El legado del arquitecto Juan de Herrera ser¨¢ gestionado por un nuevo patronato c¨¢ntabro
El patronato que ha de gestionar de ahora en adelante el valioso legado de Juan de Herrera, arquitecto constructor de El Escorial, acaba de constituirse en Malia?o (Cantabria), donde yacen sus restos desde hace casi cinco siglos. Se trata de una decisi¨®n del Ministerio de Trabajo que otorga ahora a las fundaciones una participaci¨®n institucional m¨¢s amplia y una mayor representatividad.
El testamento de Juan de Herrera, nacido en el pueblo de Movell¨¢n en 1597, ocupa, debidamente mecanografiado, unos 10 folios a un espacio. Lo dej¨® todo bien atado en tan amplio documento "al presentir estar enfermo de la enfermedad que Dios nuestro se?or ha decidido medar".Cuatrocientos ochenta y nueve a?os despu¨¦s de su muerte, varias decenas de labradores c¨¢ntabros asentados en Camargo, a escasa distancia de la capital, siguen cultivando -en r¨¦gimen de arrendamiento- las tierras adquiridas con el capital legado o por la fundaci¨®n que lleva su nombre.
En suma, 57 parcelas con una superficie de 105.000 metros cuadrados y un valor catastral de 87 millones, y 43 parcelas urbanas que, en conjunto, suman 56.000 metros cuadrados, con un valor, igualmente catastral, de 25 millones.
El nuevo patronato ahora constituido, bajo la presidencia del director provincial de Trabajo de Cantabria, Gonzalo Burgu¨¦s, entiende que los fines de la fundaci¨®nhan podido quedar obsoletos y necesitan una actualizaci¨®n. Se ha emprendido ya un estudio total de las fincas afectadas y sus linderos y se proyecta la celebraci¨®n de un homenaje regional al creador del estilo herreriano, considerado arquitecto fundamental del Renacimiento espa?ol.
Juan de Herrera se titula a s¨ª mismo "aposentador mayor de palacio de su majestad" en el texto del testamento. Inhumado inicialmente en la iglesia de San Mill¨¢n, en Madrid, dispuso que deseaba reposar para siempre en el lugar de Malia?o, perteneciente al Ayuntamiento de Camargo, donde "est¨¢n enterrados mi abuelo y mis antepasados, por lo que encargo a mis albaceas que dentro de ocho meses hagan llevar y trasladar mi cuerpo a su iglesia".
Hasta el caballo
Minucioso en su "postrimera voluntad", Herrera dispuso incluso la venta del caballo casta?o que hab¨ªa adquirido para ¨¦l, en Andaluc¨ªa, Juan Mijares, aparejador de San Lorenzo. "Que se le pague lo que cost¨® el dicho caballo y lo que gast¨® en hacerle traer y cuanto con ¨¦l tuvo de costas hasta que se me entreg¨® y el dicho caballo se venda". A Alfonseca, la criada de su mujer, le dej¨® 500 reales, pero no fue tan generoso con otra de sus sirvientas, Felipa Rodr¨ªguez, para quien dispuso el simple regalo de un vestido.Herrera convirti¨® a su hija leg¨ªtima, do?a Lorenza, y a do?a In¨¦s de Herrera, su mujer, en universales herederas. La pr¨ªmera ten¨ªa escasos meses de edad al morir ¨¦l y fallecer¨ªa cuando s¨®lo contaba dos a?os.
Hay en la testamentar¨ªa una dotaci¨®n para 13 pobres sexagenarios de la comarca en los que deber¨ªan emplearse 7.000 ducados en "renta cierta y segura, a raz¨®n de 4.000 maraved¨ªes el millar, la cual renta sea para que se d¨¦ de limosna 13 reales diarios a 13 pobres de 60 a?os arriba de Malia?o, siendo preferidos sus deudos o deudos de sus deudos, hijosdalgos".
A los albaceas del genio de El Escorial, Pedro del Hiermo, sobrino suyo, y el doctor Rojas, cabe imputar la decisi¨®n de adquirir las numerosas fincas r¨²sticas y urbanas hoy en explotaci¨®n porque el aposentador mayor de palacio nada dijo al respecto.
Ambos llevaron a cabo las constituciones ejecutorias del testamento que constan en escitura otorgada ante el escribano Crist¨®bal de Galves, siendo testigos Diego Garc¨ªa, Francisco de Niceo y Crist¨®bal O?a.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.