El Opus
La izquierda italiana ha pedido a su Gobierno que investigue el car¨¢cter secreto del Opus Dei, una de las aportaciones culturales de Espa?a al mundo en el siglo XX. A los italianos les llueve sobre mojado. Infestados de sociedades secretas, s¨®lo les faltaba que se les infiltrara el Opus por las caves del Vaticano y adem¨¢s una sociedad secreta a lo divino que se autotitula Obra de Dios, no se sabe si porque se aplica a hacer la obra de Dios en la tierra o porque se considera tan bien hecha que s¨®lo Dios puede ser su arquitecto. En este sentido, el Opus Dei y Greta Garbo tienen una biogen¨¦tica de post¨ªn.Algo indignados est¨¢n los italianos con esta injerencia hisp¨¢nica en su cultura del secretismo, ya que el semanario L'Espresso califica al Opus de "El pulpo de Dios", exceso sem¨¢ntico a todas luces, porque sin negarle la condici¨®n de pulpo, creo que metaf¨ªsicamente es imposible contarle las patas a un posible Dios creador. Las patas de Dios ser¨ªan infinitas, y en cambio, las patas de todos los pulpos, conocidos o por conocer, han de ser l¨®gicamente limitadas. Ojo, tan limitadas como abundantes en el caso del Opus, cefal¨®podo dotado adem¨¢s de la cualidad de prescindir de las patas quebradas y sustituirlas por patas dotadas del don de la invisibilidad. Por ejemplo, en Espa?a conocemos las patas que se le han estropeado al pulpo, pero las patas generadas despu¨¦s de la ca¨ªda de L¨®pez Rod¨® permanecen en el m¨¢s riguroso secreto de un sumario secreto.
Desconocemos el poder real del Opus en Espa?a y tenemos entre otras razones la de la antig¨¹edad para exigir una investigaci¨®n sobre el Opus posmoderno. No es Ruiz-Mateos todo lo que reluce y la nueva fibra utilizada para las patas del pulpo puede haber creado una nueva red tentacular inaprehensible para la vista humana. Hay voces en la pol¨ªtica espa?ola m¨¢s reciente que me suenan a alarido de cilicio y carrerones econ¨®micos que reclaman la prueba antidoping. Si los italianos le quieren contar las patas al pulpo, no considero suficientes las razones del paisanaje original para que esta bestia (es un decir) campe en Espa?a por sus respetos.
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