Segundo centenario de Wilhelm Karl Grimm, el escritor que rescat¨® a Caperucita Roja
Hoy se cumplen doscientos a?os del nacimiento de Wilhelm Karl Grimm, el menor de los c¨¦lebres hermanos que tanto contribuyeron a la literatura infantil universal rescatando de la tradici¨®n oral cuentos que sobreviven hasta hoy, como Caperucita Roja.Wilhelm era un a?o menor que Jakob y de car¨¢cter bastante distinto: diversas enfermedades que sufri¨® siendo ni?o, que le produjeron una afecci¨®n cardiaca, hicieron de ¨¦l una persona reposada y de car¨¢cter tranquilo, que se dedic¨® totalmente a los trabajos filol¨®gicos y de investigaci¨®n. Pero las vidas de Wilhelm y Jakob no pueden citarse por separado: criados juntos en Kassel, siguieron los estudios universitarios en Marburg. M¨¢s tarde trabajaron de bibliotecarios en Kassel, siendo profesores de la universidad de Gotinga, de la que fueron expulsados en 1837 por sus opiniones pol¨ªticas liberales.
Vivieron y trabajaron juntos, incluso cuando Wilhelm se cas¨® y tuvo hijos, viviendo en la ciudad de Berl¨ªn hasta su muerte (1859 y 1863, respectivamente).
Amantes de la naturaleza, en sus paseos recog¨ªan hojas y minerales, que guardaban en su escritorio. Las flores y la naturaleza est¨¢n presentes en los cuentos populares que pacientemente recopilaron y transcribieron ambos hermanos, en una labor de fil¨®logos que llevaron a cabo influidos por las ideas del romanticismo, en el sentido de valoraci¨®n de todo lo propio y nacional.
Wilhelm -que redact¨®, junto con su hermano, un diccionario alem¨¢n, el Deutsches W?rterbuch, un ejemplo internacional para un diccionario hist¨®rico del lenguaje, hab¨ªa realizado numerosas ediciones de textos medievales y estudios sobre la cultura germ¨¢nica- parece que fue el que daba forma, definitiva a los cuentos que iban recopilando de distintas personas. Dorothea Wild, que m¨¢s tarde se casar¨ªa con Wilhelm, fue una de las personas que les contaron historias -entre ellas, la famosa de H?nsel y Gretel-, aprendidas seguramente de una anciana sirviente, la vieja Marie, que a su vez fue quien narr¨® Caperucita Roja.
Mujeres
Otra mujer que contribuy¨® en gran manera a esta recopilaci¨®n de historias fue la se?ora Viehmann, de Zweheren, un pueblo situado al lado de Kassel.Esta mujer, seg¨²n palabras del propio Wilhelm; "hab¨ªa retenido en la memoria las antiguas leyendas... Narraba de forma mesurada, segura e indeciblemente vital, goz¨¢ndose en ello, primero de forma libre y luego, cuando se quer¨ªa, otra vez despacio, de manera que con alguna pr¨¢ctica se pod¨ªa tomar al dictado. Algo se ha conservado literalmente de esta forma y no puede dejar de ser apreciado en su verdad".
Los Cuentos de ni?os y del hogar, publicados por primera vez en 1812-1813, fueron modificados y ampliados posteriormente en numerosas reediciones, que estaban m¨¢s pensadas para un p¨²blico infantil. Sin embargo, ning¨²n tema escapa o se enmascara en estos cuentos: la maldad, la belleza, la muerte, los celos, la lucha para conseguir su propio camino y todos los grandes temas de siempre, que han posibilitado que, estos cuentos no hayan perdido su fuerza y puedan seguir siendo contados.
Existen actualmente tres buenas antolog¨ªas de los cuentos de los hermanos Grimm: Cuentos de ni?os y del hogar, dos vol¨²menes, Madrid, Editorial Anaya, 1985, colecci¨®n Laurin. Cuentos de Grimm, Barcelona, Editorial Juventud, 1985. Cuentos, Madrid, Alianza Editorial, 1985, El Libro de Bolsillo, 617.
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