El accidente obliga a replantear la necesidad de vuelos tripulados

F. G. B., Una de las consecuencias del accidente del Challenger. puede ser un replanteamiento de la necesidad de los vuelos tripulados y una futura mayor insistencia en el env¨ªo al espacio de naves no tripuladas, y la utilizaci¨®n de robots para la exploraci¨®n espacial. El ¨¦xito reciente del Voyager y las fotograf¨ªas que .envi¨® desde Saturno apoyan esta opini¨®n. Sin embargo, la NASA insiste en que la presencia humana en el espacio es insustituible. Para la agencia espacial norteamericana, se trata de un accidente en un sistema de transporte, y la tecnolog¨ªa de los transbordadores "est¨¢ probada m¨¢s all¨¢ de la fase de experimentaci¨®n".
Otro debate ya abierto es la conveniencia de suspender el env¨ªo de ciudadanos normales, un hecho que estaba sirviendo al Gobierno para estimular el inter¨¦s publico en la carrera espacial. La NASA cree que s¨®lo si se env¨ªan hombres al espacio el programa seguir¨¢ siendo apoyado por los norteamericanos y el Congreso.
La directora de la Comisi¨®n Nacional del Espacio, Marcia Smith, que en un mes deber¨¢ presentar al presidente un informe sobre los objetivos en el espacio hasta el siglo XXI, afirm¨® ayer: "Pobablemente pasar¨¢n muchos meses e incluso un a?o hasta que veamos m¨¢s vuelos tripulados del transbordador". El temor es que la causa del accidente no est¨¦ relacionada con una pieza sino que se trate de un fallo del sistema, lo que da?ar¨ªa gravemente el programa.
Misiones aplazadas
El da?o ya es muy grande. Este a?o iba a ser "el m¨¢s importante desde el comienzo de la era espacial", con 15 lanzamientos de transbordadores como el Challenger. Con su p¨¦rdida s¨®lo quedan otros tres, lo que significa una disminuci¨®n f¨ªsica del 25% de los efectivos materiales del programa.
El impacto inmediato del accidente provocar¨¢ muy probablemente el aplazamiento de dos vuelos previstos para mayo, encaminados a estudiar el Sol y J¨²piter, as¨ª como la colocaci¨®n en el espacio de un gran telescopio previsto para octubre. Es dif¨ªcil evaluar el da?o que la cat¨¢strofe ha causado a los programas militares, para los que el transbordador espacial supone una importante plataforma. El sistema de defensa espacial, conocido como Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), no es excesivamente dependiente del programa del Shuttle (transbordador), asegur¨® ayer el diario The New York Times. Sin embargo, el Pent¨¢gono pensaba utilizar tres veces este a?o estas naves para experimentos militares y para poner en ¨®rbita sat¨¦lites secretos.
El Pent¨¢gono ya se estaba quejando de la falta de fiabilidad de los vuelos de la NASA, con sus repetidos retrasos, y sectores militares han presionado para tener su propio sistema de lanzamiento. El Congreso y el presidente rechazan tambi¨¦n la idea de que se militaricen la NASA y el programa espacial, pero Reagan ya ha confirmado que se trata de una agencia civil y que seguir ¨¢ bajo el control de los civiles, funcionando, en lo posible, sin secretismo, como lo est¨¢ demostrando las horas siguientes a este accidente.
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