La verdadera disyuntiva del refer¨¦ndum
Lo primero que conviene aclarar bien son los t¨¦rminos de la cuesti¨®n, y me parece que la disyuntiva que est¨¢ en la base del problema OTAN s¨ª, OTAN no, radica en lo siguiente: ?nos interesa a los espa?oles formar parte de uno de los bloques militares en presencia o no? ?Cu¨¢les son sus ventajas y sus inconvenientes? Esto es lo que hay que explicarle claramente al pueblo espa?ol, y no empezar a poner en marcha, desde el Gobierno, el mecanismo diab¨®lico, por la confusi¨®n y tergiversaci¨®n que entra?a, consistente en situar la pol¨¦mica entre la derecha fraguista que preconiza la abstenci¨®n y los dirigentes del PSOE, que ahora defienden la permanencia en la OTAN. ?sa no es la pol¨¦mica, pues la realidad sencilla es que tanto Fraga como Gonz¨¢lez est¨¢n de acuerdo en que Espa?a permanezca en la OTAN, en contra de la opini¨®n mayoritaria, seg¨²n las encuestas de los espa?oles, incluidos, como es l¨®gico, la mayor¨ªa de los que les votaron en las ¨²ltimas elecciones. Por tanto, en este tema no se trata de someter a refer¨¦ndum la labor del actual Gobierno, ni mucho menos caer en la trampa de un plesbicito sobre la figura del presidente del Ejecutivo, ni de una batalla entre las izquierdas y las derechas, y mucho menos entre los que supuestamente quieren contribuir a la defensa de Occidente y los que no. Todo esto no ser¨ªa m¨¢s que cortinas de humo para confundir al personal. Si realmente nos creeemos que el pueblo espa?ol es maduro y ha sabido siempre escoger su camino con clarividencia, cuando le han dejado, preg¨²ntesele con claridad si quiere o no que Espa?a siga perteneciendo a ese bloque militar que se llama OTAN y que cada cual, asumiendo sus responsabilidades, ofrezca sus argumentos en un sentido o en otro. Dejando sentado, desde el principio, que el pueblo espa?ol tiene plena soberan¨ªa para hacerlo y que en el supuesto de que prefiera salir de la OTAN aqu¨ª no va a pasar absolutamente nada que no sea la manifestaci¨®n de un acto de soberan¨ªa que entiende que la salida de la OTAN significa "salir del dominio de la guerra", y que, en su consecuencia, el Gobierno, que no est¨¢ sujeto jur¨ªdicamente al mismo, s¨ª lo est¨¢ pol¨ªticamente y tendr¨¢ que tomar las medidas oportunas para que dicha voluntad nacional se cumpla. Pues crear en la opini¨®n p¨²blica la difusa sensaci¨®n de que la salida de la OTAN puede crearnos dificultades, que no se explican, supone un chantaje intolerable y a la vez carente de fundamento.Las 50 preguntas
Como comienzo del debate quiz¨¢ fuese profil¨¢ctico recordarle a la opini¨®n p¨²blica los argumentos que en su d¨ªa fueron patrimonio del conjunto de las fuerzas progresivas y que el PSOE hizo suyos, publicando un folleto titulado Cincuenta preguntas sobre la OTAN, en el que tomaba posici¨®n ante ella. En este folleto se dicen cosas interesantes, sensatas y realistas, como las siguientes:
1. ?Se puede firmar el pacto atl¨¢ntico sin pertenecer al mando militar integrado de la OTAN? En teor¨ªa s¨ª, pero en la pr¨¢ctica es m¨¢s dificil, ya que es la organizaci¨®n militar integrada la m¨¦dula espinal del Pacto Atl¨¢ntico. En consecuencia, no ser¨ªa realista firmar el pacto pensando en no adherirse al mando militar integrado.
2. ?Es preciso ser miembro de la OTAN para integrarse en la CEE? No. Irlanda es miembro de la CEE y no lo es de la OTAN... Relacionar ambas cuestiones es ya un error de principio, y utilizar p¨²blicamente el trueque y el cambio sobre cuestiones tan fundamentales constituye un singular tropiezo pol¨ªtico, diplom¨¢tico y un enga?o al pueblo.
3. ?Qui¨¦n ejerce el mando militar en la OTAN? El mando militar de la OTAN est¨¢ b¨¢sicamente en manos norteamericanas.
4. ?Qu¨¦ compromisos adquiere Espa?a si ingresa en la OTAN? En las circunstancias actuales en que la Administraci¨®n Reagan busca ampliar la acci¨®n desde la OTAN a otros escenarios, las implicaciones para nuestra pol¨ªtica exterior en el Mediterr¨¢neo, en el Golfo P¨¦rsico y en el Pr¨®ximo Oriente ser¨ªan inevitables. Vendr¨ªa al caso recordar -a?ado yo- que los italianos ya han comprobado dicha implicaci¨®n en la actual situaci¨®n, de tensi¨®n entre la actitud agresiva de Estados Unidos con respecto a Libia.
