Cuando el PSOE dec¨ªa 'no'

Un cuarto de mill¨®n de personas se concentraban el domingo 15 de noviembre de 1981 en la Ciudad Universitaria de Madrid gritando .?OTAN no, bases fuera!". Se trataba de impedir que el Gobierno de UCD decidiera la entrada en la OTAN. ?l locutor Carlos Tena present¨® a uno de los oradores, el secretario general del PSOE, Felipe Gonz¨¢lez. "?l ser¨¢", dijo Tena, "quien pr¨®ximamente, y que sea muy pronto, nos saque de la OTAN".Aunque hoy no pueda presumir de dotes prof¨¦ticas, Carlos Tena no estaba del todo descaminado. Aquel d¨ªa Gonz¨¢lez no hizo ninguna promesa, pero pregunt¨® dirigi¨¦ndose a la concentraci¨®n pacifista: "?Qu¨¦ dir¨¢n los aliados de la OTAN ante medio mill¨®n de espa?oles que dicen en Madrid que no quieren ingresar en la Alianza?".

El pensamiento de Gonz¨¢lez era inequ¨ªvocamente contrario a que Espa?a formara parte de la OTAN. "En Espa?a hay dos tipos de otanistas: los convencidos y los conversos", hab¨ªa dicho el secretario general del PSOE unos meses antes, el 18 de enero de 1981 en una conferencia de prensa. "Respeto a los primeros", agreg¨®, "identifican dicha adhesi¨®n con nuestra pol¨ªtica exterior; pero los m¨¢s peligrosos son los conversos, que parecen convencidos de que su carrera pol¨ªtica depende de su entusiasmo pro-OTAN".

Un mes antes de la concentraci¨®n pacifista de la Ciudad Universitaria, el Gobierno de UCD hizo pasar a trav¨¦s de la Comisi¨®n de Exteriores y del Pleno del Congreso de los Diputados el permiso para pedir el ingreso en la OTAN. "OTAN: de entrada, no", era un eslogan que se repet¨ªa en vallas publicitarias pagadas por el PSOE en toda Espa?a. Para dejar las cosas m¨¢s claras, la frase estaba inserta en un tri¨¢ngulo rojo, como las se?ales de peligro de las carreteras.

El 6 de octubre de 1981, Felipe Gonz¨¢lez interven¨ªa en la Com¨ªsi¨®n de Exteriores. Fue aqu¨¦lla la nrimera de una serie de tres maratonianas reuniones, con la sala a. rebosar de diputados y periodistas. "Arreglados estamos si el planteamiento del ingreso en la OTAN se presenta en t¨¦rminos de que no haya otra alternativa para defender al pueblo espa?ol. No s¨®lo estamos cediendo soberan¨ªa, sino que estamos voluntariamente satelizando nuestro pa¨ªs", dijo Gonz¨¢lez aquel d¨ªa. "Nuestro partido", aclarar¨ªa Gonz¨¢lez m¨¢s adelante, "no asume la decisi¨®n de integrarse en la OTAN, y, por consiguiente, estar¨¢ en contra de la misma, con las consecuencias hist¨®ricas que tenga mantener una coherencia l¨®gica entre lo que decimos y lo que pensamos hacer".

En sus intervenciones de aquellos d¨ªas Gonz¨¢lez hab¨ªa insistido en la necesidad de que el Gobierno elaborase un Plan Estrat¨¦gico Conjunto (PEC) que definiese las prioridades defensivas de Espa?a. Entre ellas, el secretario general del PSOE se?al¨® los flancos sur de Espa?a: "Esos flancos defensivos", dijo, "no son el objetivo estrat¨¦gico de la OTAN".

En las tesis manejadas por el PSOE en aquellos tiempos se encontraba la de que no hab¨ªa que tomar ning¨²n compromiso con la OTAN antes de que se solucionara el contencioso sobre Gibraltar con el Reino Unido. En la ¨²ltima sesi¨®n de la Comisi¨®n de Exteriores, Felipe Gonz¨¢lez asegur¨® que "si Espa?a accediese sin m¨¢s al Tratado del Atl¨¢ntico Norte se producir¨ªan estas consecuencias: 1. Espa?a se incorporaba a una entidad, la OTAN, que con su presencia en el Pe?¨®n est¨¢ acentuando el atentado a nuestra integridad territorial y benefici¨¢ndose del mismo. 2. Espa?a se convertir¨ªa en aliada del causante de ese atenta do (en este caso, el Reino Unido)".

En el pleno celebrado el 27 de' octubre de 1981, Felipe Gonz¨¢lez reiter¨® la necesidad del refer¨¦ndum. El secretario general del PSOE dej¨® clara cu¨¢l iba a ser su postura ante la consulta: "No queremos la adhesi¨®n de Espa?a al,Tratado del Atl¨¢ntico Norte. Pero aun as¨ª, por respeto a la opini¨®n p¨²blica, queremos que se consulte, y si se consulta, el partido socialista considerar¨¢ con esta consulta cerrado el asunto". Advirtiendo que ello deb¨ªa de quedar "perfectamente claro", Gonz¨¢lez indic¨® que "exactarnente igual que hemos dicho 'de entrada, no', estamos dispuestos a decir 'de salida, s¨ª".

