La cat¨¢strofe del 'Challenger' provoca destituciones en la c¨²spide de la NASA
William Graham, hasta ahora administrador interino de la agencia espacial norteamericana (NASA), se ha convertido en el jefe supremo de la misma en calidad de director general, asumiendo las funciones que hasta ahora desempe?aba Philip Culberston y acabando con la direcci¨®n bic¨¦fala de la agencia. Un portavoz de la NASA indic¨® que el cambio en el organigrama era consecuencia directa del accidente del Challenger.
Charles Redmon, portavoz de la NASA, anunci¨® el domingo por la noche en Washington que las funciones de Philip Culberston hab¨ªan sido ampliamente modificadas", y explic¨® que, "despu¨¦s del accidente del Challenger, William Graham lleg¨® a la conclusi¨®n de que la direcci¨®n bic¨¦fala lastraba excesivamente el proceso de decisiones, y que la agencia funcionar¨ªa mejor bajo una sola direcci¨®n".Culberston llevaba 20 a?os trabajando en la NASA, y hab¨ªa sido promovido a su puesto directamente por la Casa Blanca, mientras que Graham hab¨ªa sustituido en el puesto de administrador a James Beggs el pasado mes de diciembre, despu¨¦s de que este ¨²ltimo fuera acusado de irregularidades relacionadas con una empresa contratista del programa espacial.
La decisi¨®n adoptada el pasado fin de semana por la comisi¨®n presidencial que investiga las causas del accidente -encabezada por el ex secretario de Estado William Rogers- de apartar a todos los t¨¦cnicos de la NASA que participaron en el lanzamiento de Challenger de la investigaci¨®n interna que sigue la propia agencia, ha creado un clima de incertidumbre y ha provocado numerosas especulaciones.
Entre los altos funcionarios de la NASA que podr¨ªan verse afectados por esta medida figuran el adjunto a la direcci¨®n para vuelos espaciales, Jesse Moore; el director del programa espacial, Arnold Aldridge; el director del Centro Espacial Kennedy, Richard Smith, y el director del centro de vuelo Marshall en Alabama, William Lucas.
La declaraci¨®n del s¨¢bado del comit¨¦ investigador presidencial, en la que se dec¨ªa claramente que la NASA no debi¨® haber lanzado el Challenger al espacio, sino paralizar la cuenta atr¨¢s, ha provocado inquietud entre los t¨¦cnicos de la agencia, que se preguntan ahora en base a qu¨¦ la comisi¨®n ha hecho tales aseveraciones.
Tambi¨¦n se especula sobre si la decisi¨®n de impedir la presencia de los t¨¦cnicos de la NASA que participaron en el lanzamiento en la comisi¨®n investigadora interna estar¨¢ dirigida contra una persona en concreto.
Localizado el cohete
Mientras tanto, expertos de la agencia espacial norteamericana analizaban ayer las fotograf¨ªas obtenidas por un submarino de gran profundidad, que rastrea las aguas del oc¨¦ano Atl¨¢ntico en Florida, de lo que presuntamente son los restos del cohete propulsor derecho del transbordador. Este cohete, seg¨²n el rumbo de las investigaciones, pudo ser el causante de la tragedia."Pareceque hemos encontrado lo que busc¨¢bamos", dijo George Diller, portavoz de la NASA, que indic¨® que los objetos fotograf¨ªa dos por el submarino se encuentran a una profundidad de 366 metros y a una distancia de 64 kil¨®metros de cabo Ca?averal.
Seg¨²n las ¨²ltimas especulaciones, la causa del accidente se encuentra en un escape en los anillos de uni¨®n entre las distintas piezas del cohete propulsor, lo que propici¨® la peque?a llama que puede verse en m¨²ltiples fotograf¨ªas del lanzamiento y que, finalmente, provoc¨® la explosi¨®n del dep¨®sito exterior de combustible.
La b¨²squeda submarina de los restos del Challenger se intensificar¨¢ a lo largo de esta semana con la llegada de dos nuevos submarin¨®s de grandes profundidades equipados con c¨¢maras autom¨¢ticas.
Los expertos de la agencia est¨¢n comparando ahora las fotograf¨ªas submarinas con las tomadas poco antes de la explosi¨®n para confirmar la teor¨ªa que atribuye la causa de la explosi¨®n al cohete propulsor derecho.
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