5. ?La entrada de Espa?a en la OTAN aumentar¨ªa el riesgo de nuclearizaci¨®n de Espa?a? Si contin¨²a, lo que es probable, la tendencia a la nuclearizaci¨®n de la OTAN en Europa, ser¨ªa casi imposible que Espa?a, si entrase en ella, fuese a medio plazo una excepci¨®n. Ahora, el Gobierno -a?ado yo- pretende convencemos que va a lograr lo imposible.
6. Espa?a n la OTAN, ?hace correr mayores riesgos que los asumidos en la actualidad a nuestra poblaci¨®n civil? Evidentemente, los riesgos para la poblaci¨®n civil se incrementan considerablemente, puesto que Espa?a se convierte en objetivo prioritario en caso de conflicto.
7. La entrada en la OTAN, ?rompe la tradici¨®n de neutralidad de Espa?a? Espa?a tiene una larga tradici¨®n de neutralidad, que ha proporcionado buenos resultados a los intereses del pa¨ªs... La entrada en la OTAN es un paso de gigante en un camino hacia la dependencia autom¨¢tica de situac¨ªones externas y no controlables por un pa¨ªs medio, como el nuestro. Se podr¨¢ decir -a?ado yo- que esa neutralidad se rompi¨® con la firma de los tratados de 1953 con los Estados Unidos y que supusieron la instalaci¨®n de bases americanas en nuestro territorio. Mas no es lo mismo el tratado sobre las bases que el tratado sobre la OTAN. El primero es un acuerdo bilateral que puede ser denunciado, o reducido, o transformado a su t¨¦rmino, mientras el segundo es una estructura org¨¢nica multilateral fusionada en el orden militar y pol¨ªtico con implicaciones econ¨®micas y cultural-ideol¨®gicas del que o salimos a trav¨¦s del refer¨¦ndum o permaneceremos en ¨¦l hasta su disoluci¨®n, o por v¨ªa pac¨ªfica y paralela a la del Pacto de Varsovia, cuesti¨®n en la que tendremos nula capacidad de decisi¨®n, o por disoluci¨®n con nosotros incluidos como material de fisi¨®n.
8. ?Qu¨¦ efectos tendr¨ªa sobre la pol¨ªtica exterior de Espa?a? Disminuye al m¨¢ximo la autonom¨ªa de la pol¨ªtica espa?ola en el Mediterr¨¢neo, en el Pr¨®ximo Oriente y en Am¨¦rica Latina; se terminar¨ªa por hacer la pol¨ªtica de la superpotencia rectora de la OTAN.
9. Una vez integrada en la organizaci¨®n, ?podr¨ªa Espa?a salir de la misma? Es un proceso que exigir¨ªa una voluntad pol¨ªtica clara y que, aunque complicado, es posible.
Todos estos argumentos siguen siendo perfectamente v¨¢lidos hoy en d¨ªa, y no resulta serio ni convincente decir simplemente que se ha cambiado de opini¨®n y que el pueblo espa?ol tiene que confiar en
sus gobernantes o que debemos compartir un destino com¨²n, en todos los sentidos, con nuestros socios occidentales. Porque es bien sabido que se puede ser un pa¨ªs occidental europeo sin ser miembro de la OTAN, como son los casos de Suiza, Austria, Finlandia, Suecia, Irlanda, Chipre o Malta, como tambi¨¦n se puede ser un pa¨ªs europeo oriental y no pertenecer al Pacto de Varsovia como en los casos de Yugoslavia y Albania. El Gobierno tiene que explicar por qu¨¦ Espa?a tiene que permanecer en la OTAN, demostrando con ello bastante menos dignidad nacional que Irlanda, que se niega mientras tenga pendiente el tema de Irlanda del Norte. Tiene que explicar por qu¨¦ Espa?a no podr¨ªa tener una pol¨ªtica exterior de neutralidad, como tienen otros pa¨ªses europeos (caso de Suecia) -a los que les va mucho mejor que a nosotros en todos los terrenos- y por qu¨¦ quiere, por el contrario, condenarnos a una p¨¦rdida real de soberan¨ªa nacional, con aumento de los riesgos para la poblaci¨®n civil al convertir a Espa?a en objetivo prioritario del otro bloque, involucrarnos en conflictos y tensiones que no tienen nada que ver con nuestros intereses, sin cubrir nuestras necesidades de seguridad, cre¨¢ndonos dificultades en nuestra pol¨ªtica exterior cara a Am¨¦rica Latina, Extremo Oriente y norte de ?frica, at¨¢ndonos a perpetuidad a las decisiones de Estados Unidos.
Los partidarios de la permanencia en la OTAN deber¨ªan dar razones convincentes, pues todav¨ªa no las he escuchado. Porque, de lo contrario, el pueblo espa?ol podr¨ªa sacar la conclusi¨®n de que se le argument¨® en su d¨ªa en contra de la OTAN para sacarle el voto en las elecciones de 1982, y una vez conseguido el objetivo se dice y se practica todo lo contrario de lo que se prometi¨®. Es peligroso enga?ar una vez a la opini¨®n p¨²blica, puede llegar a ser explosivo enga?arla por sistema, aparte de ser propio de pol¨ªticos irresponsables.
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