La policia crey¨® durante tres hora que los terroristas estaban localizados en la calle de Toledo
Un millar de polic¨ªas someti¨® ayer a estrecha vigilancia durante m¨¢s de tres horas la manzana en la que se encuentra el inmueble de la calle de Toledo n¨²mero 134. En el garaje de ese edificio hab¨ªa sido hallado una hora despu¨¦s del atentado un Renault 18 cuyos tres ocupantes mantuvieron, despu¨¦s de las once de la ma?ana, un tiroteo con dos polic¨ªas motorizados en la circunvalaci¨®n M-30. Los ocupantes del veh¨ªculo lograron escapar, seg¨²n todos los indicios, por una de las salidas posteriores del garaje, burlando el cerco policial. Durante cerca de tres horas la polic¨ªa consider¨® que los ocupantes del veh¨ªculo eran los asesinos del militar, extremo no confimado oficialmente.
Pasadas las once de la ma?ana, el conductor de un Renault 18, matr¨ªcula C-3373-0, intent¨® atropellar a dos agentes que pretend¨ªan detenerle en la M-30 tras considerar sospechosos a sus ocupantes, seg¨²n informaron en fuentes del Ministerio del Interior. Fue entonces cuando se dio la alarma. Un coche y un helic¨®ptero de la Polic¨ªa Nacional iniciaron la persecuci¨®n del R- 18, que hab¨ªa sido robado a punta de pistola antes de las once de la ma?ana en el Parque de las Avenidas, que se encuentra a un par de estaciones de metro de la calle de Diego de Le¨®n. En esta calle fue donde la polic¨ªa hall¨® posteriormente el coche Volskwagen Passat utilizado por los asesinos del vicealmirante Crist¨®bal Col¨®n y su conductor, lo que hizo pensar que los autores pudieron abandonar el primer veh¨ªculo y tomar el otro.En el Puente de Toledo el coche policial perdi¨® de vista al veh¨ªculo huido, que fue seguido desde el aire por el helic¨®ptero. La dotaci¨®n del aparato avis¨® de que el Renault hab¨ªa sido- abandonado frente al garaje del n¨²mero 134 de la calle de Toledo. El veh¨ªculo presentaba un impacto de bala en el piloto trasero izquierdo, que se produjo durante la persecuci¨®n.
Alas 11.40, fuentes de la Jefatura de Polic¨ªa de Madrid informaron que en ese momento exist¨ªa una "operaci¨®n policial" en la calle de Toledo, tras recibirse una llamada an¨®nima en el servicio del 092 (Polic¨ªa Municipal). Un impresionante despliegue policial se concentr¨® a lo largo de la calle de Toledo, acordadonada desde el primer momento, y la primera misi¨®n fue registrar el R-18, por si conten¨ªa explosivos.
Lo intrincado de la zona, con numerosos subterr¨¢neos y pasadizos, facilit¨®, en opini¨®n de los vecinos, la huida de los presuntos terroristas desde el garaje. La manzana donde se encuentra est¨¢ limitada por las calle de Santa Casilda, paseo de los Pontones, calle de Toledo y un pasadizo que une estas dos ¨²ltimas v¨ªas. Los garajes de cuatro inmuebles de la calle de Toledo, entre ellos el n¨²mero 134, est¨¢n intercomunicados y tienen acceso al mencionado pasadizo.
Desde ¨¦ste se puede acceder f¨¢cilmente a una v¨ªa del ferrocarril y a un descampado sembrado de ruinas, que llega hasta el Paseo Imperial. En ese laberinto existe, adem¨¢s, un callej¨®n que une el paseo de Pontones con el patio com¨²n a toda la manzana.
La polic¨ªa en ning¨²n momento asegur¨® que los terroristas pudieran estar en la zona, si bien procedi¨® a un peinado que afect¨® a unas 600 viviendas.
A las 12.30, una decena de miembros del equipo de desactivaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional aproxim¨® al veh¨ªculo, con un sistema teledirigido, un robot de detecci¨®n de explosivos, marca Morfax de Londres, con movimiento aut¨®nomo mediante una oruga. El robot llevaba incorporadas una c¨¢mara de v¨ªdeo y una escopeta, que realiz¨® un disparo para abrir el cap¨® del veh¨ªculo. La c¨¢mara efectu¨® una filmaci¨®n del interior del cap¨®, momento en el que se acerc¨® un miembro del equipo de desactivaci¨®n para finalizar el rastreo.
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