Lord Wimborne, dispuesto a vender el cuadro de Goya al Gobierno espa?ol con un "importante descuento"
El hombre que export¨® 'La marquesa de Santa Cruz' est¨¢ encarcelado en Argentina
Lord Wimborne, actual propietario del cuadro de Francisco de Goya La marquesa de Santa Cruz, est¨¢ dispuesto a no sacar el lienzo a subasta p¨²blica y vend¨¦rselo al Gobierno espa?ol al precio normal del mercado internacional, "menos un importante descuento". "El Gobierno espa?ol", ha contestado el Ministerio de Cultura, "no puede aceptar que el cuadro sea objeto de comercio normal". Lord Wimborne compr¨® el lienzo de Francisco de Goya a Pedro Antonio Saor¨ªn Bosch, que actualmente est¨¢ encarcelado en una prisi¨®n de Argentina acusado de presunto delito de estafa.
Lord Wimborne y sus abogados, que insisten en que sus documentos est¨¢n en regla, aunque no quisieron mostrarlos al enviado especial de este peri¨®dico, dijeron que vender¨ªan el cuadro de Goya al Gobierno espa?ol con una importante rebaja en el precio y paralizar¨ªan, pues, la subasta proyectada. "Estamos dispuestos a estudiar cualquier oferta que nos haga el gobierno espa?ol", declar¨® Wimborne.Fuentes del Ministerio de Cultura espa?ol aseguran que en los documentos aludidos, utilizados para la exportaci¨®n del cuadro, figura una Direcci¨®n General del Patrimonio, inexistente, perteneciente al Ministerio de Educaci¨®n.
Seg¨²n la versi¨®n de lord Wimborne, La marquesa de Santa Cruz abandon¨® Espa?a el 6 de abril de 1983 a bordo de un Jumbo 747 de la compa?¨ªa Aerol¨ªneas Argentinas. El lienzo, que es de grandes dimensiones, viaj¨® entero, sin doblar, en la bodega de ese avi¨®n -vuelo 1.126- que cubri¨® el trayecto de Madrid a Z¨²rich (Suiza). Son datos que ha aportado ahora lord Wimborne, el actual propietario de La marquesa de Santa Cruz, que asegura hab¨¦rselo comprado al d¨ªa siguiente, 7 de abril, por mucho dinero -no quiso precisar la cantidad- a Pedro Antonio Saor¨ªn Bosch, el hombre que factur¨® el cuadro y viaj¨® con ¨¦l hasta Z¨²rich.
Pedro Antonio Saor¨ªn Bosch, que al parecer nunca volvi¨® a Espa?a desde entonces, est¨¢ actualmente encarcelado en la prisi¨®n argentina de Villa Devoto, acusado de presunta estafa, informa Mart¨ªn Prieto desde Buenos Aires.
Saor¨ªn es uno de los tres personajes relacionados con este asunto procesados por la justicia espa?ola. Los otros son el marchante londinense de arte Michael Simpson y la propietaria del cuadro hasta 1983, Mercedes Fern¨¢ndez Vald¨¦s, que vendi¨® el cuadro a Saor¨ªn.
"No somos contrabandistas"
El Gobierno espa?ol ha cursado, a trav¨¦s de los canales habituales en estos casos, tres demandas de extradici¨®n a la Rep¨²blica Argentina, pero las tres han sido desestimadas en aquel pais por defectos de forma. Una nueva petici¨®n de extradici¨®n ser¨ªa dif¨ªcil de conseguir, porque tendr¨ªa prioridad el presunto delito cometido en Argentina.Lord Wimborne, despu¨¦s de comprar el cuadro a Saor¨ªn, lo envi¨® a Los ?ngeles. La marquesa de Santa Cruz, seg¨²n cuenta Wimborne, viaj¨® a aquella ciudad norteamericana el 11 de mayo de 1983. Un abogado del grupo era el encargado de portarlo. All¨ª lo ofreci¨® al Museo Paul Getty, que, alertado por el Gobierno espa?ol, rechaz¨® la oferta. Este museo, fundado por el millonario del mismo nombre, se ha hecho acreedor a cierta reputaci¨®n en el mundo del arte por la compra de obras de arte particularmente valiosas.
"Me sorprendi¨® que alertaran al Museo Getty diciendo que era un cuadro robado", dice Wimborne. "Si nosotros hubi¨¦ramos tenido alguna duda de que el cuadro era robado, no lo habr¨ªamos comprado. No somos contrabandistas".
Geoffrey Grime, director de la firma Coopers & Lybrand, con sede en la isla de Jersey, y administrador de los bienes de Wimborne, dice que le sorprende saber que Michael Simpson est¨¦ perseguido por la justicia espa?ola. "En agosto de 1983, Scotland Yard interrog¨® a Simpson por requerimiento de la Interpol", dice Grime. "Desde entonces, nadie le ha vuelto a molestar. Me parece injusto que sigan poniendo en entredicho el nombre de un marchante de arte tan conocido".
Rechazada la oferta por parte del Museo Paul Getty de Los ?ngeles, el abogado del grupo Wimborne volvi¨® el 10 de julio de 1983 con La marquesa de Santa Cruz a Z¨²rich. "El cuadro", dice ahora Wimborne, "ha permanecido hasta diciembre de 1985 en una c¨¢mara de seguridad de la zona libre del aeropuerto de Z¨²rich".
La marquesa de Santa Cruz est¨¢ ahora en Londres, en la sala de subastas Christie's, con una licencia de estancia temporal en el Reino Unido. Para Wimborne, el Gobierno brit¨¢nico no tiene nada que ver en el conflicto que se ha creado con el Gobierno espa?ol. El grupo familiar de lord Wimborne, que fund¨® en el siglo pasado un negocio de altos hornos, tiene su sede oficial en la isla de Jersey, que constituye un para¨ªso fiscal. Lord Wimborne vive desde hace 10 a?os en Par¨ªs y dice tener una colecci¨®n de arte formada fundamentalmente por pintura inglesa del siglo XVIII.
Lord Wimborne insiste en que los contactos con el Gobierno espa?ol desde que ostenta la propiedad de La marquesa de Santa Cruz han sido constantes. "Si hemos decidido subastar el cuadro ahora ha sido despu¨¦s de intentar, desde el principio, vend¨¦rselo, y sin ¨¦xito, a las autoridades espa?olas".
Las nubes del cuadro
Seg¨²n Wimborne, sus abogados han mantenido contacto, fundamentalmente, con un abogado espa?ol que actuaba en representaci¨®n del Gobierno espa?ol."La primera reuni¨®n se celebr¨® en Par¨ªs, en febrero de 1985", dice Grime; "la segunda, en Londres, en marzo de 1985, y la tercera en Madrid, en mayo de 1985. En diciembre de ese mismo a?o enviamos una carta con el ultim¨¢tum; vender el cuadro en p¨²blica subasta es una forma de limpiar nuestro nombre".
Tanto Wimborne como los abogados de su compa?¨ªa se negaron nuevamente a facilitar el nombre de ese abogado espa?ol, que, seg¨²n ellos, "pertenece a un conocido bufete madrile?o" y que ha participado en las negociaciones.
El Ministerio de Cultura, por su parte, insiste en que no ha habido, oficialmente, gestiones en este sentido. Cuando a lord Wimborne se le pregunta si no tiene la tentaci¨®n de quedarse con el cuadro de Goya, dice: "Lo compr¨¦ para hacer negocio; adem¨¢s, no puedo guardarlo porque hay muchas nubes alrededor".
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