Cliff Richard: "El 'rock' no es la m¨²sica del diablo"
TVE-2 dedica un programa al cantante y al grupo The Shadows
DIEGO A. MANRIQUE, Como si conociera el secreto de Peter Pan, Cliff Richard exhibe cara de adolescente y una radiante energ¨ªa. Hoy los telespectadores podr¨¢n comprobarlo viendo un programa especial en el que el cantante act¨²a con su grupo, The Shadows. Al borde de los 45 a?os, este ingl¨¦s nacido en la India colonial tiene una carrera tan extraordinaria como parad¨®jica.
Cliff Richard y The Shadows se emite hoy a las ocho de la tarde por TVE-2
Director: Miguel ?ngel G¨®mez-Mart¨ªnez. Solistas: Horacio Guti¨¦rrez, piano; Ana Higueras, soprano; Mar¨ªa Arag¨®n, mezzo; Santiago S¨¢nchez Geric¨®, tenor, y Manuel Berm¨²dez, bar¨ªtono. Obras de Espl¨¢, Beethoven y Falla. Teatro Real, 24 de enero.
Triunf¨® en 1958 como la versi¨®n brit¨¢nica de Elvis Presley, fue estrella internacional del rock and roll, se transform¨® en un cristiano militante, mantuvo una l¨ªnea honesta -con lapsus eurovisivos- y es hoy una de las instituciones vivientes de su pa¨ªs, encabezando encuestas -como la reciente del Sunday Express- en la categor¨ªa de cantante m¨¢s popular.Cliff ha visitado Espa?a para promocionar su m¨¢s reciente proyecto. "Llevo m¨¢s de un cuarto de siglo como cantante y es la primera vez que me comprometo a hacer teatro musical. Estoy contratado durante un a?o en un local del West End londinense y ?es emocionante!". Se trata de Time, una obra de otro veterano -Dave Clark- que ostenta colaboraciones de personajes tan diversos como Stevie Wonder, Laurence Olivier, Julian Lennon o Dionne Warwick.
"Me considero un cristiano contempor¨¢neo. La mayor parte de las iglesias viven ajenas a la era del chip, est¨¢n ancladas en la Edad Media. Yo me re¨²no con gente de diferentes confesiones e intercambiamos experiencias, estudiamos c¨®mo atestiguar nuestra fe en la vida diaria". Cliff lleva una doble vida musical: "Con el mismo grupo e id¨¦ntico equipo que uso en mis conciertos normales, doy regularmente recitales de m¨²sica cristiana. A veces, son las mismas canciones con las letras cambiadas. Son experiencias conmovedoras, organizadas por gente no profesional que quieren o¨ªr al Cliff Richard religioso". El d¨ªa que se celebraba el ligantesco Live Aid en ayuda de Africa, Cliff se hallaba en el norte del Reino Unido animando una de estas reuniones.
Se r¨ªe cuando se le recuerda que todav¨ªa hay grup¨²sculos fan¨¢ticos que queman discos de rock alegando que es m¨²sica diab¨®lica. "Es bueno para la industria, siempre que los hayan pagado antes. No, pienso que es absurdo. El rock no es diab¨®lico ni angelical, es lo que t¨² hagas con ¨¦l. Yo creo en su potencial para dar alegr¨ªa e inspiraci¨®n a la gente". Asegura que, si alguna vez ha cantado letras equ¨ªvocas, lo hizo sin ser consciente de su contenido. Una disculpa que, viniendo de cualquier otra estrella, ser¨ªa totalmente incre¨ªble, pero ¨¦l no tiene inconveniente en afirmar su ingenuidad b¨¢sica: "Me gustaba mucho Relax, el disco de. Frankie goes to Hollywood, hasta que me se?alaron que su contenido era bastante indecente. Sin embargo, les respeto por haber hecho un bello videoclip donde se muestra respetuosamente el nacimiento de Cristo en Bel¨¦n. Si hubiera sido un v¨ªdeo m¨ªo, me imagino que todo el mundo me hubiera vapuleado". Soltero feliz, al que no se le conocen m¨¢s esc¨¢ndalos que los derivados de la maledicencia que e describe como un homosexual reprimido, Cliff tiene palabras de censura para Frankie goes to Hollywood, David Bowie y todos los que juegan con la ambig¨¹edad: "No se dan cuenta de que tienen muchos fans de 10, 12 a?os. Para ellos, son un ejemplo nocivo ya que ofrecen im¨¢genes perversas como algo atractivo. Hay m¨²sicos j¨®venes que me han confesado que tienen que hacerlo para llamar la atenci¨®n en un negocio competitivo. Yo preferir¨ªa no tener ¨¦xitos antes de verme obligado a enga?ar a los inocentes".
Se declara en contra del apartheid pero no ve contradicci¨®n en el hecho de cantar en ?frica del Sur: "Acabo de actuar en Polonia y eso no significa que apoye al r¨¦gimen". Tambi¨¦n se define como apol¨ªtico pero presta su apoyo a movimientos moralistas y represivos. Lo explica todo con largos razonamientos sonrientes. Y no tiene inconveniente en aclarar las razones de su longevidad en el mundo de la m¨²sica popular, tan zarandeado por las modas y el dinero. "Nunca he cambiado de compa?¨ªa discogr¨¢fica. Ahora mismo, no tengo contrato con ellos pero les he cedido mi nuevo trabajo como un acuerdo entre caballeros. Es cuesti¨®n de confianza y respeto. Siempre he estado rodeado de gente que realmente me aprecia".
Recuerdo de las Sombras
Antes de los Beatles, reinaron la Sombras. The Shadows aparecieron azuzando el frenes¨ª de Cliff Richard. Eran chicos correctos, en fundados en trajes discretos, pero tocaban con fuerza y limpieza, resultado de la depuraci¨®n de los hallazgos de los m¨²sicos de Gen Vincent o Elvis. Esas bondades no pasaron desapercibidas y pronto se encontraron grabando por su cuenta.Eran los tiempos en que los temas instrumentales entraban en las listas de ¨¦xitos; los Shadows cultivaron el g¨¦nero con brillantez, desarrollando como marca de f¨¢brica una pulcritud sonora que caus¨® impacto entre los chavales que se atrev¨ªan a palpar una guitarra el¨¦ctrica. No es casualidad que el primer tema propio grabado por los Beatles fuera un instrumental titulado Cry for a shadow (LLanto por una sombra).
Todo el rock europeo de la ¨¦poca se hallaba fascinado por aquel guitarrista gafoso llamado Hank Marvin. En Espa?a, con los pobres instrumentos disponibles, se sudaba para reproducir las notas punzantes y evocadoras de Apache; cuando los Shadows se presentaron en directo, se les escuch¨® con el fervor de aprendices ante un viejo alquimista.
Pero sus alumnos de otros tiempos surgieron de Liverpool y borraron su herencia; Marvin y compa?¨ªa intentaron adaptarse, cantaron y hasta cambiaron de nombre. In¨²til: son sus primeros discos los que han quedado como paradigma de aquellos a?os bravos e inocentes.
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