El r¨¦gimen de Praga se acerca t¨ªmidamente a Occidente

Checoslovaquia es el pa¨ªs con mayor tradici¨®n democr¨¢tica del este de Europa. En agosto de 1968, la invasi¨®n de las fuerzas del Pacto de Varsovia puso de nuevo fin a las esperanzas de otra democratizaci¨®n.Sin embargo, hoy, 18 a?os despu¨¦s del fin traum¨¢tico de la primavera de Praga -y bajo la influencia de la din¨¢mica renovadora impuesta por el nuevo m¨¢ximo dirigente sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov-, se perciben en Checoslovaquia los primeros indicios de cambio. En la c¨²pula del dirigente partido comunista algunos piensan que ya lleg¨® la hora de que el pa¨ªs vuelva a jugar un papel propio en una Europa de la que Praga fue durante siglos una de las m¨¢s brillantes capitales.

Surgida como Estado en Bohemia, Moravia y Eslovaquia tras el hundimiento del imperio austro-h¨²ngaro en 1918, Chescolovaquia fue en la ¨¦poca de entre guerras, una democracia parlamentaria aliada con el Reino Unido y Francia. El acuerdo de M¨²nich en 1938, que dio v¨ªa libre al nacional socialismo alem¨¢n para anexionar el protectorado de Bohemia y Moravia al III Reich, fue considerado por los checoslovacos como una traici¨®n de Occidente, e hizo que sus esperanzas se volcaran en la liberaci¨®n sovi¨¦tica, que se produjo en 1945. Sin embargo, tras unas elecciones falseadas, el partido comunista checoslovaco se hizo con el poder mediante un golpe de Estado en febrero de 1948, Veinte a?os m¨¢s tarde, el jefe del partido comunista, Alexander Dubcek, pon¨ªa en marcha un programa de reformas que pretend¨ªa crear un socialismo con rostro humano que pronto cosech¨® enormeentusiasmo entre la poblaci¨®n.

En agosto de 1968, la invasi¨®n de las fuerzas del Pacto de Var sovia puso de nuevo fin a las esperanzas de democratizaci¨®n. Desde entonces, el r¨¦gimen checoslovaco ha sido el m¨¢s sumiso de toda la alianza a las directrices del Kremlin. Su inflexibilidad ideol¨®gica ha convertido a Praga en el s¨ªmbolo del inmovilismo or todoxo en el Este de Europa.

El deporte nacional checoslo vaco es el hockey sobre hielo Los partidos entre las selecciones checoslovaca y sovi¨¦tica son siempre los principales acontecimientos deportivos de la temporada invernal. Encontrar entradas para presenciarlos suele ser empresa muy dif¨ªcil, no s¨®lo para la afici¨®n. La polic¨ªa tiene adjudicado gran parte del aforo por temor de las autoridades a eventuales incidentes. Estos partidos son la ¨²nica oportunidad de los checoslovacos de poder celebrar legalmente una victoria nacional sobre la URSS.

El aliado m¨¢s fiel

Praga no admite otras diferen-cias de inter¨¦s con Mosc¨². Su celo por presentarse, desde 1968 como el m¨¢s fiel aliado de la Uni¨®n Sovi¨¦tica hizo de Checoslovaquia el m¨¢s decidido enemigo de las reformas del sistema socialista, ya fuera en sus mecanismos econ¨®micos o en. una relajaci¨®n de los controles ideol¨®gicos y policiales. Cuando pa¨ªses vecinos. y aliados -como Polonia antes de la imposici¨®n de la ley marcial, Hungr¨ªa y la RDA en sus contactos econ¨®micos con Occidente, o Ruman¨ªa con su particular pol¨ªtica exterior- han mostrado voluntad por tomar. medidas pol¨ªticas no sancionadas previamente por Mosc¨², ha sido Checoslovaquia quien ha alzado la voz cr¨ªtica.

"Las pol¨ªticas dirigidas a conseguir beneficios unilaterales en contactos con pa¨ªses capitalistas van en detrimento de la unidad de la comunidad socialista", advert¨ªa el pasado a?o el ¨®rgano oficial del partido comunista checoslovaco, Rude Pravo (Derecho Rojo).

Sin embargo, se notan los primeros indicios de cambio. En el Ministerio de Asuntos Exteriores, junto al castillo de Hradschin, en el f¨¢buloso palacio de los Cernin, una de las grandes familias de la nobleza austro-h¨²ngara, se quiere quitar importancia a esta pol¨ªtica de aislamiento respecto a Occidente.

El escaso contacto diplom¨¢tico y comercial con el Oeste se achaca m¨¢s bien al bloqueo impuesto a Checoslovaquia tras los sucesos de 1968. Entonces los contactos quedaron paralizados, y, pese a la voluntad de Praga de mantenerlos y ampliarlos, ¨¦stos no se pudieron desarrollar igual, que en otros pa¨ªses del Pacto de Varsovia. Sin embargo, el r¨¦gimen checoslovaco quiere impulsar el di¨¢logo, aseguran en el palacio Cernin.

Prueba de ello es, tal vez, que, por primera vez, el r¨¦gimen checoslovaco est¨¢ negociando con los socialdem¨®cratas de Alemania Occidental y con la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana acuerdos sobre armamento qu¨ªmico y sobre medio ambiente. Su defensa de las zonas desnuclearizadas en Europa central parece ir m¨¢s lejos desu habitual apoyo a las tesis sovi¨¦ticas. Tambi¨¦n la reciente reuni¨®n del ministro alem¨¢n occ¨ªdental de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, con su colega checoslovaco, Bohuslav Chnoupek, mostr¨®, por parte checa, un tono mucho m¨¢s conciliador hacia Occidente.