Supertramp, la vida mod¨¦lica de las estrellas del 'pop'
Supertramp, una de las mejores bandas de la ¨²ltima d¨¦cada, vuelve al mundo de la m¨²sica pop despu¨¦s de tres a?os de silencio. Act¨²a hoy, tras su gira europea, en el vel¨®dromo de Anoeta, en San Sebasti¨¢n. El lunes lo har¨¢ en el Palacio de los Deportes de Bilbao; el d¨ªa 28, en el de Madrid, y al d¨ªa siguiente, en el de Barcelona. El eclipse estuvo provocado por el abandono de Roger Hodgson, guitarrista y cantante que escribi¨®, junto con Rick Davies, la mayor¨ªa de los ¨¦xitos del grupo. Sus compa?eros han necesitado todo ese tiempo para superar la crisis y volver a los escenarios. Hace unos meses presentaron con una fuerte promoci¨®n su nuevo ¨¢lbum, Brother, where you bound? (?A d¨®nde vas, hermano?), escrito ¨ªntegramente por Davies. Su presencia en Espa?a ha coincidido con otro hist¨®rico del rock, Starship.Pocos se dar¨¢n cuenta de que el nuevo Supertramp ha perdido a uno de sus fundadores. La banda se las arregl¨® siempre para difuminar la identidad de sus miembros bajo la marca del grupo y no permitir que se la identificara con una de sus estrellas. Ellos eran casi los ¨²nicos que pod¨ªan mezclarse con el p¨²blico pocos minutos antes de subir al escenario sin que sus propios seguidores les reconocieran. Lo importante era el sonido Supertramp, distinguible del de cualquier otro grupo.
"Casi nadie conoce nuestras caras", reconoce divertido Dougie Ghomson (Bass). Dougie es brit¨¢nico, como sus compa?eros, y hace grandes esfuerzos para ocultar un poco su aspecto de buen chico que empieza a echar barriga y que lleva una vida mod¨¦lica. Su ¨²nico rasgo exc¨¦ntrico es vivir con su hija de 11 a?os en un barco anclado permanentemente en un puerto deportivo de Los ?ngeles."No somos tan mosquitas muertas como parecemos, pero es verdad que hemos aprendido de los cantantes pop de los a?os sesentasetenta y que no nos dejamos destruir", explica. A Dougie no le gustan las borracheras que duran d¨ªas, ni ponerse ciego, ni tan siquiera obsesionarse con la m¨²sica. Un buen partido de f¨²tbol (no en balde naci¨® en Glasgow), bromas con los amigos y dinero suficiente para vivir bien ser¨ªa su ideal. "Yo entr¨¦ en Supertramp por un anuncio que puso Rick en una revista especializada. Me probaron y les gust¨¦. Nunca me he hecho l¨ªos con esto de la m¨²sicapop. Me gusta tocar, disfruto cuando voy de gira y estoy dispuesto a seguir mientras quieran los muchachos, pero no sacrifico todo a este mundo".
