TVE inicia hoy la serie 'Mujeres de Hollywood' basada en la obra de Jackie Collins
Despu¨¦s de varios aplazamientos, TVE comenzar¨¢ a emitir hoy por la primera cadena Mujeres de Hollywood, el m¨¢s reciente invento (1985) del autor de Dinast¨ªa, Aaron Spelling. La miniserie (seis horas de duraci¨®n), est¨¢ basada en la obra de Jackie Collins Hollywood Wives, cr¨®nica picante sobre el mundo que bulle tras las bambalinas de la meca del cine, y m¨¢s concretamente sobre esa raza especial de mujeres que, en opini¨®n de la Collins, son las esposas de los poderosos de Hollywood.
La jungla dorada descrita por Jackie Collins, poblada de seres dispuestos a vender su alma al diablo con tal de ver realizadas sus ambiciones, sedujo a Aaron Spelling, no tanto por la posibilidad de mostrar las lacras, desde luego fotog¨¦nicas, del mundillo del cine, como por la oportunidad de recrear el lujo y la opulencia que rodea la vida de estas gentes ante los ojos de esa gran mayor¨ªa de telespectadores "que jam¨¢s gozar¨¢n de algo parecido".Mujeres de Hollywood muestra que Spelling no regate¨® medios en tan altruista af¨¢n. Ellas -Candice Bergen, Angie Dickinson, Stefanie Powers o Mary Crosby- gastan el presupuesto de un a?o de un telespectador de econom¨ªa media en un modelito de alta costura. Ellos -Steve Forrest, Rod Steiger, Robert Stack o Anthony Hopkins- nos deslumbran con los faros de sus Rolls-Royce. Y todos se divierten en parties fastuosos en las m¨¢s esplendorosas mansiones de Bel Air o Beverly Hills; compran en las tiendas m¨¢s exclusivas de Rodeo Drive y comen por cifras astron¨®micas en sitios de moda como Le Bistro o Ma Maison. Ni Dinast¨ªa -lo reconoce su propio productor- se emple¨® tan a fondo en las pompas y fastos de la gente rica.
Esposas amenazadas
Pero lo que resulta m¨¢s interesante de este nuevo invento del productor de Dinast¨ªa es la forma en que logra que el deslumbrado y boquiabierto telespectador del tresillo, pese a tal exhibici¨®n, no deje de sentirse en su interior superior ante tama?a opulencia. Y es que, sencillamente, los ricos tambi¨¦n lloran. En este caso porque su situaci¨®n, la de las mujeres sobre todo, es francamente precaria.Ellas son importantes s¨®lo mientras lo sean sus maridos, y ¨¦stos muestran una irreprimible tendencia a marcharse con la rubia neum¨¢tica de turno. La amenaza de terminar llamando a la puerta de LADIES (Life After Divorce Is Eventually Sane: La vida despu¨¦s del divorcio puede ser sana) es algo con lo que una esposa de Hollywood vive diariamente. Y como si todo esto no fuera ya lo bastante mortificante, Mujeres de Hollywood incluye un ¨¢ngel vengador que, venido de lejanas tierras y tras matar a sus padres adoptivos, se dispone a aclarar la identidad de su verdadera madre, "una poderosa mujer de Hollywood". Tal parece que Spelling, animado de un notable af¨¢n autopunitivo, quisiera hacerse perdonar tanto derroche.
No se nos ofrece tanto pecado como cab¨ªa esperar de gentes tan viciosas. Spelling reconoce que moder¨® considerablemente el tono de la novela y que no hay mucho sexo expl¨ªcito en Mujeres de Hollywood. Escenas del libro que son muy gr¨¢ficas tienen en la serie "ese tipo de desnudez vista a trav¨¦s de un cristal empa?ado", aunque no faltan las alusiones a desviaciones y patolog¨ªas sexuales diversas y alguna que otra escena afilada.
Un reclamo importante de esta miniserie que ha dirigido Robert Day es este supuesto verismo documental de Hollywood desnud¨¢ndose a s¨ª mismo. Pero nadie mejor que Hollywood para fabular sobre Hollywood. Aqu¨ª no se desnuda nadie y, si por error alguien lo intent¨®, ah¨ª estaba Spelling para poner el filtro adecuado. Y si no, ?c¨®mo creen ustedes que la serie hubiera alcanzado esas altas cotas de audiencia en EE UU? Escap¨ªsmo -ya lo dice Spelling-, la gente necesita escapismo.
Mujeres de Hollywood se emite hoy a las 22.10 horas por TVE-1.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.