La Biblioteca Nacional expone la c¨®lecci¨®n Von Thyssen-Bornemisza de arte moderno
La pinacoteca privada del bar¨®n est¨¢ considerada como la m¨¢s importante del mundo
El bar¨®n Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza posee, seg¨²n muchos cr¨ªticos, la m¨¢s importante colecci¨®n privada de arte del mundo. La tradici¨®n del coleccionismo de arte est¨¢ arraigada en su familia desde hace varias generaciones, que han ido enriqueciendo su patrimonio, y ¨¦l no es la excepci¨®n. Es un hombre obsesionado con el coleccionismo. En las salas Pablo Ruiz Picasso de la Biblioteca Nacional, en Madrid, se inaugura hoy la primera muestra de la colecci¨®n Thyssen Bornemisza que se exhibe en Espa?a. La exposici¨®n presenta 117 cuadros de los 1.400 que tiene la colecci¨®n entera, con obras de antiguos maestros y arte del siglo XX, y re¨²ne lo m¨¢s importante de su colecci¨®n de arte moderno
El bar¨®n Von Thyssen hered¨® de su padre gran parte de la colecci¨®n, que entonces se limitaba a los antiguos maestros. "Mi padre sol¨ªa decir que todo el arte hecho en el siglo XX era basura. Yo no pensaba lo mismo, y por eso decid¨ª continuar la colecci¨®n incluyendo obras de artistas contempor¨¢neos", afirma el bar¨®n.No recuerda exactamente cu¨¢l fue la primera obra de arte moderno que compr¨®, pero s¨ª que una de las primeras fue de Max Ernst. No ha mantenido mucha relaci¨®n con los artistas a los que les ha comprado cuadros, pero ha conocido a algunos, como a Francis Bacon, Michael Andrew o Lucien Freud, quien le pint¨® un retrato.Su colecci¨®n de obras de arte est¨¢ considerada como la m¨¢s importante del mundo. A pesar de que resultar¨ªa dificil decir. en cu¨¢nto est¨¢ valorada la colecci¨®n de Von Thyssen, expertos en el comercio del arte consideran que puede valer m¨¢s de 150.000 millones de pesetas.
El bar¨®n Von Thyssen es parco en palabras y en gestos. Su voz baja pronuncia casi entre dientes un ingl¨¦s con marcado acento centroeuropeo. Su obsesi¨®n por coleccionar le ha llevado a situaciones como la que se present¨® hace unos a?os, cuando no pudo contenerse y compr¨® el Arlequ¨ªn, de Picasso, por m¨¢s de 150 millones de pesetas. Seg¨²n afirm¨® un marchante de arte brit¨¢nico en aquel momento, Von Thyssen es un hombre obsesionado con el coleccionismo.
Lo mejor
"No s¨®lo es el coleccionismo, tambi¨¦n tiene que gustarme mucho una pintura", dice. "Ambas cosas van juntas, creo yo. En mi vida he querido tener las mejores pinturas de los mejores pintores. Para ello tengo que sentir que se entabla una relaci¨®n personal con cada una de ellas. Una pintura tiene que gustarme. Tengo siempre asesores, por supuesto, sobre todo en las pinturas de antiguos maestros, para asegurarme de los autores o a qui¨¦nes se les atribuyen".Parece no gustarle demasiado hablar sobre arte. Observa con una sonrisa ben¨¦vola y paciente, aunque algo distra¨ªda; luego presta atenci¨®n, sonr¨ªe y prosigue: "Prefiero mostrar a la gente las obras de mi colecci¨®n".
El mercado del arte funciona. para coleccionistas de la importancia del bar¨®n Von Thyssen de una manera distinta que para el resto de los mortales. "Para mantener y aumentar una coleci¨®n como ¨¦sta se cuenta con ciertas ventajas. Por ejemplo, se tiene siempre mucha informaci¨®n. Me llegan constantemente ofertas para comprar obras, datos, cat¨¢logos. Por otro lado, un coleccionista de menos importancia tiene otras ventajas, como son el poder obtener datos sobre alguna ganga. A m¨ª pueden ofrecerme una ganga tambi¨¦n, pero por lo general me piden un precio y lo pago si puedo hacerlo; el tiempo decide despu¨¦s si fue una ganga o no. De cualquier forma, yo no compro arte como inversi¨®n. No compro tampoco obras que no formar¨ªan parte de mi colecci¨®n, como grabados o dibujos".
Los cuadros
La muestra que se inaugura hoy en las salas Ruiz Picasso de la Biblioteca Nacional re¨²ne obras de Picasso, Degas, Gauguin, Van Gogli, C¨¦zanne, Kandinsky, Pollock, Balthus, Beckinan, Bacon, Kitaj, Lucien Freud y Kupka, entre otros.Von Thyssen asegura que el m¨¢ximo precio que ha pagado ensu vida por una pintura ha sido 900 millones de pesetas, aunque no quiso revelar por cu¨¢l de ellas. "No -creo que pagara m¨¢s por otra pintura", afirm¨®. Von Thyssen afirma no tener ninguna raz¨®n especial para ha ber elegido ¨¦sta como fecha para la presentaci¨®n de la primera muestra de su colecci¨®n en Espa?a. Estaba en el programa desde hace dos a?os, y, como siempre ha decidido inaugurar personal mente la exhibici¨®n. La muestra ir¨¢ despu¨¦s a Barcelona, y ¨¦se ser¨¢ el final de la gira. La exposici¨®n ha sido presentada ya en centros como la Royal Acadeiny, de Londres, o el Museo de Arte Moderno de Par¨ªs. "Las obras no volver¨¢n a ser expuestas en mucho tiempo, porque es muy peligroso transportarlas de un lugar a otro. Han dado ya casi la vuelta al mundo. La pintura moderna es mucho m¨¢s fr¨¢gil que la pintura antigua; los maestros de este siglo no se preocuparon demasiado por los materiales, y se maltratan muy f¨¢cilmente".
El bar¨®n von Thyssen prefiere dedicarse a vivir y disfrutar de su colecci¨®n de arte. Hace dos a?osorganiz¨® una gran fiesta en Lu
gano para inaugurar la muestra de Grandes maestros americanos, a la que todos los invitados asitieron vestidos de vaqueros. Parec¨ªa un spaghetti western, seg¨²n los cronistas. "Har¨¦ una fiesta de flamenco cuando presente en Espa?a una exposici¨®n de Maestros espa?oles". Las empresas de von Thyssen se extienden en diversos campos: comunicaciones, alta teconolog¨ªa, computadoras, petr¨®leo, industria manufacturera y maquinaria agr¨ªcola. Von Thyssen no quiere verse comparado a otros magnates con grandes colecciones de arte que en cierta medida las han utilizado pol¨ªticamente para abrir brechas para futuras relaciones comerciales con pa¨ªses dificiles, como ha hecho en oportunidades Armand Hammer, por ejemplo. "Ese no es mi caso", dice tajantemente.
"Mi hijo mayor est¨¢ a cargo de mis negocios en este momento y ¨¦l no mezcla para nada los negocios con la colecci¨®n. Tampoco lo hice yo durante todos estos a?os en los que mi colecci¨®n ha sido presentada en muchos pa¨ªses del mundo"
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