El voto negativo gan¨® en todos los distritos de Barcelona
Barcelona, segunda ciudad del Estado, la capital m¨¢s europea de Espa?a, se ha pronunciado claramente en contra de la pertenencia espa?ola a la OTAN, con ventaja de m¨¢s de 10 puntos -52,1 % frente a 41,6%- para el voto negativo.La complejidad de influencias que repercuten sobre el resultado se demuestra, en un primer an¨¢lisis, al observar la distribuci¨®n espacial del comportamiento de los electores.
La abstenci¨®n de Barcelona-ciudad (36,70%) es sensiblemente parecida a la del total de Catalu?a (36,99%), siguiendo la t¨®nica de las elecciones m¨¢s recientes (1982-1984), pero rectificando la trayectoria de la primera etapa democr¨¢tica (1977-1980) cuando la abstenci¨®n barcelonesa era superior a la catalana. La repercusi¨®n de esta tendencia participativa sobre el total catal¨¢n es un factor pol¨ªtico a tener en cuenta.
Respecto a la distribuci¨®n espacial de la abstenci¨®n se aprecia una menor asistencia a las urnas en el distrito de clase alta Sarri¨¢-Sant Gervasi, a 15 puntos de distancia de los m¨¢s participativos (Ciutat Nord-Nou Barris y Sant Andreu, barrios obreros).
Con esta conducta, Sarri¨¢-Sant Gervasi -distrito de mayor nivel de renta y de m¨¢s clara hegemon¨ªa conservadora- contradice su actitud en las ¨²ltimas elecciones (1982 y 1984) cuando figura entre los m¨¢s participativos. La existencia en esta ocasi¨®n de una abstenci¨®n pol¨ªtica, debe, pues, ser tenida en cuenta, como lo fue tambi¨¦n en los referendos constitucional y estatutario cuando esta zona de la ciudad se inhibi¨® en proporci¨®n superior a otros distritos.
La abstenci¨®n disminuye gradualmente a medida que nos apartamos de esta cu?a conservadora del mapa electoral barcelon¨¦s (Les Corts, Eixample y Gr¨¢cia) hasta llegar a Ciutat Vella, cuya abstenci¨®n tradicionalmente se cuenta entre las m¨¢s elevadas por raz¨®n de su relativa marginaci¨®n social. La mayor participaci¨®n se da, por contraste, en los distritos populares del arcopeyif¨¦rico de la ciudad, donde la movilizaci¨®n ha sido importante sin impacto de la consigna abstencionista.
11 puntos para el 'no'
Por lo que respecta al voto negativo, que consigue la preferencia de los electores barceloneses, hay que hacer constar que, supera en un punto la tasa de voto, negativo -ya de por s¨ª elevada- que se da en el conjunto de Catalu?a. Mientras que la distancia entre no y s¨ª es en Catalu?a de 7 puntos, en Barcelona se ampl¨ªa a 11. El voto negativo es mayoritario en todos los distritos barceloneses, pero su distribuci¨®n presenta caracter¨ªsticas de inter¨¦s. Siete distritos presentan una tasa relativamente parecida de voto negativo: en torno al 52%, que es justamente la media de Barcelona. A esta regularidad, hay que oponer tres casos particulares: uno, caracterizado por un voto negativo superior a la media (Gr¨¢cia, con el 57%) y otros dos con un voto negativo inferior a la media (Ciutat Nord-Nou Barris, con el 48%, y Sarri¨¢-Sant Gervasi, con el 47%).
?A qu¨¦ razones puede atribuirse este comportamiento relativamente singular? En el caso de Nou Barris, hay que tener en cuenta que se pronuncia en mayor medida por el s¨ª, a un solo punto de diferencia del no. En el caso de Sarri¨¢-Sant Gervasi, debe apreciarse la elevada tasa -12%- de sufragios emitidos en blanco, doblando la media ciudadana. Puede: presumirse que este voto en blanco es, en gran medida, voto pol¨ªticamente pr¨®ximo a la abstenci¨®n pol¨ªtica.
Voto de castigo
El tercer caso de inter¨¦s es el de Gr¨¢cia, distrito de composici¨®n social media, y orientaci¨®n pol¨ªtica convergente, con alguna incidencia de Esquerra Republicana. La existencia de voto nacionalista de orientaci¨®n de izquierdas y, por consiguiente, antiotanista, puede haberse sumado al voto t¨¢ctico que algunos dirigentes convergentes han promovido para castigar al Gobierno.
Si examinamos ahora el peso del voto afirmativo -minoritario en la ciudad, y por debajo del voto afirmativo a escala catalana-, comprobaremos en el mapa adjunto que los distritos de composici¨®n social de mayor nivel y de orientaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s conservadora son los que menos lo favorecen: Gr¨¢cia, Eixample, Sarri¨¢. Se define, pues, de manera precisa la cu?a central del mapa pol¨ªtico barcelon¨¦s, en esta ocasi¨®n, como aparente e intensamente contraria a la permanencia de Espa?a en la OTAN.
Por el contrario, Ciutat Nord-Nou Barris, el distrito m¨¢s popular de entre los de inferior nivel de renta de mayor voto izquierdista, se afirma como partidiario del s¨ª, destacando por superar el 45% de votos afirmativos. Los dem¨¢s distritos se mueven en torno a la media de la ciudad (42%).
El Equip de Sociolog¨ªa Electoral (UAB), constituido en 1973, por un grupo de profesores de las dos universidades barcelonesas, se dedica desde 1977 al an¨¢lisis del comportamiento electoral en Espa?a y, particularmente, en Catalu?a. Este trabajo es parte de una investigaci¨®n m¨¢s amplia, en la que participan Ram¨®n Canals, Francesc Pallar¨¦s, Josep M. Vall¨¨s y Rosa Vir¨®s. En el tratamiento estad¨ªstico han participado tambi¨¦n Jos¨¦ L. Caballero y Josep M. Aragay, en el Centro de Inform¨¢tica de la universidad de Barcelona.
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