Aumentan las cr¨ªticas a Thatcher por el 'caso Westland'

El asunto Westland, que ya ha provocado la dimisi¨®n de un miembro del Gobierno de Margaret Thatcher -el secretario de Defensa, Michael Heseltine-, demostr¨® ayer que puede convertirse en el hueso pol¨ªtico m¨¢s duro de roer de la actual Administraci¨®n brit¨¢nica cuando la oposici¨®n en pleno aprovech¨® una declaraci¨®n de la l¨ªder conservadora sobre la actuaci¨®n de uno de sus ministros en el caso para pedir el caso del Gabinete en pleno.

La C¨¢mara de los Comunes estaba a tope, esperando una declaraci¨®n de la primera ministra sobre la actuaci¨®n del secretario de Estado para Industria y Comercio (ministro en la jerarqu¨ªa administrativa espa?ola), Leon Brittan, en torno a una filtraci¨®n, aparentemente hecha por su departamento, que perjudicaba al secretario de Defensa, Michael Heseltine, en su postura sobre la f¨¢brica de helic¨®pteros Westland. Thatcher reconoci¨® ayer ante la C¨¢mara que el Gobierno permiti¨® la filtraci¨®n de una carta secreta sobre Westland y que Brittan estaba implicado.Heseltine dimiti¨® el pasado d¨ªa 14, cuando la junta general de accionistas de Westland decidi¨® seguir la recomendaci¨®n de su consejo de administraci¨®n y aceptar una participaci¨®n del gigante norteamericano Sikorsky, propiedad de United Technologies, y la empresa italiana Fiat, en contra de la propuesta hecha por un consorcio europeo en el que figuraban la brit¨¢nica British Aerospace, la francesa Aerospatiale, la alemana occidental Messerschmitt y la italiana Augusta.

Una de las causas determinantes de la dimisi¨®n de Heseltine fue la publicaci¨®n de una noticia distribuida por la agencia Press Association, en la que se revelaba que el solicitor general (ayudante del fiscal general), sir Patrick Mayhew, hab¨ªa escrito al secretario de Defensa para manifestarle que, en una carta dirigida al banco representante del consorcio europeo, hab¨ªa "inexactitudes materiales". La publicaci¨®n de esa frase de la carta de Mayhew cay¨® como una bomba en los circuitos pol¨ªticos de Whitehall. El solicitor general hab¨ªa enviado una copia de su carta a Heseltine, a la primera ministra, a Brittan y al secretario del Foreign. Office, sir Geofirey Howe.

La pregunta inmediata tras la dimisi¨®n de Heseltine fue qui¨¦n era el causante de la filtraci¨®n de la carta de Mayhew. La primera ministra orden¨® una investigaci¨®n dirigida por el secretario del Gabinete, puesto desempe?ado en el Reino Unido por un funcionario imparcial, en este caso, sir Robert Armstrong. ?ste revel¨¦ que la filtraci¨®n -calificada de revelaci¨®n autorizada con el fin de que los accionistas de Westland pudieran tener conocimiento cabal de la situaci¨®n antes de tomar una decisi¨®n- provino del departamento de Industria y Comercio, con el conocimiento y autorizaci¨®n expresa del jefe de prensa de la se?ora Thatcher, Bernard Ingham.

En c¨ªrculos parlamentarios de Westminster se considera el asunto de una gravedad extraordinaria, ya que la filtraci¨®n supone una violaci¨®n de la ley de secretos oficiales, y, sin embargo, el Gobierno no piensa pedir el procesamiento del autor de la filtraci¨®n, seg¨²n revel¨® la propia primera ministra en la C¨¢mara de los Comunes.

Neil Kinnock, l¨ªder de la oposici¨®n laborista, consigui¨® ayer permiso para un debate de emergencia el lunes sobre la crisis Westland y manifest¨® que a declaraci¨®n de Thatcher s¨®lo demuestra su culpabilidad en el asunto.