Inicios en un autob¨²s
Su compa?ero Bob Siebenberg, el bater¨ªa, se lo toma m¨¢s a pecho: "No olvido c¨®mo empezamos, en un peque?o autob¨²s tocando por los colegios, ni que ahora movilizamos hasta 112 personas y 28 grandes camiones. ?ste es un mundo raro: consigues tu sue?o y ese sue?o consume tu vida. Quieres ser uno de ellos, uno de los grandes, y cuando llegas no sabes muy bien qu¨¦ hacer a continuaci¨®n". Sin llegar a los extremos de Rick, que por mucho que se esfuerce no conseguir¨¢ nunca vestirse como un moderno de los de ahora, Bob no responde tampoco al clich¨¦ de una estrella pop: es tr¨¢nquilo, concienzudo y poco dado al alboroto. El ¨²nico del grupo que cultiva la imagen de m¨²sico nervioso, acelerado y capaz de hacer cualquier cosa inesperada es el saxo, el rubio John A. Helliwell.Ninguno de los tres, Dougie, Bob o John, hubiera sido capaz de revivir Supertramp cuando Roger Hodgson decidi¨® partir y continuar su vida profesional por su cuenta. El ¨²nico que pod¨ªa hacerlo era Rick Davies: ¨¦l era, junto con Roger, el creador del sonido de la banda. "Cuando est¨¢bamos jun tos, cada uno escrib¨ªa una canci¨®n y luego la discut¨ªamos todos". Davies no admite que existiera un conflicto entre los dos, aunque acepta que escrib¨ªan canciones muy distintas y que hab¨ªa una cier ta tensi¨®n. "Trabajar con Roger era f¨¢cil porque manten¨ªamos un continuo di¨¢logo", explica; "claro que ahora el di¨¢logo es todav¨ªa m¨¢s f¨¢cil, porque lo hago conmigo mismo". "Roger estaba cansado, quer¨ªa cambiar, romper con lo que estaba haciendo. Cuando terminamos el ¨²ltimo ¨¢lbum, Famous last words, hicimos una gira por Europa y Am¨¦rica y a la vuelta decidi¨® marcharse definitivamente y trabajar por su cuenta. Nosotros tambi¨¦n est¨¢bamos cansados y deprimidos y nos tomamos unos meses de vacaciones, pero no es cierto que Supertramp llegara a desaparecer. Simplemente, no grabamos durante tres a?os porque me decid¨ª a llevar a la pr¨¢ctica una idea que me rondaba desde hac¨ªa a?os y que nunca hab¨ªa podido terminar porque siempre ten¨ªamos otras cosas m¨¢s ligeras entre manos. ?A d¨®nde vas, hermano? me ocup¨® casi dos a?os".
Rick Davies intenta ocultar su preocupaci¨®n, pero no lo consigue. Brother, where you bound? es el primer ¨¢lbum que ha escrito completamente solo. Si fracasa, ser¨¢ su propio fracaso y tal vez el aut¨¦ntico fin de Supertramp. "Hay muchas cosas que intervienen en el ¨¦xito de un disco, aunque en definitiva el engranaje s¨®lo puede funcionar si la m¨²sica es lo suficientemente buena". Rick est¨¢ convencido de que sus ¨²ltimas canciones conservan el esp¨ªritu de Supertramp. "Siempre hemos hecho un trabajo s¨®lido. La gente sabe que puede confiar en el grupo, que le damos un buen sonido y un buen espect¨¢culo. Es la misma banda de antes, s¨®lo que sin Roger".
El plato fuerte de la reaparici¨®n de Supertramp es la canci¨®n que dio t¨ªtulo al ¨¢lbum y que, aun conservando las caracter¨ªsticas de la banda, supone, un paso adelante: una pieza de casi 20 minutos de duraci¨®n con una gran parte instrumental. "La idea de Brother... fue madurando durante varios a?os. Es un intento de llamar la atenci¨®n a la gente sobre lo que est¨¢ pasando en el mundo. Tengo la impresi¨®n de que todo esto se va al carajo y que nadie reacciona. Continuamos siendo vagos y despreocupados. Yo quer¨ªa explicar eso, decir que hay que sacar la cabeza fuera y ver a d¨®nde vas. Me preocupa. Pienso que es peligroso ir por la vida creyendo que todo est¨¢ bien, sin querer darse cuenta de la realidad".
Rick Davies explica sus temores sin que se le mueva un m¨²sculo. La presentaci¨®n oficial del disco se efectu¨® nada menos que en un viaje especial del lujoso Orient Express (Par¨ªs-Venecia) y en una fiesta ofrecida en un hotel de cinco estrellas de la playa veneciana. La factura ascendi¨® a muchos miles de d¨®lares. "?Incompatible esa denuncia y el montaje de promoci¨®n? No, no lo creo en absoluto. El mundo de la m¨²sica supone un sistema de vida, pero tambi¨¦n las t¨¦cnicas de un negocio. Siempre ha sido as¨ª. No me siento frustrado por eso. El rock and roll fue toda la vida un asunto comercial y hay que hacer frente a eso. En el fondo se trata de que la gente compre tu disco, ?no?".
"Algunos dicen que los cantantes o las estrellas de los a?os sesenta no quisieron hacer frente al montaje comercial y que por eso terminaron destruy¨¦ndose, pero yo no,estoy de acuerdo", explica Rick.
Babelia
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