La primera de las tres sesiones que dur¨® aquel pleno se prolong¨® hasta pasadas ya las nueve y media. Uno de los ¨²ltimos en intervenir, con el debate ya m¨¢s acalorado, fue Felipe Gonz¨¢lez. "Desear¨ªa de todo coraz¨®n", dijo, "que aquellos que quieren integrar a Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica (y nosotros no lo queremos, y no se puede deslegitimizar ninguna postura de los que no lo quieren cada vez que argumenten) lo hagan defendiendo la dignidad de Espa?a: ma?ana veremos si eso se va a hacer as¨ª".

En la segunda sesi¨®n de ese pleno, el secretario general del PSOE mostr¨® la preocupaci¨®n de su partido por la repercusi¨®n del ingreso en la OTAN sobre la entonces inestable democracia espa?ola. Hab¨ªan pasado s¨®lo ocho meses del golpe de Estado del 23-F. "Que nadie se tape los ojos con una ven da cuando se habla de democracia y de pluralismo", dijo Felipe Gonz¨¢lez en el pleno del Congreso de los Diputados el 28 de octubre de 1981, "porque la garant¨ªa no es la OTAN, la garant¨ªa son otras cosas: las instituciones europeas, la voluntad de los pueblos; ¨¦sa s¨ª es una garant¨ªa para la democracia".

"Todo el mundo", prosigui¨® Gonz¨¢lez, "sabe que ha habido dos planes operativos de la OTAN aprovechados para hacer dos golpes de Estado [se refiere, probablemente, a los de Grecia y Turqu¨ªa], y eso es comparable a lo que ocurre en la otra parte, es una realidad constatable en esta parte del mundo libre. Todo el mundo lo sabe, y hay que introducirlo, para ser justos, en el an¨¢lisis que se hace de la OTAN".

Conversaciones con Guidoni

Esta visi¨®n de Gonz¨¢lez no era nueva. Esta misma idea, aunque en t¨¦rminos m¨¢s duros, estaba expresada en el libro de conversaciones con el que ser¨ªa luego embajador de Francia en Madrid, Pierre Guidoni, Entretiens sur le socialisme en Espagne (Par¨ªs, 1976). En ese libro, el secretario general del PSOE define a la OTAN como "una supuesta estructura militar impuesta por los americanos para garantizar la supremac¨ªa del sistema capitalista", orientada "contra las posibles transformaciones revolucionarias en el seno de los pa¨ªses capitalistas y capaz de transformar el Ej¨¦rcito espa?ol en una simple prolongaci¨®n, en un recadero del Ej¨¦rcito americano".

En el pleno de las Cortes de octubre de 1981, el PSOE intent¨® bloquear la entrada en la OTAN por mayor¨ªa simple parlamentaria. Una y otra vez, Gonz¨¢lez reiter¨® la necesidad de un refer¨¦ndum, en el que su partido se opondr¨ªa al ingreso en la Alianza Atl¨¢ntica. En una entrevista publicada en EL PA?S el 29 de junio de 1980, Felipe Gonz¨¢lez ya lo hab¨ªa anunciado: "Nosotros", dijo entonces, "debemos responder a los planes del Gobierno diciendo que si entramos en la OTAN por mayor¨ªa simple del Parlamento saldremos de la OTAN por una decisi¨®n de mayor¨ªa simple del Parlamento. Y el que quiera pens¨¢rselo, que se lo piense, porque la cuesti¨®n puede ser verdaderamente seria".

En aquella entrevista el secretario general del PSOE mostr¨® su preocupaci¨®n. porque el ingreso en la OTAN determinara la nuclearizaci¨®n de Espa?a: "La cuesti¨®n", dijo Gonz¨¢lez, "est¨¢ en saber qu¨¦ ciudadanos consideran que la seguridad y defensa de Espa?a, as¨ª como su papel en el mundo, pasan o no por la OTAN. O, dicho con mayor crudeza, se trata de saber qu¨¦ ciudadanos est¨¢n de acuerdo con que se sit¨²e un cohete nuclear a 100 kil¨®metros de Madrid, a sabiendas de que un SS-20 sovi¨¦tico puede instalarse a la misma distancia de Mosc¨², pero apuntando a Espa?a".

Estas posiciones contrarias a la estancia de Espa?a en la OTAN se prolongaron incluso durante bastantes meses despu¨¦s de que el PSOE llegara al poder. Ya en el Gobierno, el 28 de junio de 1983 Gonz¨¢lez reiter¨® sus deseos de celebrar un refer¨¦ndum, aunque mostr¨® entonces que har¨ªa campaf¨ªa contra la permanencia. "No creo", dijo entonces, "que desde el 292 congreso [del PSOE] al 302 se haya producido o pueda producirse alguna raz¨®n que obligue a revisar los planteamientos del partido. Mi opini¨®n personal es que el partido no tiene por qu¨¦ modificar sus tesis con relaci¨®n a la Alianza".

