Clamor popular en Hait¨ª para que alg¨²n pa¨ªs se decida a conceder asilo a Duvalier
La oposici¨®n, medios intelectuales y el pueblo de Hait¨ª han manifestado su decepci¨®n y pesar ante la decisi¨®n de varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a, de no conceder asilo pol¨ªtico al presidente vitalicio de la Rep¨²blica, Jean-Claude Duvalier, de 34 a?os. Todos los haitianos interrogados ayer en Puerto Pr¨ªncipe por el enviado especial de este peri¨®dico coinciden en la necesidad de una salida de Duvalier cuanto antes. "Para que se vaya es necesario un pa¨ªs que lo reciba", declar¨® Gregoire Eugene, presidente del Partido Socialcristiano, el ¨²nico partido legal de oposici¨®n en Hait¨ª. Eugene dijo a este peri¨®dico que la poblaci¨®n de Hait¨ª "est¨¢ interesada hasta tal punto en que termine esta crisis para el restablecimiento de la vida que la partida de Duvalier es algo deseado por todos". "Que se vaya a cualquier pa¨ªs", a?adi¨® Eugene, "a Espa?a o a donde sea".
La misma t¨®nica se advierte en comentarios de artistas e intelectuales consultados por este peri¨®dico: "Que se vaya, para que cesen las matanzas". Ya a la hora del desayuno, ayer, la posible salida del presidente era el centro de las conversaciones en Puerto Pr¨ªncipe. De forma espont¨¢nea, en un restaurante de la capital, un -camarero dijo al enviado especial de EL PAN: "Espa?a no le quiere, y nadie le quiere, pero mientras tanto van a seguir aqu¨ª mat¨¢ndonos". La cajera le interrumpi¨®, en creole, para advertirle: "Ten cuidado con lo que dices y piensa en tus hijos".
El salesiano Jean Beltran Aristide, uno de los sacerdotes m¨¢s combativos en la oposici¨®n de la Iglesia contra el r¨¦gimen, se mostr¨® incluso de acuerdo con una intervenci¨®n norteamericana en Hait¨ª para acabar con Duvalier. Seg¨²n Aristide, "si los norteamericanos lo hacen, estar¨ªa de acuerdo para evitar m¨¢s muertos; ser¨ªa mejor otro Gobierno capitalista, contra el que tendr¨ªamos que seguir luchando en un segundo tiempo, que luchar como ahora contra los tontons macoutes" (milicia civil armada del r¨¦gimen duvalierista).
Por Puerto Pr¨ªncipe circulan con insistencia rumores de matanzas realizadas por los temidos tontons macoutes, pero ninguna de las referencias ha podido ser confirmada y varias resultaron completamente falsas. La situaci¨®n en esta capital ofrece la apariencia de una cierta normalidad. Los comercios est¨¢n abiertos en su mayor¨ªa desde el mi¨¦rcoles. El Gobierno haitiano se sac¨® de la chistera un decreto del 15 de junio de 1957 que hab¨ªa sido ordenado por el Gobierno militar inmediatamente anterior a la llegada al poder de Pap¨¢ Doc, el padre del actual presidente, con motivo de una. huelga de comerciantes. Por temor a las duras sanciones previstas por el decreto, los comerciantes han vuelto a abrir en Puerto Pr¨ªncipe.
No hay noticias en las ¨²ltimas horas de disturbios en las provincias. Esto no significa que la situaci¨®n de Hait¨ª est¨¦ normalizada, sobre todo cuando del extranjero llegan noticias de que el presidente ha solicitado asilo pol¨ªtico en diferentes pa¨ªses. Fuentes oficiales del Gobierno haitiano han negado categ¨®ricamente esta petici¨®n de asilo. En la radio oficial, Radio Nacional, han comenzado los ataques contra las "manipulaciones e intoxicaciones" de las agencias y la Prensa extranjeras.
Cerrojo informativo
El consenso general es que la condici¨®n previa para la salida d¨¦ la crisis es la marcha de Duvalier. A lo largo del mi¨¦rcoles hubo frecuentes idas y venidas entre la Embajada de Estados Unidos, el Ministerio de Asuntos Exteriores haitiano y el palacio presidencial. Diplom¨¢ticos y periodistas se quejan del cerrojo informativo de la Embajada de EE UU en Puerto Pr¨ªncipe. Esta cerraz¨®n parece explicable despu¨¦s del ins¨®lito anuncio equivocado que hizo el pasado mi¨¦rcoles el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, sobre la salida del presidente Duvalier.La inc¨®gnita sobre el futuro de Hait¨ª, despu¨¦s de Duvalier, se centra en la actitud que tomar¨¢n los tontons macoutes, que a lo largo de 28 a?os han aterrorizado al pa¨ªs con sus cr¨ªmenes. El Ej¨¦rcito cuenta con unos 5.000 hombres, y ¨¦l n¨²mero de tontons macoutes es mucho mayor. D¨ªas atr¨¢s, el portavoz del Gobierno haitiano, Guy Meller, declar¨® a este peri¨®dico que en Hait¨ª hay medio mill¨®n de hombres armados. Esta cifra parece desorbitada y responde quiz¨¢ a la intenci¨®n de difundir la idea de que habr¨¢ una matanza si cae el r¨¦gimen de Duvalier.
El n¨²mero de tontons macoutes no debe rebasar los 100.000, que ser¨ªa una cantidad suficiente como para desencadenar una katanguizaci¨®n de Hait¨ª, una situaci¨®n similar a la de Zaire tras su independencia. Llama la atenci¨®n en Puerto Pr¨ªncipe el ver por las calles con frecuencia patrullas mixtas de soldados y macoutes, como si hubiese necesidad de una vigilancia mutua.
Muchas de las manifestaciones de d¨ªas pasados en Hait¨ª surgieron al grito de "?Viva el Ej¨¦rcito!". Sin embargo, los macoutes son odiados. El salesiano Aristide dice que "son como animales feroces; los ,inocentes est¨¢n frente a animales que saben que se juegan la ¨²ltima carta y no les queda nada m¨¢s".
A?ade el sacerdote que es posible que haya una matanza. "Esas gentes han pasado 28 a?os gobernando con intenciones diab¨®licas. Son profesionales del mal, basta con ver lo que es Hait¨ª ahora: la corrupci¨®n'y la miseria institucionalizada. Seguro que no son personas humanas. Son lo que yo llamo el diablo, la encarnaci¨®n del diablo en la persona que hace el mal. Ellos ven la posibilidad de poner al pa¨ªs a sangre y fuego, y lo har¨¢n".
Esta ser¨ªa la peor de las hip¨®tesis sobre el final del r¨¦gimen. La oposici¨®n moderada de Hait¨ª coincide en la necesidad de "aglutinar a todas las fuerzas y pasar una esponja para borrar el pasado".
Los autodenominados l¨ªderes de la oposici¨®n coinciden en atribuirse la capacidad de lograr la unidad nacional, de ser amigos de Estados Unidos y de estar cualificados para suceder a Jean-Claude Duvalier tras unas elecciones libres.
El problema de la oposici¨®n y de los c¨ªrculos diplom¨¢ticos de Puerto Pr¨ªncipe es la posibilidad de conseguir una salida sin traumas de Duvalier. Por eso se produjo decepci¨®n y pesar al conocerse la noticia de que varios pa¨ªses le ha b¨ªan negado asilo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.