Marcos huye a la isla de Guam, bajo la protecci¨®n de EE UU

Viene de la primera p¨¢ginaA las doce de la noche del martes, hora local, hab¨ªan empezado a llegar soldados con brazaletes amarillos de Cory en los brazos de las guerreras de camuflaje, fusil en alto y la firme decisi¨®n de ocupar el palacio presidencial, mientras continuaba el griter¨ªo de Cory, Cory, Cory, Poder popular y Cory, mabuhay (Bienvenida, Cory).

Era la culminaci¨®n de una fiesta popular donde abundaron los j¨®venes y que hab¨ªa empezado por la ma?ana en el Club Filipino cuando Coraz¨®n Cojuangco Aquino fue nombrada oficialmente s¨¦ptimo presidente de Filipinas, posando su mano izquierda sobre la Biblia y pronunciando el juramento de la toma de posesi¨®n ante el presidente del Tribunal Supremo, Claudio Teehankee.

Casi simult¨¢neamente al juramento de Cory Aquino, proclamada en nombre de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 7 de febrero que contabiliz¨® el NAMFREL (Movimiento Ciudadano para unas Elecciones Libres), los militares leales a Marcos hac¨ªan su ¨²ltima intentona contra el canal 4 de la televisi¨®n, controlado por tropas fieles al nuevo r¨¦gimen democr¨¢tico.

Hubo movimiento de tanques desde Tarlac, a 90 kil¨®metros al norte de Manila, en direcci¨®n a la capital, y se combati¨® en el ¨¢rea del barrio de Makati, considerado uno de los bastiones del r¨¦gimen de Marcos. En Makati se produjeron tres muertos, con lo que se elevaba a 12 el n¨²mero de fallecidos durante cuatro d¨ªas de una tensi¨®n que roz¨® la guerra civil. Pero la suerte estaba echada y el sentido com¨²n se impuso a favor de un cambio pol¨ªtico en l¨ªneas generales casi pac¨ªfico.

Desde las 11.00 horas del martes hasta la huida de Marcos, Filipinas tuvo dos presidentes. A las doce del mediod¨ªa, el dictador, acorralado en su palacio, cumpli¨® su promesa y se proclam¨® presidente para un nuevo mandato de seis a?os, de acuerdo con los resultados trucados de las elecciones del pasado 7 de febrero, en el sal¨®n de actos de Malaca?ang, rodeado de sus ministros y de sus ¨²ltimos seguidores, que gritaban: "Marcos, par?n" (Marcos, otra vez) enarbolando banderitas nacionales.

Un dato com¨²n

Ambos actos, tanto el de Cory Aquino como el de Marcos, hab¨ªan tenido s¨®lo en com¨²n la interpretaci¨®n del himno nacional, pero con la diferencia de que para Cory era de bienvenida y para marcos de despedida. Para los seguidores de Marcos el principio del fin se desencaden¨® cuando a las 12.15 horas de ayer (las 5.15 hora espa?ola) se interrumpi¨® la conexi¨®n del canal 9 de la televisi¨®n, a¨²n controlado por el equipo de Marcos, con el palacio. Fue la ¨²ltima vez que los filipinos vieron en directo la imagen del dictador.

La tarde transcurri¨® con un sinf¨ªn de comunicados de los sublevados, general Fidel Ramos y ministro de Defensa Juan Ponce Enrile, que daban nombres de jefes militares y soldados que se pasaban al bando de Cory Aquino, debilitando el poder militar que Marcos no se atrevi¨® a utilizar ante los rebeldes de Camp Crame, protegidos durante cuatro d¨ªas y tres noches por decenas de millares de civiles que formaron un cord¨®n de seguridad y de barricadas de autobuses, camiones o sacos de arena. A ¨²ltima hora, hileras interminables de personas unidas por los brazos lograron neutralizar con la protecci¨®n de un despliegue de v¨ªrgenes, rosarios y crucifijos, los ¨²ltimos estertores de una represi¨®n que Marcos no osaba desencadenar.

La tarde discurri¨® plagada de todo tipo de rumores: desde ataquesal aeropuerto -donde comenzaban a aterrizar algunos vuelos internacionales- que ha sido bautizado como Aeropuerto Benigno Aquino, el marido asesinado de Coraz¨®n, a atentados o detenciones, sin que nada pudiera ser confirmado.

Al fin lleg¨® la hora cero de la nueva revoluci¨®n filipina. Happy new year (feliz a?o nuevo), grit¨® alocado uno de los miles de asaltantes de Malaca?ang.

Un a?o que comienza para Filipinas con la esperanza de que la democracia resuelva miles de problemas que, en algunos casos, no ser¨¢n superables a corto plazo, sobre todo en el aspecto econ¨®mico y en un pa¨ªs con una econom¨ªa sangrada por la crisis, la corrupci¨®n y los negocios monopolizados por la familia Marcos y sus paniaguados.

Devolver la esperanza

La esperanza un¨¢nime del pueblo es que Cory -que prometi¨® ser "sincera" cuando se vio lanzada a la lucha pol¨ªtica contra el r¨¦gimen de Marcos- haga buenas sus promesas de que no optaba al poder para satisfacer aspiraciones personales, sino como heredera del que fue su marido y l¨ªder de la oposici¨®n, Benigno Aquino, asesinado en el aeropuerto de Manila el 23 de agosto de 1983.