Las conclusiones del 292 congreso -celebrado en Madrid en septiembre de 1979- rezaban as¨ª: "El Partido Socialista se opone a la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN, y ello por cuatro argumentos fundamentales: la OTAN no garantiza la integridad territorial espa?ola, ya que el Tratado del Atl¨¢ntico Norte excluye parte de nuestro territorio del sistema defensivo atl¨¢ntico; la OTAN no cubre nuestras necesidades de seguridad y defensa, ya que nuestros escenarios de riesgo y amenaza est¨¢n fuera de lo previsto en dicho tratado; la participaci¨®n en la OTAN significa un aumento del riesgo de destrucci¨®n nuclear para nuestro pueblo, y, finalmente, la ampliaci¨®n a Espa?a de la OTAN provocar¨ªa la reacci¨®n del otro bloque con el fortalecimiento o ampliaci¨®n del Pacto de Varsovia y el aumento de la tensi¨®n y del riesgo de guerra en Europa".

En el verano de 1983 Felipe Gonz¨¢lez consideraba que no era el Gobierno, sino el PSOE, el que deb¨ªa de pronunciarse sobre si habr¨ªa que continuar o no en la OTAN. "Eso tiene que hacerlo el partido", dijo, "y el PSOE, salvo que el 30? congreso modifique sus planteamientos, har¨¢ campa?a en favor de la salida de Espa?a de la Alianza".

Sin embargo, un a?o despu¨¦s -en v¨ªsperas del congreso- afirmaba que era el Gobierno quien deb¨ªa decidir. El 14 de septiembre de 1984, en la conferencia de prensa que ofreci¨® junto al presidente angole?o, Jos¨¦ Eduardo dos Santos, al final de la visita de ¨¦ste a Madrid, el presidente del Gobierno espa?ol afirm¨® que el pronunciamiento del PSOE sobre la OTAN deber¨ªa de ser un "pronunciamiento democr¨¢tico", y que s¨®lo afectar¨ªa al Gobierno "en la medida en que es un Gobierno que tiene el apoyo del partido socialista; pero el Gobierno de la naci¨®n, adem¨¢s", recalc¨®, "tiene una responsabilidad nacional que trasciende las fronteras del propio partido, y, por consiguiente, tiene su palabra que decir, y desde luego su presidente la dir¨¢, en defensa de lo que creo son los leg¨ªtimos intereses nacionales".

El vicepresidente, Alfonso Guerra, fue el miembro del Ejecutivo que, hasta momentos m¨¢s recientes y de forma m¨¢s clara, afirm¨® que la posici¨®n del Gobierno socialista ser¨ªa contraria a la permanencia en la OTAN. Sus declaraciones en este sentido llegan hasta mediados de julio de 1983.

El 5 de mayo de ese a?o, Guerra dijo en Valladolid que el resultado del refer¨¦ndum "estaba cantado: no a la permanencia en la OTAN". Al d¨ªa siguente, en C¨®rdoba, el vicepresidente del Gobierno, cerrando la campa?a socialista de las elecciones municipales, afirm¨® .que "el PSOE har¨¢ campa?a para que Espa?a no entre en la OTAN". "No voy a eludir la respuesta a lo que se llama incumplimientos electorales", se?al¨® Guerra. "Les voy a decir a los que se frotan las manos pensando que cambiamos de posiciones", a?adi¨®, "que todos los compromisos vamos a cumplirlos, incluido tambi¨¦n la necesaria soberan¨ªa e independencia de este pa¨ªs; en esta legislatura, como dice nuestro programa, convocaremos un refer¨¦ndum para saber si el pueblo espa?ol quiere estar o no quiere estar en la OTAN". "Y a¨²n m¨¢s", concluy¨®, "haremos campa?a para que no se est¨¦ en la OTAN, y creo personalmente que ganaremos los que pensamos que esa soberan¨ªa y esa independencia pasan por no estar en la OTAN".

Al mes siguiente, durante el 33? congreso de UGT, Alfonso Guerra reiterar¨ªa estas afirmaciones, a la vez que insist¨ªa en otra promesa pol¨¦mica. "En contra de los agoreros", dijo, "os puedo decir que el Gobierno est¨¢ dispuesto a ratificar su compromiso de crear en esta legislatura 800.000 puestos de trabajo". Respecto al refer¨¦ndum sobre la OTAN, se?alo que "los sondeos efectuados dan como resultado que incluso la mayor¨ªa de los votantes de Alianza Popular est¨¢n en contra de la presencia de Espa?a en la OTAN".

La ¨²ltima declaraci¨®n de Guerra contra la OTAN fue publicada en una entrevist¨¢ dada a conocer por EL PA?S el 17 de julio de 1983. "Yo creo", dijo Guerra, "que Espa?a no debe estar en la OTAN, que debe salirse. Hay mucha gente ahora", agreg¨®, "que piensa que no debe salirse, pero que no lo dice m¨¢s que en reuniones muy restringidas. Si hay personas de dentro del Gobierno, de fuera del Gobierno, o cr¨ªticos que piensan otra cosa", concluy¨®, "que lo digan".