R¨¢faga
Hace alg¨²n tiempo, en una curva de carretera, sal¨ª disparado volando en el coche por un terrapl¨¦n, y durante los cinco segundos que estuve en el aire frente al rostro de la muerte vi en el interior de la memoria toda mi biografia comprimida, iluminada por una brev¨ªsima r¨¢faga. Puedo explicar ahora la fulgurante visi¨®n que experiment¨¦ antes de caer vivo e ileso al otro lado del barranco. Mientras surcaba el espacio me ceg¨® una especie de rel¨¢mpago negro, tal vez fundido con los latidos de la sangre. Cerr¨¦ los ojos y en ese momento no pens¨¦ en Dios ni en otra soluci¨®n filos¨®fica, ni siquiera en el golpe inminente. Mi imaginaci¨®n tampoco fue cruzada por el m¨¢s m¨ªnimo deseo de sobrevivir. No record¨¦ para nada los graves problemas de este planeta: el hambre, la bomba at¨®mica, la violencia de los fuertes, la rebeli¨®n de los pobres. Tambi¨¦n la pol¨ªtica, el dinero y las peque?as pasiones de los hombres se esfumaron. Pero en el cristal del parabrisas o en el fondo del cerebro vislumbr¨¦ toda mi existencia concentrada en cuatro haces de luz.El mundo hab¨ªa sido una apariencia y el sue?o a trav¨¦s de ¨¦l qued¨® reducido al v¨¦rtigo de estas im¨¢genes: aquel caramelo verde que me regal¨® mi madre junto al brocal del pozo, yo por una calle de Valencia, camino de la facultad, parado ante la figura de un panadero en camiseta que estaba enseflando a hablar a un papagayo, el lazo de aquella ni?a que desat¨¦ bajo un naranjo cerca de una estaci¨®n de ferrocarril, las p¨¢ginas de un libro que ya nunca podr¨ªa escribir donde iban a brillar palabras in¨²tiles acerca de Ca¨ªn y el paso fugaz de la mirada de un ser amado. El coche volaba contra el viento piafando y yo de forma ciega en ese viaje de cinco segundos mortales aprend¨ª cuanto s¨¦ de la realidad. Que la vida no es m¨¢s que el refle o de menta de cualquier insj
tante de la infancia, la lev¨ªsima sensaci¨®n de haber sido joven una vez, el recuerdo de un temblor de la carne unido a un. perfume, la presencia oscilante o quebrada de un amor. Y poco m¨¢s. S¨®lo despu¨¦s de haberme salvado comenc¨¦ a pensar de nuevo en las idioteces de cada d¨ªa. En la OTAN y esas cosas.
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