La sofocada rebeli¨®n del general ecuatoriano Frank Vargas amenaza con provocar una crisis pol¨ªtica en el pa¨ªs
El presidente ecuatoriano, Le¨®n Febres Cordero, ha declarado que el levantamiento del general Frank Vargas Pazos, detenido el pasado viernes despu¨¦s de protagonizar dos amotinamientos en una semana, supone una "conspiraci¨®n pol¨ªtica" contra su Gobierno. La crisis militar abierta por el general Vargas parece cerrada con su detenci¨®n, pero el caso amenaza con provocar una crisis pol¨ªtica, cuya manifestaci¨®n inicial es el vigente estado de emergencia, que incluye la censura de prensa y la suspensi¨®n de los derechos civiles.
Aunque siempre neg¨® tener detr¨¢s de ¨¦l fuerzas pol¨ªticas, en la noche del jueves el general Vargas calific¨® de "traidor', y "tirano" al presidente y llam¨® a la formaci¨®n de un Gobierno c¨ªvico-militar en sustituci¨®n del actual. Vargas pidi¨® una movilizaci¨®n popular para imponer ese Gobierno y consigui¨® la concentraci¨®n de varios cientos de civiles, j¨®venes sobre todo, en la base a¨¦rea de Quito en la que se hizo fuerte el jueves.La sublevaci¨®n de Vargas amenaza con provocar, seg¨²n informa desde Quito France Presse, una oleada de purgas en, las fuerzas armadas y de represi¨®n contra algunos medios (le la oposici¨®n que han responsabilizado al Gobierno por los sucesos de esta semana. La Democracia Popular del ex presidente Oswaldo Hurtado o la Izquierda Democr¨¢tica del ex candidato a la presidencia Rodrigo Borja se encuentran entre ellos.
Estos partidos, entre otros, as¨ª como la Iglesia cat¨®lica, pidieron que se evitase el asalto a la base a¨¦rea de Quito, en el que murieron cuatro personas (dos militares y dos civiles). El Gobierno se decidi¨®, sin embargo, por la intervenci¨®n, en la que participaron 2.000 soldados, apoyados por fuego de artiller¨ªa y 20 carros de combate.
Inicialmente, se pens¨® que el militar amotinado se hab¨ªa escapado de la base de Quito, pero, en el posterior rastreo de las instalaciones, se encontr¨® a Vargas escondido en los almacenes de intendencia, en donde fue apresado. Desde all¨ª se le traslad¨® en helic¨®ptero a otra ciudad, cuyo nombre no fue revelado.
Dos rebeliones
Tres veces casado y con 10 hijos, Vargas se rebel¨® contra el Gobierno dos veces en una semana. En la primera ocasi¨®n se atrincher¨® en la base a¨¦rea de Manta. Se refugi¨® all¨ª tras un enfrentamiento con el ministro de Defensa, general Luis Pi?eiros, al que acus¨® de sustraer fondos militares. El presidente Febres Cordero orden¨® la destituci¨®n de Vargas como jefe de la Fuerza A¨¦rea ecuatoriana, cargo que ocupaba desde 1984. Tras cinco d¨ªas en las instalaciones de Manta, Vargas se entreg¨® a las autoridades. Simult¨¢neamente, se produjo la renuncia del ministro de Defensa y el amotinado fue recluido en la base de Quito.Pero el jueves ¨²ltimo se rebel¨® nuevamente y ocup¨® con sus seguidores los cuarteles de la aviaci¨®n en la capital ecuatoriana Asegur¨® contar con el respaldo de la Fuerza A¨¦rea y de sectores del Ej¨¦rcito, pero excluy¨® a la Marina que, seg¨²n el amotinado, le apoy¨® en la primera rebeli¨®n.
El Gobierno decret¨® el estado de emergencia y recuper¨® militarmente la base a¨¦rea, poniendo fin a la crisis m¨¢s grave experimenta da en los 19 meses de administraci¨®n de Febres Cordero.
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