Ortiz Armengol: "Hice llegar a Aquino una invitaci¨®n del Gobierno para visitar Espa?a"
Pedro Ortiz Armengol, de 64 a?os, embajador de Espa?a en Filipinas, prepara de nuevo sus maletas. Llamado a consultas a Madrid -como protesta del Gobierno espa?ol por el fraude electoral de Ferdinand Marcos-, vuelve a Manila hoy. Ortiz Armengol comenz¨® su carrera como diplom¨¢tico -entre 1951 y 1955- sirviendo como tercer secretario en la Embajada de Espa?a en Filipinas. Ahora, como embajador, tendr¨¢, previsiblemente, su ¨²ltimo destino -a la espera de la jubilaci¨®n- en el mismo pa¨ªs.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha sentido personalmente al conocer la ca¨ªda de Marcos?Respuesta. He sentido contento. La Embajada de Espa?a estaba en una posici¨®n no c¨®moda con la dictadura de Marcos en los ¨²ltimos a?os, cuando la situaci¨®n se hizo intolerable, despu¨¦s del asesinato de Aquino, en el que es obvio que participaron fuerzas del Estado. La salida de Marcos es un gran beneficio para Filipinas, porque el dictador arruin¨® a su pa¨ªs con un estilo de mando que no se puede llamar autocr¨¢tico: era francamente dictatorial. Marcos enga?aba al pa¨ªs diariamente con las interpretaciones de sus propias leyes, seg¨²n le conven¨ªa. Met¨ªa o sacaba a la gente de la c¨¢rcel sin m¨¢s explicaciones. Durante las ¨²ltimas semanas hizo las m¨¢s grandes arbitrariedades. En la campa?a electoral, llegaba a los pueblos y dec¨ªa: "Esas rentas que ten¨¦is que pagar os las reduzco en un 50%. Los beneficios salariales os los aumento, pero no desde ahora, sino a partir de hace dos meses...".
Marcos legislaba y reg¨ªa de manera arbitraria y con un prop¨®sito electoralista escandaloso. La ¨²ltima vez que le vi, en una conferencia en las C¨¢maras Internacionales de Comercio, firm¨® ocho decretos delante del p¨²blico reduciendo impuestos, dando ventajas a ciertos hombres de negocios, como si fuera un se?or que contaba con la hacienda y el tesoro de su pa¨ªs como con las cuentas de su casa.
Hay que decir tambi¨¦n que lo m¨¢s importante que ha hecho Marcos en su vida es esta salida incruenta: quiz¨¢ por no poder, quiz¨¢ porque se le rompieron los nervios, quiz¨¢ porque se sinti¨® aislado... La semana pasada pod¨ªa haber habido en Filipinas varias decenas de miles de muertos. ?l fue quien par¨® al general Fabi¨¢n Ver y dijo que no se pegara un tiro.
Un pa¨ªs de desigualdades
P. ?Hasta qu¨¦ punto era previsible el desenlace?
R. Hab¨ªa un plazo dado: la salud de Marcos, que es un hombre enfermo, con 68 a?os. Nadie pod¨ªa pensar que pudiera permanecer en el poder ejerci¨¦ndolo desp¨®ticamente. El r¨¦gimen se ha acabado por la radicalizaci¨®n del propio Marcos y por el error que cometi¨® adelantando las elecciones, que pensaba que iba a ganar. Se le adelant¨® la oposici¨®n, la energ¨ªa de Cory Aquino, denunciando el fraude... Como en Macbeth, se levant¨® una especie de bosque que avanzaba hacia ¨¦l. Quiz¨¢ no fuese justo decir que Marcos era Macbeth, pero no es incorrecta la imagen de do?a Imelda como lady Macbeth.
P. ?Hay realmente condiciones econ¨®micas y sociales en Filipinas para que se asiente la democracia?
R. Filipinas es un pa¨ªs de grandes desigualdades: desde la familia que tiene aviones y yates propios, y casas en San Francisco, Nueva York, Roma o en la Costa Azul , hasta el pueblo cuyos habitantes tienen ingresos anuales de unas 9.000 pesetas. El otro d¨ªa, un centro filipino de investigaci¨®n econ¨®mica daba cifras escalofriantes. Afirmaba que en el a?o 1955 el 27% de la poblaci¨®n estaba por debajo del nivel vital; ahora es el 70%. El presupuesto m¨ªnimo vital de una familia en Manila es de unas 60.000 pesetas al mes. La enorme masa de la poblaci¨®n vive con la tercera parte, en familias de seis personas. Adem¨¢s, la presi¨®n demogr¨¢fica complica las cosas: en el a?o 1951, cuando llegu¨¦ all¨ª, Filipinas ten¨ªa 18 millones de habitantes. Cuando volv¨ª, 30 a?os despu¨¦s, ten¨ªa m¨¢s de 50 millones... Estas condiciones de miseria pueden, en efecto, perjudicar el asentamiento de la democracia.
P. ?Y los problemas de las guerrillas mora y comunista?
R. La guerrilla mora viene durando 400 a?os, desde que llegaron los espa?oles. Es ancestral. Es la resistencia contra Manila y los cristianos. La guerrilla comunista est¨¢ compuesta por gente que lleva en las monta?as 15 a?os. Uno de los argumentos de la oposici¨®n y de Estados Unidos era precisamente que mientras haya injusticia social la guerrilla estar¨¢ alimentada. Si disminuye la injusticia, la guerrilla disminuir¨¢, pero esto no se hace en seis meses.
P. ?El cambio de r¨¦gimen puede afectar a la presencia espa?ola en Filipinas?
R. La presencia espa?ola estaba muy disminuida. Hay un nacionalismo muy grande, impulsado por Marcos. Filipinas tiene el complejo de haber estado colonizada 400 a?os: 337 por Espa?a y m¨¢s de 50 por Estados Unidos.
All¨ª hay un chiste popular que dice: "Estuvimos 330 a?os en convento y 50 en Hollywood". Eso pesa y ha creado un sentimiento nacionalista, justo en unas facetas e injusto en otros. Este sentimiento ha dado lugar a una legislaci¨®n que impide a los extranjeros implantarse en el pa¨ªs: los extranjeros no pueden comprar ni un metro cuadrado de terreno, ni tan siquiera para ser enterrados.
?sta fue una m¨¢s del centenar de medidas econ¨®micas dictadas por el nacionalismo irracional de Ferdinand Marcos que han hecho que la vida econ¨®mica en Filipinas sea muy dif¨ªcil.
P. ?Est¨¢ previsto ahora alg¨²n intercambio de visitas oficiales entre Espa?a y Filipinas?
R. Estoy autorizado a decir que d¨ªas antes de la proclamaci¨®n de Aquino le hice llegar una invitaci¨®n amistosa del Gobierno espa?ol para que visitara nuestro pa¨ªs. Naturalmente, su respuesta expl¨ªcita fue: "En estos momentos no puedo salir del pa¨ªs".
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