Fraga y las enfermedades mentales

He le¨ªdo en EL PAIS del 10 de febrero una referencia al discurso del se?or Fraga en el congreso de Alianza Popular. No voy a entrar en valoraciones pol¨ªticas, pues, adem¨¢s de ser innecesarias en este caso, no forman parte de mis actividades.Dice el se?or Fraga que en Espa?a aumentan las enfermedades mentales. No s¨¦ en qu¨¦ datos se basa, pero podr¨ªa suceder que ahora se hacen estudios epidemiol¨®gicos fiables y antes no. Hay un hecho obvio, y es el problema del consumo de drogas, relativamente nuevo en nuestro pa¨ªs. Ahora bien, establecer una relaci¨®n causal con la situaci¨®n econ¨®mica es una simplificaci¨®n, por emplear un lenguaje moderado.

Estados Unidos, un pa¨ªs al que el se?or Fraga recurre siempre, tiene un bienestar econ¨®mico que s¨®lo un malintencionado negar¨ªa. Sin embargo, un reciente informe (1985) del Instituto de Medicina de aquel pa¨ªs sobre enfermedades mentales y trastornos por dependencia de drogas presenta cifras espeluznantes. Por ejemplo, del 15% al 22,5% de la poblaci¨®n padece alguna forma de trastorno mental o adictivo. Diez millones de adultos y tres millones de ni?os y adolescentes abusan del alcohol; otros 30 o 40 millones de personas est¨¢n afectadas por relaciones familiares estrechas con un alcoh¨®lico o con alguien muerto o herido por un individuo que estaba bajo los efectos del alcohol. Quinientas mil personas son adictas conocidas a la hero¨ªna, cinco millones usan coca¨ªna y al menos siete millones usan regularmente f¨¢rmacos (la mayor¨ªa, adictivos) sin control m¨¦dico. Eso, sin contar los 44 millones de fumadores de cigarrillos de tabaco. Alarmante es la evoluci¨®n de las cifras de suicidios juveniles. En los j¨®venes de 15 a 24 a?os han pasado de un 5 por 100.000 en 1961 a un 13 por 100.000 en 1983, es decir, un aumento del 150%.

El informe, elaborado por un grupo de profesionales de elite, no atribuye, ni siquiera en parte, al Partido Republicano, en el poder, la responsabilidad de esta aterradora realidad. M¨¢s bien sus objeti-