Pl¨¢cida disidencia de los antiatlantistas del PSC
La direcci¨®n del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) est¨¢ superando con comodidad, al menos p¨²blicamente, la disidencia interna contra la posici¨®n oficial del partido favorable al s¨ª a la OTAN.Los compromisos adquiridos con los sectores antiatlantistas organizados -la corriente de opini¨®n Izquierda Socialista y las Juventudes Socialistas de Catalunya (JSC)- para que no hicieran campa?a activa a favor del no y la impl¨ªcita aceptaci¨®n del estatus de no beligerante a dirigentes significados por su actitud contraria a la OTAN, liber¨¢ndolos de protagonizar actos pidiendo el s¨ª, explican la placidad en que vive la familia socialista en Catalu?a.
En el origen est¨¢ la resoluci¨®n -del Consell Nacional, reconociendo la libertad de conciencia en el voto, pero amenazando con la "autoexclusi¨®n" a aquellos militantes que hicieran campa?a contra la posici¨®n del Gobierno y la voluntad compartida por los propios disidentes "de no caer en la tentaci¨®n de dejar entender que existe rebeli¨®n en la familia socialista". La campa?a que realiza el PSC, con actos mucho m¨¢s reducidos que en unas legislativas, explicativos, apoyada especialmente con la participaci¨®n de ministros, no se ha visto perjudicada por las ausencias de nombres habituales del cartel socialista. Josep Mar¨ªa Sala, secretario de organizaci¨®n, se puede permitir el lujo de afirmar que le es "imposible dar salida a todos los que quieren participar en actos".
Los in¨¦ditos
La lista inicial inclu¨ªa a 250 nombres. Hasta ahora, destacados dirigentes socialistas (El vicepresidente del Parlament, Isidre Moles, el diputado Francesc Casares, Pasqual Maragall, alcalde de Barcelona, Antoni Dalmau, presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona, Joaquim Nadal, alcalde de Gerona) no han sido llamados a intervenir en la campa?a.Los que s¨ª est¨¢n desarrollando su campa?a a favor del no son los miembros de Izquierda Socialista (cuyas propuestas anti-OTAN obtuvieron ¨²nicamente cinco votos en el Consell Nacional), aun con las limitaciones impuestas por la direcci¨®n, o sea: a t¨ªtulo personal y limitado al marco local de cada uno, con alguna que otra intervenci¨®n en medios de comunicaci¨®n.
Un cartel pidiendo el no, adhesivos y alguna que otra pintada, son las armas electorales de los j¨®venes socialistas, quienes han visto mermadas sus posibilidades de actuaci¨®n al no llegarles, como en otras campa?as, la dotaci¨®n econ¨®mica extraordinaria del PSC. Para suplir este vac¨ªo y para conseguir liquidez, la JSC ha impuesto a sus miembros una cuota extraordinaria.
Los escasos conflictos han tenido una repercusi¨®n s¨®lo local. El alcalde socialista de la localidad leridana de Alcarr¨¤s, Santiago Mas, dict¨® un bando antiatlantista; Joan Sureda, destacado miembro de la corriente de opini¨®n de Izquierda Socialista, dimiti¨® de su cargo en la ejecutiva de Blanes (Gerona), en parte como protesta por la posici¨®n del PSC ante la OTAN.
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