Ingenieros de la NASA avisaron el a?o pasado sobre el peligro de accidente en los cohetes propulsores del "Challenger"

Ingenieros de la agencia espacial norteamericana NASA avisaron el a?o pasado de que las junturas de los dos cohetes propulsores del Challenger corr¨ªan el riesgo de romperse y provocar una explosi¨®n, seg¨²n indican documentos de la propia agencia. La noticia ha surgido en torno a la hip¨®tesis de que las bajas temperaturas que provocaron una ins¨®lita helada en Florida la noche anterior al lanzamiento el pasado 28 de enero hubieran sido la causa de una fisura en los cohetes, cuyo material no estaba preparado para aguantar temperaturas por debajo de cero grados.

Se ha sabido en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el accidente que la noche antes del lanzamiento t¨¦cnicos de la NASA discutieron en varias conversaciones telef¨®nicas con la empresa constructora de los cohetes propulsores, Morton Thiokol Inc., los posibles efectos de las bajas temperaturas en las junturas. La NASA asegura ahora que Morton Thiokol recomend¨® seguir adelante, aunque el jefe del programa de transbordadores, Jesse W. Moore, afirma que no estaba al corriente de la existencia de estas conversaciones telef¨®nicas.Esta especulaci¨®n es la que mejor explica los hechos conocidos hasta ahora: la fotograf¨ªa en que puede verse claramente la peque?a llama en un lateral del cohete propulsor diez segundos antes de la explosi¨®n, as¨ª como la supuesta p¨¦rdida de potencia durante los primeros segundos tras el despegue, que, si bien no ha sido confirmada oficialmente, muchos de los presentes en cabo Ca?averal aseguraron haber notado el d¨ªa del suceso.

Otros factores que quiz¨¢s influyeron en la explosi¨®n han ido saliendo a la luz. La carga del Challenger era la m¨¢s pesada que jam¨¢s hab¨ªa llevado un transbordador, y la misma nave espacial hab¨ªa sido modificada de manera que las paredes de sus dep¨®sitos de combustible eran m¨¢s delgadas, precisamente para ahorrar peso y poder aumentar la carga ¨²til.La NASA se enfrentaba a fuertes presiones del Congreso norte americano y de los clientes para que consiguiera que su programa de transbordadores resultara m¨¢s rentable. Los numerosos problemas que aquejaron a los vuelos del transbordador han llamado la atenci¨®n, a pesar de que la agencia insisti¨® en todo momento en que no aumentar¨ªa la rentabilidad en detrimento de la seguridad.Nadie puede decir con seguridad cu¨¢ndo se reanudar¨¢n los vuelos del transbordador. El plazo concedido la pasada semana por la Administraci¨®n para realizar la investigaci¨®n fue de 120 d¨ªas. Si para entonces se conoce la causa, los procedimientos para solucionar los problemas llevar¨¢n seguramente mucho m¨¢s tiempo.