro de ministros de Trabajo se incorporen como programas a medio plazo en el plan de trabajo del Consejo de Europa, resolver¨ªa, de aceptarse, el problema de la continuidad de estas reuniones. Los representantes de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos (CES) precisamente hab¨ªan planteado el lunes que las conferencias celebradas hasta ahora se hab¨ªan quedado en declaraciones de principios que no s¨®lo no hab¨ªan tenido su reflejo en las pol¨ªticas sociales de cada pa¨ªs, sino que, adem¨¢s, no hab¨ªan sido desarrolladas por parte del propio Consejo de Europa.Aunque, tal como se?al¨® ayer uno de los directivos de esta organizaci¨®n, las conclusiones de este tipo de encuentros no son vinculantes para los pa¨ªses y se trata, sobre todo, de conseguir "una fotograf¨ªa" de la situaci¨®n europea, el hecho de que las resoluciones formen parte de los programas sobre los que trabajar¨¢ el Consejo de Europa, permitir¨¢ una mayor influencia en las medidas que adopte cada pa¨ªs. El presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, se hab¨ªa pronunciado el pasado lunes por la necesidad de que esta conferencia no se limitara a plantear alternativas y pidi¨® que presentara propuestas concretas de actuaci¨®n conjunta.
Sin embargo, las dificultades para lograr un consenso en aspectos concretos de las pol¨ªticas entre los 21 pa¨ªses determina que finalmente las conclusiones sean lo suficientemente ambiguas como para dar satisfacci¨®n a Gobiernos de muy distinta ideolog¨ªa, desde el conservadurismo a la izquierda.
Posturas enfrentadas
Un buen ejemplo puede ser el debate sobre la reducci¨®n de jornada. Las posturas, en este caso, no son s¨®lo econ¨®micas, sino que incluso parten de presupuestos filos¨®ficos de lo que debe ser el trabajo. As¨ª, mientras los pa¨ªses escandinavos abogan por reducir la jornada bas¨¢ndose, sobre todo, en que ello supone una humanizaci¨®n de las relaciones laborales, otros pa¨ªses contemplan esta posibilidad exclusivamente como f¨®rmula para acabar con el desempleo.
Pero la aut¨¦ntica dificultad est¨¢ en c¨®mo establecer una reducci¨®n de jornada que satisfaga por igual a empresarios y sindicatos. Los representantes de los trabajadores quieren la reducci¨®n de jornada para repartir el poco empleo disponible, pero sin que esta reduccion suponga una disminuci¨®n del poder adquisitivo de los salarios. Los empresarios argumentan que un recorte de jornada en estas condiciones significa un mayor coste salarial, y una falta de competitividad de sus productos. Y reclaman, por el contrario, la flexibilidad del mercado de trabajo.
La resoluci¨®n que hoy puede aprobar la conferencia de ministros, parece, por lo adelantado ayer, que busca una f¨®rmula intermedia. La reducci¨®n de jornada ser¨ªa una parte de la necesaria reorganizaci¨®n del trabajo en la que todos los pa¨ªses est¨¢n de acuerdo. Se tratar¨ªa de encontrar un nuevo concepto de la organizaci¨®n del trabajo que contemplara no s¨®lo la reducci¨®n que piden los sindicatos, sino tambi¨¦n una nueva visi¨®n de la jornada laboral -trabajos a tiempo parcial, contratos de relevo o la movilidad funcional y geogr¨¢fica- La flexibilidad del mercado de trabajo, viene a decir el Consejo de Europa, no es s¨®lo de contrataci¨®n, tambi¨¦n lo es de jornada y horarios. Y tambi¨¦n del propio sistema empresarial. En definitiva, la misma posici¨®n que ya se asumi¨® en la Conferencia de Ministros de 1983.
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