Un jugador genial
Genial, maleducado, fant¨¢stico, payaso, maravilloso, provocador, extraordinario, marrullero, estupendo. Pocas personas antes han podido recibir ep¨ªtetos tan contrarios como este hombre. Haciendo una met¨¢fora, cuando se levanta el tel¨®n, en el escenario s¨®lo hay un protagonista: ¨¦l. Los dem¨¢s actores del reparto no son m¨¢s que meras comparsas de la actuaci¨®n de la estrella. Destaca por todo: si hay algo bueno, casi siempre lo hace ¨¦l; si hay alguna marruller¨ªa, es seguro que est¨¢ presente.Es el resumen genial de los genios del baloncesto m¨¢s t¨¦cnico de Europa, es el resumen de los Slavnic, Kikanovic, Delibasic, Tvrdic, Dalipagic, por citar algunos solamente. Dan Peterson ha dicho que estar¨ªa en los cincos titulares de los Lakers y los Celtics, los dos mejores equipos del mundo. Su triunfo en la NBA es dudoso pero probable. Dudoso porque hay bases que le superan f¨ªsicamente (Magic Johnson) o t¨¦cnicamente (Pearl Washington o Isaias Thomas), pero yo creo que ser¨¢ uno de los mejores debutantes de la historia de la mejor Liga del mundo.
Naci¨® en Sibenik el 22 de octubre de 1964. Mide 1,97 y pesa 88 kilos. Comenz¨® a jugar al baloncesto a los 10 a?os. A los 15 era el debutante m¨¢s joven en la Liga de su pa¨ªs. A esa edad ya se lo intentaron llevar a EE UU. Hizo campe¨®n al Sibenka Sibenik hace dos temporadas; la pasada fich¨® por la Cibona y fue campe¨®n de Liga, Copa y Copa de Europa. El verbo que m¨¢s usa es vencer. Va de t¨ªmido por la vida y es el primero de su clase en la facultad de Derecho de Zagreb. Dicen que se est¨¢ tres horas mirando el techo del vest¨ªbulo de un hotel, tal vez pensando si en el pr¨®ximo partido har¨¢ 40 o 50 puntos. Le he visto jugar ocho veces y cada vez me entusiasma m¨¢s. Su juego provoca pavor entre los contrarios y petrovicman¨ªa entre los espectadores, droga a la que soy adicto. Es el rey bajo del baloncesto europeo. Se llama Drazen Petrovic. Si alguna vez vuelve a jugar en el pabell¨®n, pido que se le tribute una grandiosa ovaci¨®n, lo mismo que este verano en el Mundial. Se la merece, como se la merecen todos los genios, ?o no?-
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