Los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n podr¨¢n crear empresas, seg¨²n la ley de la ciencia

Las distintos organismos p¨²blicos de investigaci¨®n podr¨¢n crear empresas que tengan como finalidad la realizaci¨®n de actividades de investigaci¨®n cient¨ªfica o de desarrollo tecnol¨®gico, seg¨²n las modificaciones introducidas ayer por el PSOE en el texto de la ley de Fomento y Coordinaci¨®n General de la Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica (ley de la ciencia) durante su debate en el Pleno del Senado. Las modificaciones recogen as¨ª los deseos expresados por algunos de estos organismos, especialmente el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Tambi¨¦n se aprob¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n mixta Congreso-Senado de investigaci¨®n y tecnolog¨ªa para el seguimiento y aprobaci¨®n de Plan Nacional de Investigaci¨®n.

Con la creaci¨®n de la comisi¨®n mixta, se subsana una carencia, tanto del Congreso como del Senado, en un campo de vital importancia como es la investigaci¨®n y el desarrollo tecnol¨®gico, seg¨²n Miguel ?ngel Quintanilla, senador del Grupo Parlamentario Socialista por Salamanca, ya que hasta ahora se remit¨ªan indistintamente a las comisiones de educaci¨®n o de industria los temas relativos a la investigaci¨®n.Para la creaci¨®n de empresas por los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n ser¨¢ necesaria la autorizaci¨®n previa del Gobierno, seg¨²n recoge el texto de la enmienda. Con ella se intenta agilizar el desarrollo de la investigaci¨®n en Espa?a, ya que la inexistencia de empresas que se atrevan a potenciar las nuevas tecnolog¨ªas es, seg¨²n la mayor¨ªa de los especialistas, uno de los frenos principales para el despegue tecnol¨®gico.

Jos¨¦ Antonio Maravall, ministro de Educaci¨®n y Ciencia, se?al¨® en su intervenci¨®n ante el pleno del Senado la actual "desconexi¨®n del sistema ciencia-tecnolog¨ªa con el sistema productivo". Para el ministro, es una de las deficiencias fundamentales que hay que subsanar junto a la escasez de re?ursos y la falta de coordinaci¨®n entre las distinas instancias,con responsabilidades en el campo de la investigaci¨®n.

"Una de las principales preocupaciones que laten a lo largo de toda la ley", seg¨²n el ministro, "es la de conectar las necesidades del sector productivo con investigaci¨®n que se efect¨²a en el sector p¨²blico". Para Maravall "probablemente sean mayores en Espa?a las carencias en el terreno del desarrollo que en el plano de la investigaci¨®n, por escasa que haya sido la actividad en este campo".

Consumo tecnol¨®gico

El ministro cit¨® como prueba de que los n¨²cleos de investigaci¨®n han estado desconectados de las necesidades tecnol¨®gicas e industriales, en contraste con los elevados ¨ªndices de consumo tecnol¨®gico alcanzados en Espa?a, las cantidades que en 1983 se destinaron a importaci¨®n de tecnolog¨ªa extranjera, exactamente 80.000 millones de pesetas. Las exportaciones, en cambio, tan s¨®lo llegaron a 18.000 millones.

La ley de la Ciencia ha sido, en opini¨®n del ministro, una de las reformas legislativas que menos pol¨¦mica ha levantado a su paso por el Congreso de los Diputados, el pasado mes de diceiembre de 1985. Con ella se pretende, afirma Maravall, "conseguir globalmente una programaci¨®n eficaz de la investigaci¨®n, mejorar la gesti¨®n de los distintos programas, flexibilizar la ejecuci¨®n pr¨¢ctica de esta investigaci¨®n y mejorar el funcionamiento de los organismos p¨²blicos dedicados a ella".

La escasa expectaci¨®n que ha despertado la ley a su paso por las dos C¨¢maras se debe, seg¨²n distintas fuentes, a que exist¨ªa un acuerdo previo casi total sobre su texto entre las distintas fuer zas pol¨ªticas. En el debate de ayer se ausentaron los parlamentarios del Grupo Popular, no por su oposici¨®n a la ley, si no por discrepancias en el anterior pun to del orden del dia.

Tras las enmiendas introducidas en el Senado, la ley ha de volver al Congreso, por lo que no se espera que est¨¦ definitivamente aprobada hasta mediados del pr¨®ximo mes de marzo. En su paso anterior por el Congreso, la modificaci¨®n m¨¢s importante, a juicio de Juan Rojo, secretario de Estado para Investigaci¨®n y Un?versidades, fue una mera correci¨®n en lo referente a la coordinaci¨®n con las comunidades aut¨®nomas, sustituyendo un "para" por un "en". Tambi¨¦n se modific¨® el tr¨¢mite de aprobaci¨®n del Plan Nacional de Investigaci¨®n y Desarrollo tecnol¨®gico, que originariamente corespond¨ªa al Gobierno y ahora pasa a depender de su aprobaci¨®n por las C¨¢maras.

La no inclusi¨®n en el Plan Nacional de las investigaciones realizadas por organismos dependientes del Ministerio de Defensa ha sido una de las pocas cr¨ªticas que se han hecho a la ley de la Ciencia. Este ministerio tiene atribuidas las competencias de investigaci¨®n en materias que afectan a la defensa nacional, lo que supone casi el 50% del presupuesto destinado a investigaci¨®n. En la ley si se prev¨¦, en cambio, la posibilidad de que el Ministerio de Defensa integre optativamente, total o parcialmente, alguno de sus proyectos en el Plan Nacional.

La p¨¦rdida de autonom¨ªa del Instituto Astrorisico de Canarias (ICA), que hasta ahora depend¨ªa ¨²nicamente de un consorcio ligado a Presidencia del Gobierno, ha sido el ¨²ltimo punto pol¨¦mico d¨¦ esta ley. A partir de ahora, el Consejo Rector del ICA estar¨¢ presidido por el ministro de Educaci¨®n y Ciencia.

La Comisi¨®n Interministerial encargada de la elaboraci¨®n de este plan ser¨¢ presidida por el Ministro de Educaci¨®n y Ciencia y estar¨¢ integrada por dos representantes de este ministerio, otros dos del de Industria y un ¨²nico representante de los de Defensa, Econom¨ªa y Hacienda, Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n, Obras P¨²blicas y Urbanismo, Trasportes, Turismo y Comunicaciones, Cultura y Sanidad y Consumo.