La polic¨ªa norteamericana proseguir¨¢ las detenciones de falsificadores de Dal¨ª
La acusaci¨®n formulada el viernes por un juez federal de Nueva York contra siete personas presuntamente dedicadas a la venta de falsas litograf¨ªas del pintor catal¨¢n Salvador Dal¨ª y el arresto de cinco de ellas marcan, seg¨²n fuentes neoyorquinas familiarizadas con la investigaci¨®n, "el primer ataque de las autoridades contra lo que es la punta del iceberg de las falsificaciones dalinianas en EE UU". El volumen de negocios que, genera anualmente la venta de falsos Dal¨ª en Norteam¨¦rica se cifra en centenares de millones de d¨®lares. Las fuentes consultadas coinciden en que las autoridades federales y locales de EE UU continuar¨¢n las detenciones en Nueva York y otras ciudades.
La Caravan Gallery, en el n¨²mero 251 de la Quinta Avenida de Manhattan, y las asociadas Convertine Fine Art Limited y Convertine Galleries -situadas, respectivamente, en la calle 90 y en la Avenida Madison de Manhattan- resultaban indistinguibles de los centenares de domicilios sociales con sede en Nueva York dedicados a la venta (en directo o por correspondencia) de obras pintores cotizados.Sin embargo, los responsables de la Caravan -Roy Goldsmith, Jason Fem y Denis Huculiak- y los de las dos galer¨ªas Convertine -Carol Convertine, Martin Fleischman; Denis Flanagan y Dean Thomas- fueron acusados el viernes de haber ganado m¨¢s de 600 millones de d¨®lares (unos 8.800 millones de pesetas) con la venta de copias dalinianas que, sin la falsa firma del pintor, hubieran valido ocho o diez d¨®lares (unas 1.500 pesetas) en lugar de los 3.000 (unas 450.000 pesetas) que sol¨ªan pagar los clientes de Caravan y Convertine Galleries.
El fen¨®meno no es nuevo y no se reduce a la babel de galer¨ªas de arte opulentas del sector elegante de Manhattan. "La trama de las falsificaciones dalinianas en Norteam¨¦rica ha generado miles de millones de d¨®lares y el volumen de negocios conjunto de sus promotores debe situarse en los centenares de millones al a?o", dijo a este diario uno de los funcionarios del FBI (Federal Bureau of Investigation) destacados en Nueva York para investigar las tramas de falsificaciones art¨ªsticas.
N¨²cleos de falsificaci¨®n
El citado funcionario -consultado por este diario durante las investigaciones para la redacci¨®n del libro El ¨²ltimo Dal¨ª (Ediciones EL PA?S, 1985)- se?al¨® que "existen en Estados Unidos y posiblemente en Canad¨¢ varios n¨²cleos de distribuci¨®n de obras falsas de Dal¨ª, y en algunos lugares de Texas y Nuevo M¨¦xico han llegado a realizarse ventas dalinianas donde todo era falso.Otro experto norteamericano en Dal¨ª que ha cooperado en las investigaciones policiales se?ala que "los falsificadores detenidos ahora en Nueva York son los minoristas del negocio. Los grandes centros de falsificaci¨®n daliniana est¨¢n en el Oeste, en Albuquerque (Nuevo M¨¦xico), en Los ?ngeles y en Hawaii, donde hay numerosas litograf¨ªas falsas de Dal¨ª en circulaci¨®n para vender a turistas poco informados, procedentes de Australia o Jap¨®n". En opini¨®n del mismo experto, "la polic¨ªa proseguir¨¢ sin duda las detenciones y no ser¨ªa extra?o que pronto se descubriera un gran centro de falsificaciones dalinianas en EE UU".
Desde hace unos a?os, las autoridades federales y locales norteamericanas tratan de llegar a estos varios centros de la trama de falsificadores.
En un par de ocasiones -y todo indica que tambi¨¦n se ha operado de este modo antes de los recientes arrestos de Nueva York- han sido especialistas en arte a personas especialmente conocedoras de la obra de Dal¨ª las que han actuado de intermediarios para las autoridades, entrando en contacto con los falsificadores y negociando con ellos.
Esta tarea de los expertos, as¨ª como las pesquisas de las autoridades norteamericanas, se ve notablemente dificultada por el caos de catalogaci¨®n y autentificaci¨®n que es la obra gr¨¢fica de Salvador Dal¨ª (litograf¨ªas, grabados, aguafuertes), especialmente en los Estados Unidos.
El propio pintor -que hasta la muerte de su esposa y musa, Gala Diakonoff, acaecida en 1982, viv¨ªa unos meses al a?o en el Hotel St. R¨¦gis de Manhattan- fue en alg¨²n per¨ªodo de su vida responsable parcial de la confusi¨®n en torno a su obra.
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